(Crítica) Sin ley - Lawless

Los hermanos invencibles

Los hermanos Bondurant eran tres hermanos que dominaron la producción clandestina de licor ilegal durante los años 20 aprovechando la ley seca. Su fama de violentos y resistentes hizo que se creara una leyenda a su alrededor, lo cual hacia temer a sus potenciales enemigos, incluso a los grupos del crimen organizado que se formaron esos años en grandes ciudades como Philadelfia, Chicago o Nueva York; historias como la de que Forrest Bondurant ( encarnado por un duro e hierático Tom Hardy ) le abrieron la cabeza y ando kilómetros con dicha herida es una de las muchas historias ( ¿ ficticias?) que aumentaron la fama de dicha familia. El film, que une de nuevo a la pareja creativa formada por John Hilcoat y el guionista y músico Nick Cave tras sus anteriores e interesantes largometrajes The proposition y la carretera, juega con la idea de estas posibles leyendas y la idea de que los hermanos eran invulnerables así como supone una acertada recreación de los años de la ley seca, dos historias de amor y el proceso de aprendizaje y maduración por parte del menor de los hermanos ( un fallido Shia LaBeouf ).

La cinta adapta una novela de Matt Bondurant ,The Wettest County in the World, que se inspiró en hechos reales protagonizados por su propia familia. Narra las peripecias de una banda que traficaba con whisky casero cuando aún estaba vigente en Estados Unidos la Ley Seca (1920 a 1933).  

Hilcoat y Cave nos llevan a una época clave para la aparición de la mafia moderna en un hecho histórico clave para el surgimiento de estos grupos como fue la prohibición de las bebidas alcohólicas, si bien fijan su mirada en un pequeño grupo familiar anclado en un pueblo o sea la descripción menor de un movimiento mayor como fue el de los grandes grupos del crimen organizado de las grandes ciudades; un ejemplo de esto último seria la aparición del mítico Floyd Banner ( encarnado por un breve pero sensacional Gary Oldman ). En su descripción y recreación histórica así como en la temática podríamos asimilar el film a la serie de HBO Boardwalk Empire ( 2010 - ) .

Con el protagonismo de Tom Hardy ( uno de los mejores actores del momento, un actor quien sabe usar su fiero aspecto físico como otra herramienta para sus papeles y cuya presencia sirve perfecta para encarnar al parco en palabras pero duro en sus respuestas Forrest Bondurant ), Jason Clarke Jessica Chastain ( en un papel algo tópico pero que se sirve de las buenas artes de la emergente actriz y además para los fans y no fans nos regala su primer desnudo integral ) , Shia LaBeouf ( quien narra el film, y asume gran protagonismo, en lo más flojo del relato ) y unos excelentes Guy Pearce ( con un personaje acojonante, en su presencia física la cual da mal rollo ) y Dane DeHaan ( el nuevo Harry Orborn de la secuela de The amazing Spider-man, quien sabe emocionarnos con su corto papel como el socio del pequeño de los Bondurant, un mecánico algo retrasado ), las mejores interpretaciones del film junto a la corta labor ya comentada de Gary Oldman (cuyas escenas son clichés del cine de gánsteres clásico )

El film, que cuenta con un gran trabajo fotográfico de Benoit Delhomme ( el plano del anochecer iluminado por las destilerías ilegales, por ejemplo ), contiene una violencia seca, directa y dolorosa la cual, junto con la presencia del actor Guy Pearce, emparenta a esta película con el film debut de la pareja artística, el violentísimo western The proposition, a riesgo de equivocarme no estrenado en nuestro país, para variar. Además citar que por momentos, tanto en su puesta en escena como iluminación y montaje parece que estemos ante un film de terror más que una recreación histórica ( el ataque a Hardy; la violación de Chastain; la posterior venganza de los Bondurant ).

La narración se basa mucho en la descripción de la evolución del personaje de Shia LeBeouf, el más pequeño de los hermanos Bondurant que quiere entrar en el negocio del tráfico de alcohol si bien su falta de físico e ideas ( muchas veces es descrito como la parte débil de los hermanos) pondrán en peligro a su familia. Por suerte sus creadores no abusan de la voz en off, que aparece en dos contadas ocasiones para agilizar la narración. Otro aspecto es la de las dos historias de amor, una del propio Beouf con la joven religiosa Mia Wasikowska ( fallida, como toda lo concerniente a este personaje ) y otra la de los personajes de Chastain y Hardy, mucho más emotiva y acertada en su descripción.

Conviene parase un momento en la descripción del agente de la ley ( ¿? ) contratado desde Chicago para controlar la fabricación y tráfico de alcohol del pueblo, encarnado por un serpentino ( en acertada descripción del crítico Carlos Boyero ) parecer por el australiano Guy Pearce. Su aspecto físico, con esa vestimenta extremadamente elegante ( odia ser tocado, como cuando apaliza a alguien ), esas cejas escasas y blancas, ese peinado extraño y teñido así como sus acciones violentas ( es de gatillo fácil; el plano del hotel donde una prostituta de color está sentada encima de una hoja de periódico encima de la cama después de haber dado sus servicios…. ) son el contrapunto perfecto de la familia de hermanos los cuales se dedican a un negocio ilegal pero cuyas acciones no parecen ser tan deshonestas como las del personaje de Guy Pearce, y aquí es donde el film parece querer tener una mirada romántica y positiva sobre estos históricos personajes, si bien falla si esta es su intención, al contrario de dibujos parecidos como la labor de Arthur Penn en Bonnie y Clyde ( 1967 ), donde encontramos una mirada positiva e igualmente romántica sobre la pareja de asaltadores de bancos.

Por último es destacable como el film ironiza sobre la posible inmortalidad de los hermanos Bondurant, pues parece que éstos no pueden morir; Forrest cree que, después de ser degollado, caminó hasta el hospital pero fue Chastain como sabremos más tarde quien lo llevó. Y ese acertado plano final, de una alta carga irónica, pues el final de la vida del mayor de los Bondurant llega de la forma más estúpida….