La arriesgada y descabellada idea de adaptar
las aventuras del doctor Hannibal Lecter a la televisión hizo temer a los miles
de fans del personaje, convertido en icono literario pero sobreexplotado por
ese mismo éxito y que ha llevado a su creador, el escritor Thomas Harris a
escribir una precuela totalmente innecesaria ( como guión/excusa para una nueva
película: Hannibal el origen del mal ). Pero Bryan Fuller, quien venia de sendos fracasos ( inmerecidos ) como Pushing Daisies o el piloto de una nueva
versión de los Monsters, se ha sacado
de la manga una verdadera revolución para el personaje, a la vez que una de las
más estimulantes ( si no la que más ) series del 2013, donde con un
atrevimiento argumental y visual encomiables se reformulaba el personaje y su
peculiar universo. Así el protagonismo recaía sobre Will Graham (Hugh Dancy )
un consultor del FBI con el “don” de poder ver dentro de los escenarios criminales,
meterse y recrear dichos momentos aún a costa de su salud mental mientras que
el prestigioso y elegante doctor Hannibal Lecter ( un soberbio Madds Mikelsen,
con muchos números para estar al lado de la mítica composición de Sir Anthony
Hopkins ) era un carácter muy secundario que atendía al protagonista y como
según avanzaba la temporada ( montada con una estructura procedimental, que
poco a poco iba abandonando en pos de un plan maestro en la sombra ) el doctor
Lecter iba cogiendo protagonismo hasta ser el maestro de la función. Muy
cuidada visualmente y con un contenido extremo y muy fuerte para un canal
abierto, Hannibal se convierte rápidamente en un gran éxito crítico pero no así
de audiencia por lo que su renovación llega a última hora y posiblemente esta
segunda temporada sea la última (a pesar de que Fuller declaró tener planes
para siete temporadas ), y a tenor de los números tras el estreno de este
episodio en USA, pueda pasar esto; aún así, recemos porque Netflix, Amazon o
algún canal de pago recupere la serie porque Hannibal ha vuelto al mismo nivel
que dejamos la serie.
Así tenemos a Will encerrado acusado de un
crimen mientras que el doctor Lecter está libre ( y fuera de toda sospecha,
aparentemente ) en un reverso de la temática de la serie. Pero la larga escena
situada en un futuro cercano que abre el episodio ( una muy física pelea entre
el doctor Lecter y Jack Crawford ) ya
avanza la ¿muerte? de un personaje y como el psiquiatra y caníbal en su tiempo
libre será puesto en el punto de mira. La acción salta al pasado, donde Will
sigue intentando recordar pues, aunque sigue sufriendo pesadillas con la
presencia de cierto arce y un personaje oscuro con ornamenta, sabe que alguien
le ha tendido una trampa. Pedirá ayuda a la psicóloga Alana Bloom (Caroline Dhavernas ) mientras que los compañeros de Will le
pedirán consejo sobre un extraño asesinato donde las víctimas son embalsamadas
con una especie de silicona para poder conservar los cadáveres a modo de
muñecos de tamaña real mientras se pudren por dentro… El doctor Lecter tomará
el puesto de consultor de Will pero la forense Beverly Katz
( Hettiene Park ) preferirá pedirle consejo al “enfermo” Graham, el cual además
se niega a hablar con nadie más que con Lecter….
Tan enfermiza y a la vez elegante,
visualmente poderosa y con un protagonismo ya (casi) absoluto de ese educado
pero pérfido Lecter, Hannibal ha vuelto siendo fiel a sus señas de identidad y
donde el cara a cara entre los dos protagonistas, un Will Graham manipulado de
manera subconsciente ( “ en mis sueños escucho su voz, Doctor Lecter “ ) que
sabe está siendo usado por el psicópata doctor mientras éste sigue jugando con todo el mundo a riesgo
de ser capturado. Igual de bien cocinada que la anterior temporada, como esos
elaborados platos que cocina el doctor, donde los episodios en esta ocasión
estarán inmersos en la cocina japonesa
(en la primera temporada eran platos de origen francés ) y donde los
creadores son capaces de crear una trama compleja envuelta en un enfermizo
acabado visual, violento y sangriento apartes iguales, incómodo pero a la vez
gustoso de ver; la presencia constante de los cuchillos (el reflejo del doctor
en ese prólogo tan bien filmado ) quizás el arma favorita de Lecter, o esos
constantes planos picados que son cuchilladas para el espectador. ¿ Y qué decir
de ese incomodísimo plano final? Donde la violencia es belleza y a la vez el
mal cuerpo que se queda a uno.
Un inmejorable inicio de temporada que augura
una sesión altamente atractiva, a tenor de esa batalla de egos entre Will y
Lecter, así como detalles como la mayor presencia de Gillian Anderson ( que
interpreta a la psiquiatra del Diablo, es decir, Lecter; a la vez la
protagonista de Expediente X parece haber hecho un pacto con fuerzas oscuras,
pues está más preciosa que nunca…) o el fichaje de Cynthia Nixon
( Sexo en Nueva York o The Big C, donde coincidió con Dancy ), otro
acierto y riesgo en el excelente cast del show; y ojo que Michael Pitt (
Boardwalk Empire ) interpretará a Mason Verger quien
haya visto la menospreciada Hannibal ( 2001 ) de Ridley Scott sabrán lo que se nos viene encima... Bon Appetit
LA PROMO : Episodio 2x02 Sakizuki
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