(Crítica) Shame

El gozo carnal por encima de las emociones

Shame se trata del segundo largometraje co-escrito y dirigido por el reputado video artista Steve McQueen ( no confundir con el mítico actor ) que tuvo un debut triunfal con Hunger (2008), crónica de una huelga de hambre de varios activistas del IRA la cual fue premiada en Cannes así como supuso el definitivo espaldarazo para ese metódico y excelente actor que es Michael Fassbender.

En su segundo trabajo juntos nos narran la historia de Brandon Sullivan ( Michael Fassbender ), un exitoso y atractivo empresario que trabaja para David( James Bagle Dale The pacific; Rubicón ) en Nueva York. Pronto descubrimos que Brandon es un adicto al sexo ( contrata prostitutas, sus ligues en el metro o los bares, se masturba continuamente y en cualquier sitio, el visionado de sexo online….). Recibirá la visita de su inestable hermana Sissy ( Carey Mulligan ) con la cual parece compartir un oscuro pasado, y que le llevará a reflexionar sobre su existencia.

Bajo esta breve sinopsis ( que no le hace justicia a la profundidad del film ) no os creáis que nos encontramos con una película moral, en ningún momento se juzga a su ¿enfermo? protagonista, un soberbio Michael Fassbender quien interioriza su papel, llega al extremo de éste tanto anímicamente como físicamente ( sus tan cacareados desnudos integrales ) en una de las mejores interpretaciones de los últimos años.Obvia decir que su entrega ha sido ninguneada en la temporada de premios ( ¿ los recatados americanos no pueden soportar el sexo? ) aunque da igual: el intérprete de origen alemán demuestra papel tras papel ser uno de los mejores actores de los últimos años.

Más que la caída en el infierno de sexo gratuito lo que nos propone McQueen, en un inteligente guión escrito a cuatro manos con Abbie Morgan ( creadora de una de las mejores series del 2011: The Hour ) es un relato de una persona solitaria que ya está asolada en el infierno del placer carnal y todos los problemas que surgen por su adicción ( sus escapadas en el trabajo, para masturbarse en el lavabo tras haber consumido material adulto online con el pc de su trabajo, por ejemplo).

Pero como ya comenté no estamos ante una crucificación de dicho personaje, sino ante la visión de una persona que más que una adicción ( que la tiene ) es un ser INCAPAZ de entablar una relación afectiva con otra persona donde surjan sentimientos; como ejemplo la relación que entabla con una compañera de trabajo, con la cual no sabe como iniciar una conversación o, llegado el momento, es incapaz de consumir el acto sexual; eso sí, después de echarla de su lado, mantendrá un fogoso revolcón con una prostituta contra la ventana donde ve el paisaje, quizás recordando el momento donde vio a otra pareja copulando de la misma manera….

Su pequeño universo de soledad se verá roto con la aparición de su inestable hermana, la cual es cantante y nos sorprenderá con una emotiva versión del inmortal New York New York.

Carey Mulligan es otra actriz imparable, con un año glorioso gracias a sus papeles tanto en el film que nos concierne como en  Drive ( Nicolas Winding Refn,2011). En su papel de la frágil e inestable Sissy veremos como todo alrededor de Brandon se desmorona; también parece haber una historia turbia pasada entre los dos la cual no es desvelada.

McQueen pone una mirada fría, casi quirúrgica en la historia; un ejemplo perfecto es la escena donde Sissy canta el famoso New York, New York en un largo plano fijo; a continuación pasa a otro plano fijo, más corto, de Brandon emocionado ( sabemos que le cuesta demostrar sentimientos al personaje de Fassbender ). Además su mirada sobre el sexo no es explotadora, no busca el éxito fácil mostrando cuerpos desnudos copulando ( parece ser que pensaron en mostrar escenas de sexo real; por suerte lo dejaron correr ), esta historia va más allá de una adicción. También sirve que gran parte del equipo técnico ( que repite con el director ) son ingleses y se sienten extranjeros rodando en Nueva York, algo que le sienta genial a la historia.

Historia contada de una manera fría  pero llena de sentimientos gracias a sus estupendos actores, soberbios todos. Además citar el guión, con esa catarsis final que quizás algunos acusen de previsible pero con un final que nos deja pensativos y acorde con la historia.

Una de las mejores películas de 2011, sin ningún género de duda.