Cannes. Jornada 3

Un robo de joyas valoradas en casi un millón de euros en medio del festival; No, no es una escena de Femme Fatale ( Brian De Palma, 2002 ) sino un hecho verídico; durante la noche del pasado jueves, la marca suiza de joyería Chopard fue víctima de un robo por valor de un millón de dólares (unos 776.000 euros), en joyas que tenía guardadas en un céntrico hotel de Cannes. Los ladrones, según explicaron fuentes policiales, entraron en la habitación de un empleado de la firma aprovechando el momento en el que había salido a cenar, arrancaron la caja fuerte y se la llevaron. La marca había optado por la discreción a la hora de guardar esos artículos, sin contar con medidas visiblemente ostentosas de seguridad, y no quiso hacer ningún comentario sobre lo sucedido. Se trata de la primera vez que la ciudad registra un robo de joyas por un valor tan elevado, y de la primera vez también que tiene lugar durante el Festival de Cannes, que se inauguró el pasado miércoles y se clausura el próximo domingo, 26 de mayo.

 Chopard ha sido patrocinador oficial del festival desde hace más de 15 años, y como es habitual, las joyas estaban destinadas precisamente a esa fotografiada escalinata, por la que en las dos primeras noches lucieron creaciones de esa marca la actriz Julianne Moore o la modelo Cara Delevingne. La "suite" de la firma durante el festival se encuentra en la séptima planta del hotel Martínez, donde se entregó el Trofeo Chopard, que recompensa a jóvenes promesas cinematográficas, y que en esta edición recayó en la española Blanca Suárez, y en el británico Jeremy Irvine.

 

Cuidado con el ladrón; Hasselhoff continúa dando la nota en Cannes

 

Pero no es el único incidente sufrido durante el festival pues  este viernes tuvo lugar otro desafortunado incidente. Los miembros del jurado Christoph Waltz y Daniel Auteuil estaban siendo entrevistados por la cadena Canal+ cuando de repente se oyeron dos disparos al lado del plató donde se estaba grabando el programa. El detenido, según explicaron fuentes policiales, llevaba una pistola de fogueo y una granada ficticia, y tras ser detenido fue llevado a comisaria para para ser interrogado. Una fuente presencial explicó a EFE que el hombre, que rondaba los 30 años, estaba en una plataforma elevada situada justo al lado del plató y apuntó en un primer momento en dirección al plató, pero acabó disparando al aire cuando los agentes de seguridad se abalanzaron sobre él.

"He temido por mi vida", aseguró Waltz tras el incidente según recoge Daily Mail. "Estábamos en el plató en la playa cuando un hombre disparó con una pistola. Después gritó que tenía una granada, pero por suerte para nosotros no era de verdad. No sabíamos qué pasaba, ni quién era ni dónde estaba. Menos mal que la policía le tiró al suelo y le cogió", añadió el actor que, tras el suceso, acudió a un evento en mítico restaurante Eden Roc, donde relató todo lo que había pasado. "Estoy bien, ahora ya no hay nada de qué preocuparse", concluyó.

 

En el plano estrictamente cinematográfico se presentaron las últimas cintas de Asghar Farhadi ( autor de esa genialidad llamada Nader y Simin: una separación en 2011 ) y Jian Zhangke con a touch of sin.

 

Rodado en Francia y lejos de la censura que pesa sobre el cine iraní, Le passé es un filme con el que Asghar Farhadi continúa su análisis profundo de la familia y con el que ha dejado muy buen poso en su presentación en Cannes, más allá de si trabajar sin restricciones ha mejorado o no su trabajo. Le Passé es una coproducción franco-iraní que está protagonizada por la actriz de origen argentino Bérenice Bejo, que fue candidata al Oscar por The Artist, en un principio iba a ser Marion Cotillard, Tahar Rahim, la revelación de Un Profeta, y el director y actor iraní Ali Mosaffa. La historia gira en torno a una ex pareja que ha tenido dos hijas se reencuentra en Francia para firmar los papeles de divorcio, él ha viajado desde Irán para oficializar la separación, y ella ha rehecho su vida con una nueva pareja con la que tiene un hijo. La llegada del ex marido hará que todos los secretos del pasado salgan a la luz. La cinta ha sido muy bien acogida y  el film ( " el cual es una pieza narrativa extraordinariamente escrita", en palabras de Nando Salvà )su protagonista ya suena fuerte de cara a los premios de interpretación.

 

 

Bejo interpreta a Anne-Marie, una mujer con dos hijas, una de ellas adolescente, que se reencuentra con su exmarido para firmar los papeles de divorcio. Pero la llegada desde Irán de Ahmad supone una revolución para la nueva familia que ha formado junto a Samir.

"La elección de la familia como base de mis historias recientes viene de mi preocupación por sentirme cerca del espectador. No hay nada más universal que la familia, así que es terreno ganado entre el espectador y yo, porque no tengo que explicarle el contexto".

Una familia que en Le passé bascula todo el tiempo entre la verdad y la mentira, entre la ocultación y el descubrimiento de informaciones que pueden cambiar toda la estructura que les sostiene.

 

Por otro lado el cineasta chino Jia Zhangke nos trae a touch of evil, su películas más accesible. En palabras de Joan Sala de Filmin, " Jia Zhang Ke vuelve este año a pisar la Croisette con "A Touch of Sin", es decir, con un nuevo descenso a los bajos fondos de la historia moderna china, de aquella que ha sido escondida por quienes se encontraban en el poder y que ha protagonizado el largo y ancho de su imprescindible obra. Y como es habitual en él, articula su penetrante discurso a través de poderosas imágenes en la que sus protagonistas transitan (y sufren) un paisaje en ruinas provocado por una sociedad corrupta y decadente. Lo que ya no esperábamos es que el director chino nos aseste uno, o mejor dicho, cuatro golpes de contundente violencia. En lo nuevo de Jia Zhang-ke corre la sangre, y de que manera. Parece como si el director chino hubiera perdido la paciencia y en un ataque de ira, absolutamente enrabietado, le diera por echarse a rodar, y en vez de limitarse a mostrarnos la desoladora radiografía de la sociedad China como ha venido haciendo hasta ahora, se centrara en mostrarnos sus terribles consecuencias. Justamente, parece que Jia agarra la cámara con el mismo nervio, la misma ira y visceralidad con la que empuñan un machete o enfundan la recortada sus cuatro protagonistas. Sangre a raudales para un cine mayúsculo."