ATENCIÓN: El
siguiente artículo contiene SPOILERS, avisados estáis
Showtime lo ha vuelto a hacer: como en años
anteriores el primer episodio de la nueva temporada de una de sus series
estrella se ha “filtrado” antes de su estreno, que será el próximo 29 de
septiembre. hablamos de Homeland, la serie que ha encumbrado al canal por cable
equiparándolo a otros canales como HBO o AMC en cuestión de premios y fidelidad
del público ( si bien el canal le debe su nombre antes a series como Weeds o
Dexter, para bien o para mal ). Se desconocen las causas de esta salida a la
luz antes de tiempo: ¿ como se acercan los Emmy hay que volver a poner en el
punto de atención a la serie creada por Howard Gordon? ¿ O quizás sea que en
las últimas semanas solo se habla de Breaking Bad y su sensacional etapa final?
Sea lo que sea ya se puede ver el primer episodio de la tercera temporada, un
capitulo donde faltan por insertar los VFX, pero que ya apunta las líneas
temáticas de esta nueva temporada.
BUSCANDO VENGANZA ( A cualquier precio )
La trama se retoma dos meses después del
ataque a Langley, con Carrie siendo la primera en ser investigada por un comité
montado para tal juicio para vislumbrar si la CIA tenia constancia de ese
peligro y es causante indirecta del segundo peor ataque a suelo americano tras
el 11-S (detalle que conecta aún más el show con la paranoia tras el brutal
ataque de las Torres Gemelas ) y descubriendo como dicho comité consigue
información filtrada y como todo se trata en verdad de una caza de brujas con
el objetivo de quitar los recursos y derechos de la Agencia. Carrie ha vuelto a
sus antiguos hábitos, dejando le medicación y abusando del alcohol, obsesionada
por encontrar a Brody y manteniendo relaciones sexuales con desconocidos
Por otro lado Saul es ahora el máximo
dirigente de la CIA y tiene montado un operativo para acabar con la red
terrorista que perpetró dicho ataque, si bien Brody ( el cual NO aparece en
ningún momento en el episodio, y éste se resiente de ello ) sigue en busca y
captura. Tenemos a Peter Quinn ( Rupert
Friend , una de las revelaciones de la segunda temporada ) como agente de campo
en la demostración visual de la operación puesta en marcha en tres continentes
y que acabará ( o no) con la vida de seis integrantes de esa red terrorista. A
su vez intenta poner en orden sus pensamientos con su esposa/pareja Mira ( Sarita Choudhury) mientras investiga
quien es el causante de esas filtraciones en la agencia, mano a mano con su
compañero Dar Adal ( F. Murray Abraham, el mítico Salieri de Amadeus de Milos
Forman, que pasa a ser personaje regular ) y las cuales servirán como arma en
el juicio público contra la Agencia, a costa de la credibilidad de Carrie, su
antigua “alumna”.
En la familia de Brody veremos como ha
afectado la acusación que versa sobre él y el atentado, como la gente les ataca
e increpa a la vez que su propia hija Dana ha intentado suicidarse. Ella ha
salido de un centro de terapia, donde ha entablado una relación con Leo Carras
( Sam Underwood, quien viene directamente de la octava temporada de Dexter )
mientras se siente perdida en el mundo.
Un episodio desigual
El arranque de esta tercera temporada tras el
sorprendente final de la segunda temporada ha sido algo irregular, pues por un
lado aplaudo la parte más política, con el acoso del Comité y su caza de brujas
mientras intenta poner fuera de juego a la CIA pero la parte familiar, con la
nueva caída en los infiernos de Carrie y la situación en casa de la familia de
Brody es algo fallida en su construcción.
Así ese apunte político que cuestiona a la
propia CIA, el órgano principal de defensa norteamericano y donde se puede ver
cierta crítica interna es muy interesante. Veremos como avanza la investigación
( compuesta en su plano físico por el personaje del senador Andrew Lockhart,
interpretado por Tracy Letts ) a la vez que como hay movimientos
contraproducentes dentro de la agencia, con filtraciones de información
clasificada que ayudan a la propia agencia pero atacan a sus propios miembros
(“una jugada clásica de contraespionaje”, declara Saul tras la información
filtrada de la relación amorosa de Carrie y Brody ). Incluso hay un gran
momento de acción y tensión en esa escena del plan de ataque, donde los
objetivos reciben nombre en código sacado de el Mago de Oz y donde la ejecución
que vemos como ejemplo del resto de ataques está orquestada por Peter Quinn en
una escena que recuerda demasiado a la saga Bourne, en su primera entrega: hay
un niño que entorpece la finalización del plan, por ejemplo; pero también
apuntar la trampa dramática de dicho momento, pues todos sabemos como acabará
ese niño. El momento más álgido de esta parte de la trama es la declaración de
Saul y como pone fuera de juego a una cada vez más fuera de sí Carrie, la cual
es un simple peón, carnaza para las aspiraciones de ese comité, buscando que la
CIA siga manteniendo poder; esta escena puede confirmar muchas de las teorías
que hay entorno al personaje de Saul (interpretado de manera ejemplar otra vez
por Mandy Patinkin ).
En el plano más familiar o íntimo la recaída
de Carrie es ya demasiado consecuente, como si este personaje nunca pudiera
salir de sus propios demonios y a la vez un recurso dramático ya desgastado.
Pero peor aún la parte con la familia de Brody, con éste desaparecido mientras
su mujer e hijos sufren las consecuencias de sus actos: si gran parte de la audiencia
odiaba el personaje de Dana, no sé que van a opinar ahora pues la hija de Brody
gana mucho protagonismo, incluido esa relación amorosa con el personaje de Sam
Underwood. Escenas como la de la cena sobran totalmente en mi opinión, en unos
recursos dramáticos bastante facilones y nada dignos de los grandes momentos
que ha proporcionado hasta ahora el show.
Un episodio irregular, con una parte política
muy interesante y una parte familiar/íntima desigual en su conjunto con caminos
ya transitados anteriormente. Veremos si ambas partes convergen de manera
armoniosa a la vez que esperamos saber que ha sido de Brody.
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