miércoles, 25 de abril de 2012

(Crítica) Mad Men 5x06 Far Away places


Falsas apariencias




Después del anterior episodio donde vimos a un Pete desfallecido y totalmente infeliz ante su presunta felicidad con su recién formada familia y su nuevo status. Ahora, en uno de los mejores episodios de la temporada ( y me atrevería a decir,de la serie) vemos como se encuentran anímicamente tres de los protagonistas, Peggy, Don y Roger.

Mediante flashbacks dentro del episodio y viviendo una situación desde tres puntos de vista veremos como la presunta felicidad laboral, emocional, marital de los protagonistas del show no es tal como parece.

Peggy tiene de nuevo una entrevista con Heintz, la cual le ha rechazado su propuesta de publicidad para la compañía, para desespero de la (antes) exitosa publicista. En dicha reunión espera contar con el apoyo de Don ( el cual anteriormente se puso de favor de la empresa, para sorpresa de todos ) pero éste decide hacer una escapada de fin de semana con su esposa Megan a un restaurante cerca de la frontera con Canadá, con el pretexto de realizar una campaña publicitaria para dicho establecimiento; a cambio reciben un tratamiento VIP. Pero dicho viaje estaba propuesto a Don por Roger como vehículo de escape y diversión para los dos maridos para viajar solos, aunque se le tuercen los planes a Slaterry y debe asistir a una cena-experimento con amigos, psiquiatras y demás, de su esposa. En dicha reunión experimentarán tomando LSD, el cual les proporcionará un viaje alucinógeno…y Roger abrirá los ojos ante su (verdadera) vida.

Si en esta temporada tenemos el problema racial de telón de fondo, en este sexto episodio se trata directamente el consumo de drogas alucinógenas, tan de moda en los 60: Peggy, tras su fracaso laboral y su explosión tras dicha infructuosa reunión, acudirá sola al cine donde fumará un porro con un desconocido y luego le masturbará….A su vez Slaterry verá como una cena con un grupo de intelectuales se transforma en un viaje sensorial tras tomar LSD. La puesta en escena de dichos momentos no tiene tics visuales exagerados ( pongamos por caso, el cine de Ken Rusell) sino que experimentaremos esas sensaciones mediante las interpretaciones de los actores ( las miradas perdidas, los gestos extraños…)y el juego con la pista de sonido ( cada vez que Roger abre una botella cree escuchar trompetas, un concierto, etc

Además veremos como la escapada romántica de Don y Megan se transforma en una discusión marital en un momento de pavor para Don: tras pelearse con Megan ( pues ella como bien apunta, no sabe “ cuando se acaba frontera entre su marido y su jefe “ ), Don abandona el hotel de carretera y al volver su mujer no está. Tras buscarla, numerosas llamadas, etc volverá a casa donde tendrá una terrible pelea con su esposa   ( rozando la violencia física ) : “ cada vez que nos peleamos, nos empequeñecemos”, dice Megan

Hay varias escenas que las veremos desde diferentes puntos de vista, hilvanando de manera perfecta las tres historias tratadas. A su vez se puede percibir una sensación de malestar en el fondo de las escenas, una especie de aroma lynchiano tras lugares comunes de la sociedad americana como una sala de cine, una cena ( que se trasformará en un experimento social ) o un hotel de carretera colorido y brillante.

Un gran trabajo de puesta en escena ayuda a unir el gran trabajo de guión y las excelentes interpretaciones, huelga decirlo.

Mad Men apunta muy alto, ¿ganará su quinto Emmy –consecutivo- al mejor drama?

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