(Cine) ( Críticas) Metallica: Through the never

Un concierto ficcionado

Este curioso proyecto, producido y escrito por los propios miembros del grupo Metallica junto al director Nimród Antal ( Predators ) es, desde luego, una cita ineludible para todo fan del grupo liderado por James Hetfield  , además de la búsqueda de nuevos caminos en el rodaje de conciertos; ha habido muchos directores de cine que se han metido a rodar a sus artistas favoritos ( casos como Win Wenders con Buena Vista Social Club , Martin Scorsese con su mítico The last Waltz, Jim Jarmusch con Year of the Horse y Neil Young ) pero ahora la propuesta de Antal va un paso más allá.

 

Aprovechando el concierto de, el director y los miembros del grupo han montado una pequeña historia, totalmente insustancial y de aires apocalípticos, paralela protagonizada por el siempre excelente Danne DeHaan ( Chronicle, Lawless  ), el cual apenas tiene una línea de diálogo en sus escenas. Así el preparativo del concierto, las horas antes y después así como todo lo ocurrido principalmente durante el mismo, con especial énfasis en la espectacular escenografía y las canciones más populares del grupo se intercalan con esa pequeña historia de supervivencia de un chico que es mandado a recoger una bolsa de contenido misterioso  ( macguffin que sirve cual maletín de Pulp Fiction ) con la única compañía de un bidón de gasolina y un extraño muñeco y se topará con una revuelta social, un cara a cara entre jóvenes y la policía con la presencia de un extraño y violento jinete ( Kyle Thomson ).

 

La historia perpetrada es muy débil, sin ir más lejos el protagonista no dice una sola palabra (aunque DeHaan le aporta presencia física que ya es mucho visto el papel ) y lo presentado sigue la corriente de cine apocalíptico mezclado con cierta fantasía ( el muñeco que cobra vida, la manera en que el joven consigue escapar del grupo que lo persigue, el combate contra el jinete).  Destacar el uso de las canciones como motor narrativo junto a la escenografía usada, un espectáculo en mayúsculas donde el escenario ( con un suelo que es múltiples pantallas a la vez ) es muy bien usado por Antral en su dinámica dirección: los planos cerrados sobre el energético e incombustible batería Lars Ulrich, esos travellings siguiendo a los bajos o rodeando al público , muy bien apoyado en el montaje de  ( destacar el momento en que intercala la persecución de la sociedad sublevada con el griterío del público asistente al concierto ); la energía que transmite el grupo, en un estado artístico soberbio, se transmite a través de la narración. Aún así hay escenas mal resueltas, como el momento en que deciden usar un montaje acelerado y/o cámara lenta: detalles modernos innecesarios.

 

 

 

 

En el nivel orquestal el grupo nos regala algunas de sus mejores canciones, con una puesta en escena apabullante: destacar ese oil, and justice fo all con el montaje ( ¡ en directo! ) de una enorme estatua, los féretros con animaciones o el propio suelo ( donde el director usa muy bien planos picados para aumentar la fuerza de la puesta en escena ) o el momento final de muster of puppets, donde el grupo deja de tocar y se queda atónito ante el coro y las palmas del público. A su vez las canciones están intercaladas con la historia ficcional, de manera mejor o peor.

 

Esa pequeña narración bebe sin dudas de éxitos o films de culto de los ochenta como Calles de fuego o, sobretodo, ese pequeño excelente film de Walter Hill, The Warriors; así se puede ver en la caracterización de la sociedad rebelde o el tono de la foto de . Destacar momentos como el accidente de coche ( con la cámara dentro de la furgoneta ), como el protagonista evita a la plebe ( en una metáfora de la fuerza e inmortalidad de la música de Metallica ) o el cara cara con el Jinete. La narración irá paralela al del concierto, hasta un punto donde converjan ( el accidente del escenario, algo anunciado con pequeños detalles durante el concierto : la luz que falla por ejemplo ) y que dará pie a un concierto íntimo como “ si fuera nuestro garaje “. Comentar que hay un bis durante los títulos de crédito, no os lo perdáis.

 

La cinta es un concierto con una factura estupenda rodeado de una historia que da empaque a la experiencia, no voy a calificarlo de experimento sino de curiosidad, desde luego todo fan del grupo Metallica no debe perdérselo.