martes, 3 de septiembre de 2013

(Cine) ( Crítica) Mud

Madurando en la profunda América

 


Hace unos años un joven director norteamericano llamado Jeff Nichols sorprendió con una cinta que aunaba un drama íntimo paterno-filial y cine apocalíptico con la genial Take Shelter (2011 ) protagonizada por Michael Shannon ( el actor fetiche de su director, para quien también protagonizó su debut, Shotgun Stories ) y la ascendente Jessica Chastain. La cinta recibió muy buenas críticas y ganó el Premio de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes de ese año.  Ahora Nichols nos trae una cinta sobre la maduración entre otros temas y donde podemos observar como su cine ha madurado llegando a altas cotas, como demuestra su dominio de la narración, con la naturaleza como elemento primordial de su corta filmografía así como la gran dirección de actores que atesora.

 


Mud sigue las desventuras de dos jóvenes, Ellis y Nec ( el sorprendente Tye Sheridan y Jacob Lofland ) quienes viven cerca del río Missisipi ayudando a su familia y como ellos descubren un barco situado encima de un árbol, donde se cobija un prófugo de nombre Mud ( el excelente Matthew McConaughey ) que ha vuelto al pueblo para poder reunirse con su amada Juniper (una breve pero concisa Reese Witherspoon ) a pesar de que un altercado en el pasado hace que vayan tras él. Este encuentro supondrá una entrada en la vida adulta para Ellis así como una relación de amistad irrompible y una historia de amor realmente bella.

 


Mud tiene diferentes capas en su historia y funciona bien en todas ellas:  es un relato iniciático donde un joven aprenderá sobre el amor y la vida llevándose duros golpes, una historia sobre una amistad, el choque entre la vida entorno a la naturaleza versus la vida en ciudad, una historia de amor muy bella así como un relato policiaco donde un hombre enamorado intenta huir de su caza. A ello ayuda tanto la serena puesta en escena de Nichols donde choca la visión de una naturaleza tranquila contra una sociedad de las ciudades violenta así como la excelente labor de su casting, a los que hay que sumar a los ya citados a Sam Shepard ( como el mentor de Mud ), Michael Shannon en un brevísimo papel y los televisivos  Ray McKinnon ( Sons of Anarchy ) y Sarah Paulson ( no perderos su labor en American Horror History Asylum ).

 
 


Así Nichols se recrea en la exhibición de una naturaleza que acoge a un ser que actuó por un hecho noble pero de manera errónea, y como esa naturaleza, vislumbrada en esos largos travellings por el río, a modo de momentos malickianos ( ahora cualquier película con momentos contemplativos  ya es tachada de ser deudora del cine de Terrence Malick ) aunque nada más lejos de la realidad. La naturaleza de Mud sirve como escondite y lugar que acoge al ser humano, no como en take Shelter donde era peligrosa y sinónimo del fin de la humanida ( o no) pero también esta naturaleza puede ser despiadada y atacar como la escena de la serpiente, momento criticado pero que creo es necesario de cara a ser un detonador dramático para la acción y sus personajes. El ritmo es sosegado y la narración bebe tanto del cine sureño de Robert Mulligan ( con matar a un ruiseñor a la cabeza ) pero sobretodo su mayor fuente de inspiración es la literatura al coger elementos de obras como las aventuras de Huckleberry Finn, Grandes esperanzas de Charles Dickens y esa relación de amistad entre Mud y Nec recuerda a la relación entre los personajes protagonistas de la isla del tesoro de Robert Louise Stevenson.

 


Pero Mud, aparte de por sus elementos narrativos, destaca especialmente por la labor de sus actores, todos a un gran nivel pero con el joven Tye Sheridan ( quien trabajó para Terrence Malick en el árbol de la vida y ahora acaba de estrenar en el 70 Festival de Venecia Joe de David Gordon Green ) y McConaughey quien lleva a cabo su mejor papel hasta la fecha tras sus logros construidos en films como el inocente, Magic Mike o Killer Joe de William Friedkin: la química entre ambos actores es fantástica y el relato gana mucho peso dramático gracias a ellos. Imprescindible ver la cinta en V.O. para disfrutar del trabajo de dicción de McConaughey. ver todas las escenas que comparten es puro cine.

 


Mud así se convierte en una gran cinta iniciática y un paso seguro más en la carrera de un joven director que apunta muy alto, fiel a sus bases y a su vez capaz de emocionarnos con clásicas escenas ( ese momento de despedida entre dos enamorados que no pueden estar juntos). A seguir en el futuro, y si no habéis visto take Shelter ya estáis tardando.

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