(Crítica) Under the dome – 1x01

Apocalipsis íntimo

 

ATENCIÓN:  El siguiente artículo contiene algún SPOILER, avisados estáis

 

Un extraño personaje ( Mike Vogel : Pan Am, Bates Moyel ) cava un hoyo en mitad de la noche para enterrar un cuerpo, pronto sabremos que no pertenece a esa pequeña localidad que se llama Cerdar’s Mill; un bondadoso jefe de policía ( Jeff Hadey, Perdidos, Planet Terror ) y su ayudante ( Natalie Martinez, Sin tregua, la trama ); una periodista quisquillosa ( Rachelle Lefevre , Crepúsculo ) que piensa que su marido tiene un affaire; una joven pareja que, después de copular, él ( Alexander Koch )  le confiesa su amor pero para ella ( Britt Robertson, Scream 4) solo es una aventura de verano; un vendedor de coches ( Dean Morris, Breaking Bad ) con ínfulas de poder ( es el concejal del pueblo, para el cual se presenta sin oposición alguna siempre ). El camino de todos ellos se cruzará ante la extraña amenaza que deja al pueblo incomunicado: una especie de cúpula invisible que separa el pueblo y que dejará a sus habitantes incomunicados con el resto de ciudadanos y con el mundo exterior.

 

No, no os estoy hablando de los Simpsons: la película ( David Silverman, 2007 ) sino de la adaptación del popular best seller de Stephen King la cúpula, que ha sido adaptado en formato de miniserie de 13 capítulos (1 ) para CBS.  La serie está desarrollada por el popular guionista Brian K. Vaughan , quien ya guionizó una original y muy recomendable historia apocalíptica en el cómic Y, el último hombre ( recientemente reeditado por ECC )

 

Su punto de partida es realmente atractivo, con ese extraño acontecimiento que fragmentará las vidas de los personajes, los cuales deben de ser los verdaderos protagonistas de la trama con caracteres interesantes y tramas a desarrollar más allá de ese punto de partida fantástico. Así en este adecuado y bien filmado episodio piloto, del cual se ha encargado el danés Niels Arden Oplev ( Millenium 1: los hombres que no amaban a las mujeres; Dead man down ), ya vemos una serie de personajes arquetípicos ( el forastero criminal, el policía de buen corazón – y no es un chiste - , el político con sed de poder ) que esperemos sus historias sean bien desarrolladas y haya un peso dramático más allá de este punto de partida tan “ original” dentro del muy manido cine apocalíptico que se ha estado ejerciendo como, quizás, metáfora de la crisis social y económica imperante. Personajes tópicos pero que cuentan con buenos actores, sobretodo Norris y Fahey, quienes además tienen una presencia física destacable y con una sub trama conspiratoria que los une , pero con algunos deslices como es el personaje de Junior, el joven estudiante modelo enamorado pero que al momento de ser rechazado por su amante se convierte en un peligroso psicópata cuchillo en mano…. Un desarrollo dramático inexplicable e ilógico que nos hace traer un tópico del cine apocalíptico como es la presencia de un psicópata en medio del caos, a la manera del peor cine estadounidense y desde YA uno de los hándicaps negativos del show; éste es el ejemplo perfecto del peor elemento del piloto, el desarrollo acelerado de ciertas tramas donde, una vez expuesto ( y muy bien, como contaré a continuación ) el dilema inicial, parece que haya prisa por unir y cruzar personajes así como crear sub-tramas, algo que sucede de manera atropellada a diferencia de las series ( o miniseries ) inglesas donde son capaces de desarrollar las tramas de una manera compleja, bien hilvanada en pocos episodios, a diferencia de sus coetáneas americanas.

 

Destacar por encima de todo la puesta en escena de ese extraño misterio fantástico, esa cúpula que envuelve al poblado sin ninguna lógica ni explicación, con esa tensión in crescendo muy bien apoyada en el trabajo de sonido : destacar la banda sonora de W. G. Snuffy Walden, músico de el ala oeste de la casa blanca o Friday Night Lights  así como edición de sonido: ese momento en que una pareja ha sido separada y no se pueden comunicar verbalmente, porque no se escuchan, o la llegada de las fuerzas militares, en silencio pues están situadas al otro lado de esa cúpula. A esa extrañeza también ayudan los inesperados y agradecidos toques de gore diseminados por el capitulo: esa vaca cercenada en dos, cuerpos mutilados o el avión y el camión que se estrellan ante la invisible barrera, así como alguna nota de humor bienvenida ( como cuando el sicario “ Barbie “ afirma que la cúpula no puede obra del gobierno “ porque ésta funciona” ).

 

 

Por otro lado sus creadores ( entre los que se encuentran Steven Spielberg en su enésimo proyecto televisivo tras las fallidas Terra Nova, Smash y Falling Skies  y Stephen King, gran seriéfilo – citar su divertido papel en la tercera temporada de Sons of anarchy - ) parecen querer meter misterios en la trama a lo Lost; no, no voy a decir que ésta sea la nueva Perdidos, pero tiene más de un punto de contacto con la exitosa serie de ABC: aparte del actor Jeff Fahey ( quien fue el piloto Frank Lapidus ), el propio Brian K. Vaughan fue guionista de la serie y tenemos a Jack Vance como productor y director. Citar, aparte del gran misterio del origen de la cúpula, citar esa conspiración que parece unir al personaje positivo ( el policía Howard Perkins ) y al antagonista ( el político Big Jim ) así como esos extraños ataques con espasmos que sufren personajes ( jóvenes ) recitando una extraña frase.

 

Un atractivo y bien rodado piloto, con algún punto negativo en ciertos personajes secundarios pero una trama atrayente, en su punto de partida, y ciertos misterios que pueden dar mucho de sí ( o no ).

 

 

(1) Si bien el estreno de la serie ha sido de órdago: 13,1 millones de espectadores y 3,2 en demos: ya veremos si esta, en principio, miniserie no pasa a ser serie regular....