Sé tú
mismo, sé diferente
Hace años
que se está comenzando a criticar que la antes “original”, “arriesgada” compañía
Pixar, capaz de darnos relatos adultos y novedosos bajo el prisma del cine de
animación (aunque eso no quita que fueran historias mejores que los de imagen
real, más alabados o tenidos en cuenta ) ahora se dedique a darnos una secuela
tras otra de sus más célebres títulos, algo que viene siendo tónica desde Cars
( ese film-excusa para vender merchandaising a cascoporro ) o la marcha de sus
más grandes talentos al cine de imagen real, como con Misión imposible:
protocolo fantasma o Tomorrowland o el propio Andrew Stanton con la, para mí,
divertida y simpática John Carter. Ahora nos presentan una nueva entrega de una
de sus películas más aplaudidas, Buscando a Nemo, aunque tomando como
protagonista a Dory, la secundaria roba-escenas de la primera entrega.
Su
condición de secuela nos hace presagiar lo peor, si bien es verdad que la
compañía ha sido capaz de demostrar que, por ser una nueva entrega de una
anterior cinta eso no es motivo de que sea peor, al contrario: ahí tenemos el
ejemplo de la saga Toy Story, donde cada film es mejor que el anterior ( ahora
a ver esa cuarta entrega, que será una comedia romántica escrita por la
actriz ). Puedo afirmar que Buscando a
Dory no es mejor que su predecesora, no tiene la magia ni la capacidad de
sorpresa, aunque a nivel emocional y de personajes, hace que la cinta esté a un
nivel similar de calidad general.
Usando
el mismo esquema narrativo de la primera entrega, esto es, la marcha del hogar
para buscar a la familia ( en este caso, los padres de la desmemoriada Dory ),
Buscando a Dory parece una secuela calcada de su primera entrega, como demuestra
su prólogo ( que lo es a la vez de la primera y esta segunda película ) y su
primer acto, DEMASIADO similar al de la anterior cinta ( 1 ). También citar
como se “auto” critica su condición de secuela, como esos comentarios del pez
payaso Martin y sus reiterados comentarios de “esto me suena “. Pero, después
de esa excelente secuencia de suspense con un camalar gigante, la historia
cogerá su propia identidad al buscar nuevas localizaciones, como ese instituto
de vida marina y sobretodo, como viene siendo marca de la casa, nuevos
personajes secundarios entrañables y llamativos.
Si bien
es cierto que el proceso de la recuperación de memoria de Dory puede ser algo
forzado, no deja de ser una argucia narrativa para un film divertido y donde la
acción vuelve a estar salpicada de aventuras y set pieces tanto emocionantes
como divertidas, y como ya dije, eso es gracias al talento del directro Andrew
Stanton y su equipo de artistas, capaces de dar vida a unos personajes
secundarios que acabarán robando la función, desde esos osos marinos a la Becky
( divertidísimas sus tiras y afloja con Martin y Nemo, los cuales tienen mucha
importancia en el relato , el tiburón ballena medio ciego Destiny, “ con las mejores gafas del mundo” y ese
ENORME personaje que es el pulpo , con
voz a cargo de Ed O’Neill ( 2 ), sin lugar a dudas uno de los mejores
personajes secundarios de Pixar, y protagonista de las numerosas secuencias de
acción dentro de esas instalaciones. También se opta por esa norma no escrita
de que una secuela debe ser más oscura que la anterior, y así en vez de esos lugares
coloridos y llenos de magia ( y de peligros, también ) que vimos en Buscando a
Nemo, aquí tenemos un agua más turbia y “ sucia”, con lugares como el
cementerio de , o las diferentes estancias del instituto marino; un recurso
visual que también puede servir como metáfora visual de la falta de memoria de
Dory y como se enturbia su imagen y/o recuerdo de sus lugares conocidos y su
visión del mar solitario y “desconocido”.
Así hay
que aplaudir momentos como el del ataque del calamar gigante, la presentación
del pulpo ( como se usa su condición de camuflaje para las diversas set pieces
así como elemento cómico: quedaros a ver los títulos de crédito finales ), la
larga huida del instituto así como ese climax final ( quizás demasiado “exagerado”
aunque ese plano final a cámara lenta y su fondo musical no tiene precio …. ).
Una
cinta que vuelve a hablar de temas como el trabajo en equipo para superar las
adversidades, la importancia de la familia o sobretodo la capacidad de
superación de tus discapacidades ( en la primera entrega físicos – la aleta
pequeña de Nemo –y en este caso la discapacidad de Dory – su pérdida de memoria
- ) en una historia llena de emoción, aventuras y personajes extraordinarios.
(1 ) Si
bien esa repetición del esquema inicial, que aunque reiterativo, funciona,
también es síntoma de la pérdida de la memoria de la protagonista y de cómo se
repiten ciertos momentos que ella ha olvidado.
( 2 )
No se suele tener en cuenta las voces de doblaje de los films de Pixar, los
cuales no quieren basar su interés es las estrellas contratadas para esa labor,
antes prima el acabado técnico y artístico, pero aquí cabe alabar la labor de
Ellen Degeneres y Ed O’ Neill ( como el pulpo : esa voz ruda del actor de
Modern Family casa perfectamente con el carácter del personaje, un ser herido
pero lleno de amor en sus tres corazones, que son los que tiene un pulpo ) en
la V.O. y en versión doblada también la de Anabel Alonso, capaces de dar
corazón a un personaje que podría salirse de madre muy fácilmente como es el de
Dory
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