En esa línea de nuevas versiones, remakes u
homenajes de títulos clásicos y/o de
culto de los 80, como no también hubo versión nueva de un pequeño clásico del
cine gore como es Evil Dead ( Sam Raimi, 1984 ), hecha con cuatro duros y
escasos medios pero llena de inventiva y energía en su puesta en escena y que
derivó en una trilogía como su segunda entrega, Terrorificamente muertos ( que
ya era un remake de la primera, con más presupuesto ) y el ejército de las
tinieblas, todas ellas protagonizadas por Bruce Campbell en un personaje ya
mítico del fantástico como es Ash. En 2013 hubo una nueva Posesión infernal,
muy estimable, dirigida por el
colombiano Fede Álvarez . ¿ Está todo contado sobre este universo? Pues parece
que no, porque ahora 31 años después nos
llega esta secuela en formato televisivo recuperando a un envejecido Ash, el
cual deberá enfrentarse de nuevo a las fuerzas del mal.
Así nos encontramos con Ash ( un Bruce
Campbell en su salsa ) el cual trabaja como vendedor en unas grandes superficies
y gasta su tiempo bebiendo y ligando con mujeres a las que engatusa con
historias de cómo perdió su mano ( sic ); pero tras una noche de alcohol y
drogas, Ash leerá algo que no debía y las fuerzas del Mal, que tantas penurias
le dieron en el pasado, volverán a asolar la Tierra. Ahora Ash deberá volver a
empuñar su recortada y sierra mecánica y, con la ayuda de Pablo ( el cual
anuncia a Ash como el Jefe, según una profecía sudamericana ) ( Ray Santiago)
la hermosa Kelly ( Dana DeLorenzo )
deberá hacer frente a esas posesiones que van tras él. Por otro lado nos
encontraremos con la agente Amanda
Fisher ( Jill Marie Jones ) la cual acudirá al primer caso de posesión
demoniaca y la enigmática Ruby ( Lucy Lawless, Xena la princesa guerrera;
Spartacus ).
Ash vs Evil Dead supone una secuela en toda
regla de la saga original, a la cual tiene continuación directa ( se habla de
que han pasado 30 años desde los hechos de la cinta original), teniendo incluso
un resumen de las dos primeras entregas ( que sirve tanto como recordatorio
para el fan como para introducir directamente a los que no conozcan la trilogía
de films ) no solo en el plano argumental sino en la puesta en escena y en sus
continuos homenajes. No solo tenemos a un Bruce Campbell que vuelve a hacer uso
de su actuación física ( ese humor físico : la escena de la caja de bombillas,
por ejemplo ) que se une a la puesta en escena, teniendo a Sam Raimi como
director del episodio inicial; el mismo escribe junto a su hermano Ted Raimi y
Tom Specialy; así no faltarán los imposibles travellings que simulan los ataques
demoniacos en primer plano ( sí, esos travellings que se rodaban con unas motos
y/o coches y una madera entre ellos que sostenía la cámara en la cinta original
), el gore alocado ( aunque excesivamente digital, en la línea de Spartacus –
de la cual citar que Sam Raimi es productor ejecutivo de esa serie ya acabada; ) y el montaje , lo que vuelven a hacer de la
acción una especie de dibujos animados en imagen real, como las cintas
originales. No faltará el humor negro que tan característico es de la saga,
sobretodo a partir de la segunda parte: el inicio, con Ash bailando y
poniéndose una faja debido a su sobrepeso y listo para salir…a ligar; la escena
de sexo en el lavabo, la vecina abuela de Ash poseída, esa muñeca asesina ( en
una cita a los esqueletos de la tercera parte, aunque con unos F/X algo
deficientes; son lo peor de la serie ) o ese jefe que parece será uno de los
enemigos a batir por el nuevo grupo. Pero vuelve el mejor Raimi, como demuestra
en la escena de la casa allanada donde acude la agente Fisher y su lucha contra
su poseído compañero ( con la luz intermitente de una linterna ) o el final en
la carabana, con esos zooms tan locos y característicos.
El show deviene una secuela perfecta y
homogénea con la trilogía original, incluso no desprecia la nueva versión de Fede
Álvarez, con una protagonista femenina aguerrida y guerrera como es el
personaje de Kelly Maxwell en el show. Con una puesta en escena arrolladora y
brutalmente divertido, este piloto es una fiesta para el fan de Posesión
infernal, un cóctel perfecto de humor negro, acción, terror, maquillajes protésicos
y sangre ( aunque espero que no abusen
del elemento digital ).
Fede Alvarez es Uruguayo
ResponderEliminarpero buen articulo aunque los efectos no son tan deficiente parece mas bien que es intencional para hacer homenaje a los malos efectos de la primera xD