Hace
tiempo que la frontera entre géneros es difusa, por no decir inexistente; lo
que en la época clásica era algo canónico – una comedia era una comedia, un
drama lo era hasta sus últimas consecuencias - ahora se ha convertido en todo lo contrario a
partir de finales de los 90 y los dosmiles, donde una cinta de terror puede
estar trufada de humor, esa tendencia mezcladora , mucho más visible en series
de TV por cable sobretodo de mezclar drama y comedia, las conocidas como “
dramedias “ o el thriller ser un camino de acción lleno de humor negro, con
nombres ilustres como Quentin Tarantino, Guy Ritchie o Shane Black con su
enorme ( y menospreciada, por desgracia ) Kiss Kiss Bang Bang; esa mezcla no
siempre heterogénea es la base para esta Mr. Right, segunda película en USA del
sevillano Paco Cabezas con guión de Max Landis.
Una
chica con problemas emocionales, rozando la bipolaridad, Martha McKay ( Anna Kendrick ) , que
descubre que su novio la engaña debido a que es una aburrida y que cruzará su
camino con el “nariz de Payaso “ ( Sam Rockwell ), un imparable asesino a
sueldo que es perseguido por Hopper ( Tim Roth
). Así mientras inician una peculiar relación amorosa, se verán en medio de un
plan enrevesado de los integrantes de una familia mafiosa para derrocar a su
líder.
Mr.
Right, que se emitió en el Pasado Festival Internacional de Cinema de
Catalunya, Sitges 2015 ( con muchos aplausos, por cierto ) y que en España se
ha estrenado al final vía Netflix ( 1 ) es una extraña mezcla de “ cantando
bajo la lluvia y el cine de Tarantino “, y esto no lo digo yo sino su propio
director si bien acaba naufragando pro todos los sitios, y no será por el
esfuerzo del director de carne de néon que pone en la puesta en escena; escenas
como la del duelo en el callejón, con esa luz rojiza y la coreografía, están dirigidas
como si de un musical clásico se tratara, aunque eso no es nada nuevo pues los
thrillers de directores como John Woo ya eran coreografías llamativas en sus
escenas de acción, y con muchísima más fuerza visual. Pero ni con su esfuerzo
Cabezas puede superar grandes problemas, y con nombres propios: Max Landis y la
pareja Rockwell & Kendrick
El
antes aclamado guionista de Chronicle ( los que me conocen saben que yo soy un
profundo defensor de la película del antes molón Josh Trank antes de cruzarse
con la Primera Familia marvelita ) está demostrando ser una nube de humo en sí
mismo ( así como un bocazas: seguir su perfil de twitter y veréis ) , con
proyectos insustanciales como este o el dela reciente Victor Frankenstein de Paul
McGuigan; aquí tenemos un guión pobre en su construcción dramática, con un
argumento sencillo, quizás demasiado, y sin saber sorprender al espectador; la
única gracia es el momento en que se conocen los protagonistas y él le confiesa
que asesina a gente, a lo que ella cree que él tiene un humor peculiar. Pero
con una cinta de 90 minutos apenas de duración y que al poco de la hora ya te
aburras y veas una historia con interés cero y ningún diálogo o situación
remarcable dice mucho del trabajo nulo del escritor.
Y si
sumamos a eso una pareja protagonista en dos de sus trabajos, bajo mi punto de
vista, más flojos y sobretodo con química cero, apaga y vámonos. Anna Kendrick
y Sam Rockwell son dos actores que me gustan, y mucho: sus trabajos en up in
the air o dando la nota, por parte de ella, o Moon en el caso de él son muy
remarcables pero aquí ambos no saben que hacer con sus personajes y lo peor, el
director parece que tampoco sabe dirigirlos ( algo en lo que Cabezas no suele fallar,
o al menos ser tan notorio ). Encima ambos rozan la sobreactuación, por
momentos él llega a los niveles de su para Iron man 2 y escenas que pretenden
ser humanizadoras son casi ridículas. Encima tienes a actores como Tim Roth
para desaprovecharlo totalmente, así que nada más que añadir.
Esta
unión de factores hacen que Mr. Right me parezca un proyecto tan sencillo como
intrascendente, donde su pretendida originalidad brilla por su ausencia y se me
hace tediosa a pesar de su corta duración. Una pena.
( 1 )
Dejadme un pequeño punto y aparte, pues canales como Netflix o Amazon ( aunque
en nuestro país aún no tiene presencia ) están demostrando ser los nuevos
conductores de una nueva forma de ver cine, pues ambas empresas así como otras
están gastándose una cantidad ingente de dinero en tener contenido propio – principalmente series,
pero también películas – o de comprar los derechos de distribución de las
mismas, como se ha visto en festivales como el pasado Sundance. Netflix por
ejemplo estrenó la durísima Beast of no nations ( Cary Fukunaga ), el nuevo
proyecto del director de Oculus ( 2013 ) , Hush ( 2016 ) o la futura producción de Brad Pitt,
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