( Crítica) Dolor y dinero

Increíble pero cierto

 

 

En los últimos años se ha puesto de moda buscar historias en la prensa o en la vida cotidiana, que al fin y al cabo acaba siendo la mejor fuente para crear ficciones; ya lo decía esa máxima de Sherlock Holmes : «Cuando todo aquello que es posible ha sido eliminado, lo que quede, por muy improbable que parezca, es la verdad». Eso parece haber querido abrazar el director norteamericano Michael Bay quien, después de haberse estancado en las aventuras de Transformers, explosiones y mujeres curvadas, parece querer demostrar que es capaz de hacer un cine pequeño, de escaso presupuesto con un relato criminal basado, por increíble que parezca, en un caso real.

 

 

 

Así dolor y dinero se basa es los hechos ocurridos en 1994 cuando Daniel Lugo ( encarnado en el film por Mark Wahlberg, el cual sale casi sin cuello debido a su transformación física y parece ser el nuevo amiguito de Bay ) convence a dos culturistas, Adrian Doorball ( Anthony Mackie ) y Paul Doyle ( Dwayne Johnson , lo mejor del film ) para secuestrar a Victor Kershaw ( Tony Shalhoub ) y así poder cambiar sus vidas. Pero nada saldrá como lo planeado y pronto nuestros protagonistas deberán huir de la ley y sus sueños.

 

 

 

La cinta se puede inscribir dentro de esa tendencia actual con films que nos hablan de los defectos del ser humano, con cintas protagonizadas por seres moralmente discutibles, y sí estúpidos: ahí podemos apuntar Spring Breakers de Harmon Korine  o The Bling Ring de Sofia Coppola, recibida con desigual fortuna en el pasado festival de Cannes.

 

Bay nos presenta un relato criminal de escasos 26 millones de presupuesto pero eso no es excusa para que el mismo no esté lleno de sus excesos visuales y argumentales, con una cinta a  la cual le sobran bien 20-30 minutos. Pain and Gain, en su título original, acaba siendo un relato sobre la subnormalidad,  en el sentido de personajes realmente estúpidos y sin dos dedos de frente, donde hasta el único carácter sereno como es el policía retirado encarnado por Ed Harris vive en la hipocresía en esa relación amorosa con su joven y autoritaria esposa. NO hay ningún protagonista sereno, todos parecen querer vivir por encima de sus posibilidades pero tampoco hay un comentario crítico entorno a los excesos a los que nos condenamos en nuestra vida, y la excesiva pericia de Bay tras las cámaras acaba finiquitando cualquier esbozo sarcástico.

 

 

 

La película puede considerarse como un mix de Spring Breakers + Fargo + Pumping Iron ( el documental sobre el entrenamiento de un joven Arnold Schwarzenegger antes de ser campeón del mundo de culturismo ) pasado por el filtro de una especie de compendio de la carrera de Michael Bay, pues en dolor y dinero encontramos personajes idiotas, una cámara muy móvil con un cierto ritmo del montaje ( si bien le sobra metraje a la historia como ya comenté ), chicas y chicos de muy buen ver ( Bay se ceba en la visión de los cuerpos esculturales ), humor muy tosco y,. sí, ¡explosiones!; incluso ese travelling giratorio que embarca varias habitaciones y que vimos en dos policías rebeldes II se repite aquí.....

 

 

 

Cuenta con un grupo de actores cumplidores en unos personajes con los que no congenias con ninguno  si bien no me gusta el personaje encarnado por Wahlberg, el cual es tan idiota que no puede ser real. Bay se vuelve a unir con cómicos de la nueva hornada, que basan su humor en el exceso como son Ken Jeong ( Community ) y Rebel Wilson ( Pitch Perfect ). Pero no puedo dejar de apuntar la excelente vis cómica que presenta The Rock como ese ex presidiario  cristiano, y donde el ex luchador de wrestling acaba siendo el mejor actor con diferencia y lo más divertido de esta excesiva cinta, si bien en su tercio final el personaje pierde el rumbo, como toda la historia.

 

 

 

Machista, sexista, excesiva, homofóbica, larga, Pain and Gain acaba perdiendo su oportunidad de haber sido una sátira sobre los excesos del ser humano actual y se termina convirtiendo en un fracaso comercial en la carrera de su director ( si bien su escaso presupuesto será recuperado con creces en el mercado internacional y doméstico ) y haciendo un paso en falso en su carrera, pues Bay ya está rodando la cuarta entrega de Transformers, la cual será un reboot de cara a una nueva trilogía, y además con Dinobots ( Y Mark Wahlberg ).