El cine de acción se basa principalmente en
crear set pieces que sean emocionantes, tensas, espectaculares aunque siempre
con un mínimo de historia o guión detrás de las mismas. Hay veces que la labor
del guionista es una simple excusa para que sus curtidos directores nos
presenten estas grandilocuentes escenas pero en el caso de esta cinta no se
salva ni el guión ni la labor de su director Jon Moore. Incluso como ya comenté
al principio Bruce Willis parece que pase por aquí sin tomarse nada en serio el
papel, no hay esa ironía que tanto atraía al público y el villano está
desaparecido, una cinta es tan buena como lo sea su malo dicen, pero la
presencia de éste en die hard es risible. Han pasado más de 60 minutos y no
sabemos quien es el villano ni cuales son sus motivaciones y cuando las
conocemos son totalmente infundadas y sin ningún tipo de creación que aporte
dramatismo o tensión a la (inexistente) historia.
Y es que el guión ( o el conjunto de escenas
sin ningún tipo de inventiva ni apenas diálogos, mejor dicho ) escrito por Skip
Woods ( aquel que escribió la simpática Operación Swordfish, una cinta diseñada
para aprovechar las escenas de acción de Matrix, LITERALMENTE; bueno, y para
que Halle Berry nos enseñara las tetas ) no hay por donde cogerlo…¿ Rusia como
lugar para situar la acción? La Guerra Fría y los ochenta quedaron lejos. ¿ Un
tratado sobre las relaciones paterno filiales? Habría sido un añadido, algo que
rascar, pero no hay ningún drama entre padre e hijo más allá de que éstos están
peleados y llevan años si hablarse. El
villano como ya comentaba no es ninguna amenaza en ningún momento, encima los
malos aparecen y desaparecen por arte de magia, así como comprobar que en el
país del este apenas hay policías…. Además la cinta quiere ser una suerte de
mezcla de Bond ( el hijo es un espía; ¿McClane como elemento del pasado? el
apunte es interesante pero no utilizado tampoco, lástima ), con Bourne ( las
persecuciones en coche, aparatosas y “realistas”, o eso pretenden ) mezclado
con explosiones a tutiplén y una morena buenorra que conduce un helicóptero;
ríete tú de la saga Transformers y el cine de Michael Bay en general….. Pero en
ningún momento se tiene en cuenta la continuidad de la saga de Jungla de
cristal, una de las mejores en cuanto a cine de acción se refiere: no digo yo
que deban ser continuistas pero en su afán de renovar, copiando o tergiversando
otras cintas del género, no consiguen ni crear una cinta de acción espectacular
ni novedosa en cuanto a ella misma o dentro de la saga.
La elección del director tampoco ayuda en
nada. para la ocasión se ha convocado a John Moore, cineasta sin ningún bagaje
que viene de cintas de acción insulsas basadas en videojuegos ( Max Payne ) o
remakes sin valor ninguno ( el vuelo del Fénix; ¡ La profecía! ). Muchos se
quejaron, con cierta razón, de la labor de Len Wiseman y sus tonos azulones en
la jungla 4.0 ( además de la presencia del cargante Justin Long ), pero aquí
Moore a través de una cámara al hombro continua y esos horribles zooms en una
estética sucia pretende acercar la cinta a un ambiente más terrenal pero su
labor es torpe, ineficaz y sin nada atrayente. La película, a pesar de durar
apenas 97 minutos, se hace tediosa, aburrida, no hay ninguna set piece
recordable o como mínimo destacable…. Hay cintas que, por muy malo que sea su
guión, tienen pericia visual al menos o alguna secuencia destacable; sin ir más
lejos, ver como se ha renovado la saga Fast&Furious, que tendrá el bagaje
crítico que tiene pero su quinta entrega fue un soplo de aire fresco parta esa
saga y cine comercial bien rodado, como mínimo. Puedes hacer secuencias de
acción inverosímiles, increíbles, para eso existe el cine, pero con un mínimo
de atención en las mismas, aquí el público ( y no digamos el fan ) desconecta
muy rápido y solo piensa en que la cinta acabe cuanto antes mejor.
¿ Y sus actores? Pues como ya decía sorprende
ver la actitud de Bruce Willis, principal impulsor de estas secuelas, pues está
totalmente pasota, en una actuación donde no vemos en ningún momento el carácter
que tan marcado posee John McClane: no hay asomo de ironía ni humor en sus
acciones, ¿ one liners? no contéis con ellos, parece que el tito Bruce quiera
cobrar su respectivo cheque y a otra cosa… El resto del elenco tampoco
convence, empezando por Jai Courtney quien se dio a conocer en la serie de televisión de
Starz Spartacus ( 2010 – 2013 ) y está mucho más entonado en Jack Reacher, un
policiaco protagonizado por Tom Cruise ( el cual aún no sé si recomendar o no…
). Como ya dije, la labor del villano es cuasi anecdótica; aquí no tenemos un Hans
Gruber ( Alan Rickman ), Richard
Thornburg ( William Atherton ) y el general Ramón Esperanza ( Franco Nero ) o
su hermano Simon Gruber ( Jeremy Irons ); incluso Thomas Gabriel (Timothy
Olyphant ) resultaba convincente en la jungla 4.0, aunque no tiene la fuerza de
los antagonistas de la trilogía original.
Es difícil decir esto, pero no veo ningún
elemento para defender algo de la cinta; es que ni como divertimento sirve…El
peor ejemplo del cine comercial USA malo, sin pies ni cabeza. Lo peor es que,
debido a su recaudación, habrá Jungla VI…. Aunque, si existe el Karma, sus
productores y principal estrella esperarán hasta que John McTierman salga de la
cárcel….
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