miércoles, 4 de septiembre de 2013

(Festivales) 70 Festival e Venecia jornada 6 y 7

Vuelven las locuras de Gilliam y Glazer


El canadiense Xavier Dolan, que a sus 24 años se ha convertido en uno de los directores más venerados por la crítica, ha presentado Tom à la Ferme. El film se basa en una obra escrita por Michel Marc Bouchard, que firma a medias el guión con Dolan, y narra la historia de Tom, interpretado por el propio director, un joven publicista que ha perdido a su amante en un accidente. En su funeral conocerá al hermano, que le someterá a serias palizas y le amenazará con matarle si desvela que el fallecido era homosexual ya que su madre pensaba que tenía novia. La situación para el protagonista empeorará cuando ambos comiencen a sentirse atraídos. La propuesta de Dolan ha convencido bastante a la crítica, que la ha recibido un sonoro aplauso tras su proyección, para algunos Dolan ha rodado su película más redonda y a juicio de la recepción que ha tenido en la Biennale es una seria aspirante a figurar en el palmarés.Tres filmes a sus espaldas y la sensación de que no existe límite para este joven cineasta canadiense. En lo estético y lo narrativo. Llegará el momento en que Dolan deje de rodar sus propias sensaciones y extrapole a la pantalla otro tipo de historias, en ese instante se conocerá la verdadera magnitud de, quizá, la mayor promesa del cine actual. Ayer presentaba en la Mostra su cuarta película, Tom à la ferme, otra nueva vuelta de tuerca entre la relación materno-filial con la homosexualidad como eje. El propio Dolan encabeza esta película que ha sido recibida con aplausos en la ciudad transalpina y donde la crítica se ha mostrado más ambivalente. Para Oliver Lyttelton, de IndieWire, "Xavier Dolan da un giro fuerte e incluso agradable en esta película. Y visualmente es su obra más extensa e impresionante”. “Sin duda es su mejor película”, apostilla el crítico. Una opinión que comparte Guy Lodge (Variety), "la excéntrica obra de cine negro gay de Xavier Dolan es su obra más lograda, entretenida y comercialmente viable hasta la fecha”. Por otro lado, a críticos como Carlos Boyero (El País), les pareció “aburrida”, “insufrible” y “pretenciosa”. David Rooney (The Hollywood Reporter), remarca en su reseña que "'Tom à la ferme' es pesada, recargada y demasiado pretenciosa, con un auto-gravedad melancólica que a veces vira hacia lo petardo.". Finalmente, Luis Martínez se muestra más comprensivo en su crónica para El Mundo, tildándola de “Sorprendente, alocada y, sobre todo, furiosa. Por momentos, insufrible; a ratos, magnética”.
 
 
 
Terry Gilliam  es el director maldito por excelencia. Puede que muchos lo tachen de loco pedante pero es indudable que su cine abre una serie de ventanas del cerebro humano que muy pocos artistas pueden lograr. Que Gilliam se presente en Venecia con un largometraje resulta hasta predecible. Se va a llevar cornadas y aplausos, sólo queda saber la proporción. Y ésta resulta muy difícil de calcular. Es el caso de The Zero Theorem, una cinta de ciencia-ficción que aborda asuntos lógicos y metafísicos y que ha sido recibida con opiniones mixtas en el Lido. "Una ambiciosa, sesuda y admirable película de ciencia ficción. Puede que no sea un Gilliam tan sólido como el de "Brazil", "El rey pescador" o "Doce monos", pero es mucho mejor que el de la última década.", afirmaba Oliver Lyttelton, de IndieWire, en su crónica. Luis Martínez piensa que The Zero Theorem "sin llegar a la brillantez visual ni a la delirante provocación de sus mejores trabajos, es un viaje necesariamente confuso y provocativo". En la facción negativa se ha posicionado Carlos Boyero, El País: “con el invariable estilo de la casa. O sea: con estética desquiciada, barroquismo indigesto, diarrea verborréica, una empanada mental notable." Una valoración que comparte Leslie Felperin (Variety): "En sus mejores momentos recuerda a "Brazil", pero termina por convertirse en una masa de bromas sin gracia e ideas a medio cocinar, todo servido con la habitual arritmia del cine de Gilliam." Deborah Young, de The Hollywood Reporter, opina igual que sus compañeros pero resalta las “buenas interpretaciones” de su elenco como punto favorable para el filme.
 
