Tráiler final de Star Wars: El Despertar de la Fuerza
Decía Nicolai Hartmann, filósofo alemán nacido en el siglo XIX, en su libro Ética que "la anticipación de la felicidad en lo aguardado, el mero detenerse voluptuoso en ello antes de que esté aquí, ya disminuye su valor de felicidad". En otra palabras, el hype es una mierda. El hype te puede hacer la espera muy larga y el clímax muy insatisfactorio. Afinando, como el sexo para la mayoría de los seres humanos. El nuevo, espectacular, e impecable por lo poco o nada que avanza de la trama, tráiler de Star Wars es potencialmente muy peligroso. Porque emociona, porque inspira, porque da esperanzas, porque ya he picado como un tolai y he comprado mi entrada para el viernes 18 de diciembre, fecha de su estreno mundial.
El tráiler muestra muy poquito de la trama, básicamente una presentación más definida de sus dos, a priori, personajes principales: Rey (Daisy Ridley), en un rol similar al que ocupaba Luke Skywalker —el cual, en una apuesta de mercadotecnia genial han optado por esconder, generando una expectación sólo igualada por el fichaje de De Gea por el Madrid— en la trilogía original: un(a) Don Nadie atrapad@ en un planeta desértico, soñando al ver las naves irse al espacio y destinad@ a hacer grandes cosas; y Finn (John Boyega), una suerte de Han Solo Begins. Les acompañaran Poe Dameron (no confundir con Cameron Poe, el personaje que interpretaba Nicolas Cage en mi placer culpable favorito: Con Air) encarnado por esa bestia parda que es Oscar Isaac, como piloto de los ¿rebeldes? y Kylo Ren (otra bestia física e interpretativa como es Adam Driver), el representante del lado oscuro que pasa el rato hablando a una máscara derretida. ¿Qué demonios puede fallar aquí?
Sólo dos meses para reencontrarnos con todos. En Abrams (y Kasdan) confiamos.
No, no es de Drew Struzan, pero oye, copiar puede ser un arte subversivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario