miércoles, 24 de octubre de 2012

(Crítica) Ruby Sparks

Encontrando el amor verdadero en lo profundo de las letras


Pequeña Miss Sunshine (2006) es uno de los mejores títulos del nuevo cine independiente americano, debut en la dirección el matrimonio formado por Valerie Faris y Jonathan Dayton, que incluso llegó a ganar dos premios Oscar al mejor guión original y al mejor actor secundario para Alan Arkin.


En su nuevo trabajo adaptan un guión de la actriz Zoe Kazan, nieta del mítico director Elia Kazan, la cual también es protagonista femenina y productora ejecutiva de la historia. Un relato donde se tocan temas como la creación artística, la soledad y angustia ante la hoja en blanco y las relaciones de pareja.

Calvin ( un gran Paul Dano ) es un ex niño prodigio que alcanzó el éxito con su primera novela y ahora es incapaz de volver a escribir, lo cual le provoca problemas personales como la ruptura con su anterior pareja así como dificultades para entablar relaciones afectivas de nuevo. Vive en compañía de su perro Scotty ( en honor a F.Scott Figzerald ) y visita la terapeuta ( Elliot Gould ). Después de unos extraños sueños con una chica, comenzará a escribir la historia sobre su relación, describiendo su noviazgo hasta que ella ( una magnética Zoe Kazan ) que era producto de la imaginación del escritor, se materialice en la vida real. Ante el asombro de Carl, verá como si manipula el relato puede cambiar la personalidad de ella, ante lo que surge la duda de si realmente es real o producto de su mente perturbada. También entrarán en escena la madre de Carl que se ha vuelto hippie ( una irreconocible Annette Bening ) y su novio latino ( Antonio Banderas ). La crisis de pareja hará mella en ellos hasta el punto de que Carl comienza a manipular el escrito de cara a su conveniencia personal en su relación con la chica, pero ¿ es moral el manipular a una persona para estar cómodo en la relación?


La cinta debe mucho de su interés a sus dos actores protagonistas ( ambos productores ejecutivos del mismo), los cuales nos brindan unas estupendas interpretaciones: Zoe Kazan, verdadera alma mater del proyecto debido a ser la guionista, productora y protagonista, la cual es algo desconocida más allá de su apellido familiar, con un papel sensible lleno de matices ( como demuestra el hecho de que ¿sea? un personaje literario el cual va variando su creador ) y Paul Dano quien se dio a conocer al co-protagonizar ( y aguantar el tipo a Daniel Day Lewis ) en Pozos de ambición de Paul Thomas Anderson y desde entonces ha sido secundario en variadas cintas como la recienteLooper ( Rian Johnson, 2012 ). Dano vive su personaje, un ex niño prodigio que no sabe separar su vida literaria ( = profesional ) de la personal, con una personalidad hasta ruin, pues siempre busca su felicidad propia antes que la de la pareja ( su manipulación del carácter de Zoe o su discusión con su ex novia ). Grandes interpretaciones y muy buena química entre los dos protagonistas.

En papeles secundarios pero agradecidos encontramos grandes nombres como Elliot Gould ( el terapeuta del protagonista), Annette Bening como su madre y Antonio Banderas como el novio de la misma o Steve Coogan como un amigo de Dano.

La cinta nos habla de la creación literaria y la creación de una pareja amorosa, uniendo ambos mundos en un giro cuasi fantástico, pero de una manera sencilla; antes que resultar un relato complejo o alambicado, los directores y el guión de Kazan nos brindan una historia sencilla pero emotiva, sin sentimentalismos baratos propios de la comedia romántica moderna, hablando del arte de la literatura y el más difícil arte del amor.Un pequeño gran film, no tan sorprendente quizás como el anterior debut de sus directores pero con dos actores protagonistas en estado de gracia y hablando con inteligencia de temas profundos, sin caer en el sentimentalismo (ver su sencillo y magnífico final).

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