En un nuevo ejemplo de la falta de
originalidad hollywoodiense o de cómo una idea puede dar a diferentes cintas en
un espacio corto de tiempo, este verano podremos asistir a una mezcla de cine
catastrófico y cine de acción con un argumento como mínimo curioso: el asalto
al centro de la política americana ( y , por hechos de la globalización, el
centro mundial político ), es decir, un posible ataque terrorista a la Casa
Blanca.
Así,. en una carrera de obstáculos por ver
quien llega antes a la meta y es capaz de ganar potencial audiencia primero,
tenemos dos proyectos paralelos con la misma exacta trama pero con dos maneras
de entender el cine de acción como son las de Antoine Fuqua ( quien saltó a la
fama con su excelente Training Day ) con su proyecto cuyo título original es
Olympus has fallen ( Olympus hace
referencia a la sala de ) y el alemán Roland Emmerich ( amo y señor de la
destrucción, y más americano que la propia bandera americana : Independence Day
es el mejor ejemplo ) con White house down. La cinta de Fuqua, que es la que
referenciamos aquí, cuenta con un sólido reparto formado por Gerald Butler, Aaron Eeckhart, Ashley Judd,
Moorgan Freeman, Robert Foster, Rickie June y Melissa Leo mientras que la
de Emmerich contará con el protagonismo del ascendente Channing Tatum, Jamie Foxx, Maggie Gyllenthal, James Woods y Jason Clarke. De momento parece que, por
éxito comercial y crítico, ha ganado la contienda la cinta del artesano Fuqua.
El argumento es simple: en unas navidades la
primera dama ( una atractiva Aslhey Judd ) fallece debido a un accidente de
tráfico debido a la inclemencia del tiempo cuando el jefe de seguridad Mike Banning ( un
adecuado Gerald Butler, olvidándose de las horribles comedias románticas que ha
estado protagonizando últimamente y siendo un action hero puro ) decide salvar la vida del “líder del mundo
libre “ o el presidente de los Estados
Unidos ( Aaron Eckhart ) antes que la vida de su esposa y todo bajo la atenta
mirada del hijo pequeño de los mandatarios de USA (1 ) . Años después el personaje de
Butler trabaja en el Tesoro pues el presidente no puede perdonarle cuando la
Casa Blanca es asaltada por un grupo armado de norcoreanos liderados por el
elegante ( Rick Yune ). Casualmente,
Butler pasaba por allí y se convertirá en la ultima oportunidad para salvar al
presidente y evitar un cataclismo nuclear.
La cinta, diciéndolo claro, “apesta” a
patriotismo yanqui ( nota benne: un poco más y esta opinión coincide con el 4
de julio americano …. ) aquí no faltan los planos de las banderas americanas (
citar el momento en que la bandera es tiroteada ) ( 2 ) o esos discursos
alabando a la familia a los americanos y al propio país, la música cargada de
trompetas a lo James Horner pero de ahí su director el interesante y aplicado Fuqua,
nos trae una de las cintas de acción más honestas, entretenidas y bien filmadas
de los últimos meses, donde todo se ha convertido en chicos bien vistos y
musculosos persiguiéndose en coche, explosiones a mansalva y sobrecarga de CGI.
Al menos la cinta no llega a los niveles
patrióticos de otros films como Amanecer rojo (John Milius, 1984 )
La cinta contiene ese comentado y acertado
prólogo, que le da un cariz dramático al personaje protagonista y a la propia
historia, para luego construir una serie de set pieces de acción que van
aumentando en un emocionante y calculado in crescendo, desde ese asalto aéreo
combinado con el ataque por tierra o las diferentes escaramuzas dentro de una
derruida casa blanca . Aquí Fuqua con la
ayuda de su montador John Refoua ( Avatar ) demuestra su buena mano en las
escenas de acción, como ya demostró en Lagrimas del sol o Training Day aunque
tiene ocasión de lucirse más y mejor. Así la labor de Fuqua hace que
definitivamente se le pueda catalogar como un artesano, pues coge el material
de base ( con muchos peros también claro: la aparición de ese traidor, por
ejemplo, es para cogerlo con pinzas ) y
nos da una honesta y muy entretenida a la par que bien filmada cinta de acción.
Hay momentos sobrantes o criticables como esa moda de hacerlo estallarlo todo
como la secuencia de la caída del monumento del Capitolio ( en una escena muy “
emmerichiana”; pongo la mano en el fuego que el director alemán tendrá un
momento catastrofista, y muchos más, en su correspondiente cinta ) o el ataque a unos helicópteros con unas
defensas antiaéreas situadas en la propia Casa Blanca ( ¡! ) pero se le perdona
en su buena construcción de las escenas de acción y tensión, donde podemos
encontrar lo más cercano en espíritu y maneras ( como la ironía de ciertos
diálogos de su protagonista que nos hace sacar una sonrisa recordando al pobre
policía McClane en el edificio ) a la saga de Jungla de cristal original ahora
que esa misma saga ya no es fiel a sí misma .
También ayuda la buena labor de sus
intérpretes como Butler, quien vuelve a ser un héroe de acción y su química con
Aaron Eckart o el niño Connor ( Finley Jacobsen ), así como la presencia de
secundarios de lujo como Angela Basset, Robert Foster o Morgan Freeman ( quien,
sin sopilear demasiado, debe asumir la presidencia de USA en funciones: claro,
si es Mandela y DIOS, como no iba a ser el presidente ) o el villano encarnado
por Rick Yune ( en un apunte ¿de actualidad? ) que aporta presencia física y
poco más.
No os dejéis engañar por su tufillo
patriótico pues aquí tenemos una cinta extremadamente entretenida, muy bien
filmada y sin pretensiones, une película de acción que parece homenajear y
recordar al mejor cine de hombres como John McTiernan ahora que son
reivindicables y el cine de acción moderno se ha pervertido.
( 1 ) En una línea narrativa que une este film con el excelente thriller
protagonizado por Clint Eastwood y John Malkovich y también dirigido por un
alemán, Wolfgang Petersen, en la línea de fuego.
( 2 ) Destacar que esta trama y sus múltiples
escenas de acción también pueden encontrarse, y son similares, a las de las
últimas entregas de la saga shooter de PC, Playstation, Xbox y compatibles Call
of duty ( Infinity Ward/ activision ) o Battlelfield ( DICE / EA ) o, en un
plano más cachondo y desvergonzoso, en la cuarta entrega de Saints Row .
Lo que más me sorprendió al empezar a ver esta película es que no pasaran ni 10 minutos y la Primera Dama ya había desaparecido de la cinta.Ataque a la Casa Blanca intenta sorprender en algunos momentos a lo largo de dos horas y es que el problema y lo que da pie a tanta crítica es que haya salido a la par de una versión "diferente" sobre el mismo tema. No es tan mala si la ves un domingo por la noche y no tienes nada que hacer.
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