Una cinta inclasificable, el retorno de uno de los enfant terribles del cine francés, Leos Carax, tras casi una década de ostracismo ( estrenó Pola X en Cannes 1999 ), y su pequeño ( pero magistral ) aporte a la cinta de segmentos Tokyo! ( Michel Gondry, Leos Carax, Bong Jong-Ho, 2008 ). Un estudio sobre la profesión del actor, sobre el amor, nuestra existencia, el arte cinematográfico ( visual añadiría por extensión ) y su importancia o profundidad en la actualidad, todo esto y mucho más en una de las mejores películas del año, de la década, con un grandioso Denis Lavant. Todo esto, o nada, es HOLY MOTORS:
Una película hipnótica, surrealista, sorprendente, inabarcable, un triunfo del séptimo arte, para ver y volver a ver, sentir, disfrutar, odiar... Triunfó ( merecidamente ) en Sitges 2012, aquí tenéis la crítica de este obligatorio film a ver.
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