 


La nueva película de Jonathan Glazer tenía su premiere europea en Venecia. Y digo europea porque Telluride, ese certamen tan curioso que se celebra en la pequeña villa homónima de Colorado, se adelantó en la exclusiva. No sabemos como le habrá sentado al director de la Mostra Alberto Barbera. Telluride no presenta su selección 24 horas antes de su comienzo. Este año, además, se ha apuntado 12 años de oscuridad, uno de los posibles hits en los Oscar. David vence a Goliath. Lo que sí sabemos es que el paso de Under the Skin por las pantallas de la ciudad de los canales se ha saldado con buena nota. Unas sensaciones que mejoran las del nombrado evento norteamericano, donde las reacciones fueron tibias. El largometraje cuenta con un punto de partida cuanto menos diferente: una guapa mujer es enviada por habitantes del espacio exterior como cebo para abducir autoestopistas y extraer su carne, un manjar en su planeta. Ciencia-ficción de autor con el sello Glazer que ha recibido adjetivos como magnética, onírica, elegante o sensible. Luis Martínez, de El Mundo, la define como "un minucioso, envolvente y magnético ejercicio de pulso cinematográfico. Cabría añadir preciso y visionario." En el mismo lugar se posiciona el crítico de The Guardian Xan Brooks: "Extraordinario sueño febril. El director logra magia con este material. Coge vieja y usada prosa y la convierte en poesía”. Chris Willman, de IndiWire, opina que "Glazer comparte con Nicolas Roeg su gusto por las narraciones elípticas y las tragedias interplanetarias, consiguiendo algo que casi se podría llamar terror con corazón”. Además destaca a una Scarlett Johannson que “resulta perfecta para el papel". En el otro lado de la balanza un sector minoritario de la crítica entre los que estaba Scott Foundas, de Variety: "La película avanza innecesariamente durante unos prolongados 108 minutos, y la intriga inicial da paso a la repetición y al tedio (...) lo peor de 'Under the Skin' no es que no pase casi nada, es que lo que sucede no es demasiado interesante". Under the Skin no parece un filme destinado a tener demasiada preponderancia en la temporada de premios. Sí, en cambio, para convertirse en una rareza aspirante a cinta de culto. En El Lido el film tampoco ha dejado indiferente, de hecho al finalizar la proyección se han escuchado tantos abucheos como aplausos. Lo que sí ha puesto de acuerdo es Scarlett Johansson que ha alucinado en la piel de la seductora alienígena, para los más entusiastas su personaje será un icono del cine.






Mucha curiosidad ha despertado el debut en la dirección de Steven Knight, autor de libretos para filmes como Promesas del este y la tercera parte de Las crónicas de Narnia. En Locke, una cinta de suspense al uso, cuenta con ese animal interpretativo llamado Tom Hardy. El actor británico ha sido el elemento más alabado de una película que ha dejado un poso agradable en la platea. "Una excepcional historia de un solo hombre para Tom Hardy, un estudio ejecutado de manera ingeniosa sobre la cinematografía minimalista que tiene profundidad, belleza y equilibrio.", comentaba Leslie Felperin para Variety. Luis Martínez, de El Mundo, la ha valorado muy positivamente: "Un retrato convulso, claustrofóbico y voraz de la redención y el fracaso. Sin duda, un muy inteligente prodigio." David Rooney, de The Hollywood Reporter, se muestra entusiasmado tanto con la dirección como con el propio Hardy: "Una obra con una gran fuerza cinematográfica, impulsada por la controlada interpretación de Tom Hardy, que reúne una gran carga emocional que se ve intensificada por su moderación."



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