miércoles, 9 de mayo de 2012

(Crítica) Los diarios del ron


Entre peleas de gallos, alcohol y drogas nace el GONZO




Hunther S. Thompson (1937-2005) fue un periodista a contracorriente y adelantado a su tiempo, cínico y realista, creador del movimiento GONZO, es decir, la narración de noticias y hechos contados de manera subjetiva con el propio periodista como protagonista de los escritos. Johhny Depp, quien ya fue su alter ego en la surrealista y drogada miedo y asco en las Vegas ( Terry Gilliam,1998 ); el actor fue amigo personal del escritor hasta el punto de pagar su curioso entierro ( las cenizas de Thompson fueron lanzadas en un cohete y explosionadas en el aire, con un coste de 2,5 millones de dólares, pagados del bolsillo del actor ) y comprar los derechos de su novela los diarios del ron donde relata su periplo por Puerto Rico y el nacimiento del movimiento periodístico perpetrado por él.


Paul Kremp ( Johnny Depp, alter ego del autor), periodista y escritor sin fortuna y alcohólico ( lleva dos novelas y media sin ser editadas, según él) recala en el periódico la Estrella dirigido por Lotterman ( Richard Jenkins) donde conocerá al fotógrafo ( Michael Imperioli ) y al redactor Moberg (un sobreactuado y gracioso  Giovani Ribisi). Allí será destinado a artículos de horóscopo y boleras ( sic) mientras entra en contacto con Sanderson ( Aaron Eckarth) y su bella novia Chenault ( Ambert Heard, luciendo palmito y poco más ). Éste último le contratará para escribir una serie de artículos para “engañar” al pueblo de Puerto Rico mientras ello se enriquecen con la construcción de complejos turísticos. (Depp) abrirá los ojos ante la situación del pueblo y de cómo es tratada su faceta profesional todo ello acompañado de alcohol, peleas de gallos y drogas.

Para llevar a cabo la adaptación del libro homónimo Depp contrató al desaparecido director Bruce Robinson, quien llevaba retirado de la dirección cinematográfica varios años, desde 199- que dirigió el thriller Jennifer 8. Esto es algo bueno y malo para la adaptación: Beresford dirige muy bien a los actores si bien hay altibajos en la narración pues ésta no sabe si decantarse por el drama periodístico y de denuncia, la comedia surrealista el biopic o incluso un drama romántico además de una puesta en escena plana y sin riesgos, salvo en contadas ocasiones ( los bolos de una bolera sustituidos por botella de ron, la escena nocturna donde experimentan con drogas).

Depp es el alma del film y se nota tanto su cariño por el fallecido autor como su buena labor, además de contar con excelentes secundarios como Jenkins, Imperioli o Ribisi.

Un correcto film que funciona mejor cuando nos describe la odisea del periodista por publicar escritos de denuncia y como es censurado por su corrupto editor así como el posterior nacimiento del movimiento gonzo; antes hemos asistido a un relato desigual salvado por la buena labor de sus actores.

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