(CRÍTICA) Spartacus Vengeance

Sacad los paraguas, que se avecinan tormentas ( de sangre)

Ya se ha estrenado la segunda temporada de Spartacus: Blood and sand, serie que ha catapultado al canal Starz y que tuvo un tardío estreno ( se rodó una precuela de seis episodios, para aprovechar el éxito y esperar la recuperación de Whitfield) debido a la situación del fallecido Andy Whitfield, malogrado protagonista de la primera temporada. En esta nueva temporada tendremos el protagonismo de Liam….. junto con nuevos actores y algunos anteriores.

La serie, no nos engañemos, es un producto de su tiempo: un péplum de serie B que se aprovecha del éxito de la adaptación del cómic de Frank Miller 300, con un uso continuo de la cámara lenta, F/X, actores y actrices fornidos y de muy buen ver y un alto grado de violencia y sexo. Además tiene más de un elemento en común con series anteriores de sus productores como Xena la princesa guerrera.

El éxito de la misma ha catapultado al canal hacia proyectos más ambiciosos como el malogrado e insatisfactorio Camelot o ese thriller político, muy interesante de nombre Boss ( renovado para una segunda temporada, y con globo de oro al mejor actor de drama para Kelsey Grammer incluído).

En esta nueva temporada tenemos un salto temporal ( mostrado con los títulos de crédito más feistas y mal montados que he visto nunca) y nos encontramos con Espartaco y sus compañeros gladiadores como un grupo de malhechores que se ocultan en las alcantarillas de Capua y luchan contra el ejército romano, impulsado por un joven noble, el cual tiene una hermana ( aquí vislumbro una futura relación incestuosa; hay que aprovecharse también del éxito de Canción de hielo y fuego y su espectacular e inteligente adaptación televisiva, de la mano de HBO). Hay dos grupos, uno liderado por Espartaco y otro por su antiguo rival, Crixus ( el cual lucha por recuperar a Naevia).

Veremos que los protagonistas luchan por sus deseos personales más que por la revolución ( uno por vengar la muerte de su esposa; otro por recuperar a su amante) así como el aire de venganza toma fuerza pues el pretor rival de Espartaco debe viajar a Capua para acabar con los gladiadores revolucionarios; lo hará en compañía de su esposa, la cual está en estado ( ¿ de quién?) y se instalarán en la antigua villa, ahora derruida, de Batiatus, donde se encontraran SPOILER con el retorno de alguien inesperado y que será usado contra arma propagandística contra Espartaco.

El episodio contiene los elementos característicos de la serie expuestos a una cantidad aún más elevada: esa cámara lenta omnipresente de la escena inicial ( ¿el episodio con un montaje normal que duraría, 23 minutos?); la carga erótica del mismo ( hay un asalto a un burdel, excusa perfecta para dar rienda suelta a la depravación gratuita: tríos, sexo gay, hombres fornicados por mujeres…..), un guión endeble y unos F/X cutres pero resultones ( aunque por momentos parece más una serie Z que una B….).

Además, principal crítica, se echa de menos a Andy Withfiel, quien con este material tan (auto)provocador consiguió un protagonista carismático y con una fuerte presencia, todo lo contrario de su relevo.

Un inicio muy, muy flojo para el exitoso show ( al menos en audiencia) de Starz. Veremos.