El precio de la fama
El nuevo largometraje de Sofia Coppola se
basa en un artículo aparecido en Vanity Fair que publicó la periodista Nancy Jo Sales donde la periodista relata: “Vi la noticia en Internet e inmediatamente quise investigar el caso”, cuenta Nancy Jo desde Los Ángeles a S Moda. “Contacté con los acusados, sus abogados, sus familias, los policías a cargo del caso…viajé de Nueva York a Los Ángeles cinco veces en dos meses, pero tenía que hacerlo, algo me decía que era una buena historia”. El resultado fue The suspects wore Louboutin un pormenorizado relato de los hechos que atrajo el interés de Coppola y que ahora Sales ha desarrollado ampliamente en The Bling Ring: how a gang of fame obsessed teens ripped off Hollywood and shocked the world, el libro que acompaña a la película y narra, paso a paso, la historia completa de la banda, desde su gestación a la vida actual de cada miembro.
Se describe a una banda de
jóvenes bien posicionados que durante irrumpieron y robaron en las casas de
varias celebridades como Paris Hilton ( la cual ha dejado su propia casa como
lugar de rodaje y hace un cameo en la cinta ), Lindsay Lohan o Rachel Bilson . La cinta, por
extraño y sorprendente que parezca está basada en hechos reales.
Sofia Coppola vuelve a hacer un retrato fidedigno
y acertado de la juventud, con especial énfasis hacia la situación actual donde
el culto al cuerpo, ser bello y el ser
popular es más importante en la juventud del siglo XXI que la propia educación
o la formación de una personalidad; los jóvenes siguen modas tanto en los
locales a los que van, como la música que escuchas o la ropa que te pones. El
relato de Coppola trata en definitiva de la FAMA, la importancia que se le da a ese concepto y
a la popularidad, la cual es sinónimo de egoísmo, falta de personalidad ( en
base a que los fans “copian” a sus ídolos ) en la creación de los nuevos dioses
a los que se le da culto en la sociedad moderna; el mejor ejemplo es la escena
final ( protagonizada por Emma Watson, la mejor intérprete del elenco, dejando
ya de lado a la dulce Hermione ) que cierra la cinta, donde unos jóvenes
convertidos en ladrones, se hacen famosos y como sacan provecho de ello. Esa
familia de también sirve para darnos un comentario mordaz de las
Religiones/sectas modernas, en la personalidad de esa extraña madre encarnada
muy bien por Leslie Mann ( Su fuera fácil )
La cinta juega en la misma liga que Spring Breakers de Harmone Korine o Dolor y dinero de Michael Bay, aunque no lo
parezca: con la cinta de Korine comparte esa visión nada dulce de esa juventud
desencantada que busca la fama porque sí y el uso de la música hip hop como
lema ( si bien en la cinta de Coppola ese tipo de música contrasta con el
aspecto físico de los jóvenes, muy recatados y bien vestidos ) y con la cinta
de Bay, la cual también está basada en un artículo periodístico real, en la
cierta falta de ideas, por no decir estupidez, de sus protagonistas: aquí los
protagonistas irán presumiendo de sus robos con sus amigos en fiestas y
colgando fotos en redes sociales ( un elemento usado de manera inteligente y
presente en la historia dada su importancia hoy día ) de su botín. Así las tres
cintas presentan a unos protagonistas amorales con los que puedes empatizar
pero que luego ves que son seres vacios que solo quieren conseguir notoriedad,
a cualquier precio; el sueño americano caiga quien caiga, la cara oculta de esa
promesa incumplida. A la vez ves el egoísmo y la falta de compañerismo en una
sociedad que solo busca el beneficio propio, donde los realitys o los programas
del corazón importan más que lo que le ocurre a tu familia o a tu amigo/a, una
sociedad individual, egoísta y asocial pero que a la vez ( paradójicamente )
busca ser famoso, estar por encima de los demás y que ellos tengan envidia de
ti.
Coppola vuelve a estar firme en su puesta en
escena después de la fallida Somewhere ( la cual sin embargo fue premiada con
el León de Oro de Venecia, entregado por su ex pareja Quentin Tarantino ) y
vuelve a darnos una buena radiografía de la juventud, como hizo en su debut con
las Vírgenes suicidas o el relato de su juvenil Maria Antonieta ( protagonizada
por Kirsten Dunt, actriz fetiche de la directora que aquí realiza un cameo ).
La guionista y directora nos da una mirada de frente, sin que lleguemos a
querer a estos personajes pero sin odiarlos, y sale firme de su relato, si bien
su narrativa se hace algo reiterativa en el uso de los diferentes robos de las
casas como motor de la historia, aunque por suerte evita el uso de entrevistas
individuales que sirvan como motor narrativo ( al inicio parece que irá por ese
camino, pero luego usa una (breve) voz en off muy bien intercalada con las
imágenes. En esta ocasión la encontramos más acertada en su traslación de las
ideas que quiere darnos, además de conseguir unas estupendas interpretaciones
de un elenco muy homogéneo. Katie
Chang, Israel Broussard, Emma Watson, Claire Julien y Taissa Farmiga forman el heterogéneo y aplicados intérpretes, donde por fin la directora se da cuenta de lo importante que es tener a actores con la edad apropiada para encarnar estos personajes, y además lo hacen a un gran nivel en conjunto.
La cinta supone el testamento cinematográfico
de ese gran director de fotografía, Harry Savides ( a quien se le dedica la
cinta ), quien fue el autor de la iluminación de esa obra maestra incomprendida
que es Zodiac ( David Fincher, 2010 ).
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