Aardman ha vuelto, y por la puerta grande. Tras tantear el terreno de la animación 3D en asociación Sony Animation Pictures con su simpática Ratónpolis ( Flushed Away, Sam Fell, David Bowers, 2006 ) y la irregular Arthur Christmas: operación regalo ( Barry Cook, Sarah Smith, 2011 ), vuelven al campo donde son unos verdaderos maestros, técnica que han elevado a arte y han ganado varios Oscars a través de sus cortos con los míticos Wallace y Gromit y el sensacional largo Wallace y Gromit: la maldición de las verduras (Nick Park, Steve Box, 2005 ):la animación Stop Motion con plastilina.
Lo vuelven a hacer con un relato ambientado en el universo de la piratería y donde se conjuga la aventura, parodia y sobre todo el ritmo en la sucesión de gags e imaginación en éstos.
Nos presentan al Capitán Pirata ( voz en VO de Hugh Grant ), un pirata que busca desesperadamente la fama y que con su curiosa tripulación formada por su fiel número Dos ( voz de Martin Freeman, el Bilbo Bolsón del Hobbit ), una mujer disfrazada de hombre, un pirata Albino ( doblado en la versión española por... ¡Andrés Iniesta! toma chiste.... ) y la mascota en forma de enorme loro, se presentará a Pirata del Año. Pero en su camino se cruzará con Charles Darwin, el cual le anima a que se presente al premio anual de ciencias pues su gordo loro resulta ser uno de los últimos especímenes de dodo, con el fin de obtener el gran premio: una audiencia privada con la Reina Victoria ( voz de Imelda Stauton ), de la cual Darwin está locamente enamorado (¡!). Pero la reina insistirá en quedarse con el dodo para su zoo privado, si bien su idea es la de que sea su plato principal en la cena anual de especies exóticas....
Digno elogio lo de Aardman pues en un campo tan costoso y laborioso como el de la animación Stop Motion con plastilina y ellos tienen la ocurrencia de realizar un largometraje lleno de escenas de acción, un ritmo endiablado y personajes y escenarios detallados.
Quizás podemos atacar al film en la descripción de sus personajes y en un guión algo simple, donde encontramos un discurso sobre la fama, el trabajo en equipo y la camaradería, pero su ritmo loco e ingenio en la puesta en escena, donde puedes estar ante una escena intrascendente o sin cierta chispa pero en segundo plano estás viendo un ingenioso gag, salvan el escollo presentándonos un divertidísimo film de aventuras piratas ; Jack Sparow, apártate.
Desde esos primeros abordajes insatisfactorios ( como ese barco de leprosos ), al dibujo de algunos personajes como el tonto y enamoradizo Darwin, esa villana excelente en la piel de la Reina Victoria la cual odia a muerte a los piratas o el verdadero roba-escenas del film, ese mono y sus tarjetas de nombre Señor Bobo. Una sucesión non stop de escenas llenas de detalles graciosos o cuanto menos simpáticos y que nos alegran la vida durante sus vibrantes 88 minutos.
En una época donde podemos disfrutar de la emotiva Brave y a la vuelta de la esquina tenemos el estreno del nuevo film del estudio responsable de la hipnótica Coraline ( Henry Selick, 2009 ), las alucinantes aventuras de Norman, esta Piratas nos demuestra que algunas de las mejores ideas de puesta en escena se encuentran en el cine de animación actual.
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