El cine es un arte camaleónico, donde se basa
en cualquier otro tipo de material sea literatura, el propio cine – esa
costumbre horrible actual de los remakes o nuevas versiones -, canciones,
pinturas o cualquier otra disciplina u
objeto ( ¡ si hasta hay films basados en atracciones de feria !) buscando esas
fuentes de cara en definitiva a evadirse de la realidad, crear ficciones que
nos saquen de nuestra cotidianidad si bien otras veces el propio medio busca
recrear la realidad con diferentes resultados; ser un reflejo de nuestras
vidas, o como querríamos que fueran también. Pero a veces se fusionan varias de
estas ideas y ocurren pequeños milagros como esta boyhood, la nueva
historia/film/experimento de Richard Linkater y que demuestra como la propia
vida es lo más importante, imposible de descifrar y mostrar y a la vez como sí
se puede profundizar en sus recovecos y misterios.
EL film retrata la vida de Msaon ( el
debutante Ellar Coltrane), hijo de padres separados, a lo largo de su vida, poniendo énfasis
en los diferentes estadios ( infancia, adolescencia, salto a la universidad ),
si bien la principal característica de la historia es que está narrada en
tiempo real, es decir, se rodó con el actor infantil las escenas
correspondientes a su infancia y luego se esperaron los años oportunos hasta
que tuviera la edad requerida para la siguiente parte de su vida.
Una fórmula sencilla pero a la vez
revolucionaria, donde el director sigue la metodología de su saga de films
protagonizados por Ethan Hawke ( 1 ) y Julie Delpy iniciada con Before sunrise ( 1995 ) pero donde va un paso más
allá mostrando lo grandiosa y a la vez íntima que es la propia existencia, la
grandiosidad de la vida. Y esto dentro de su aparente sencillez es
revolucionario aunque no novedoso, pues algo parecido ya hizo el propio
director en antes del amanecer y sus secuelas o la serie de films de Antoine
Donel y François Truffaut, incluso una
saga comercial como Harry Potter – no es gratuita la escena donde se asiste al
estreno de una de las partes de la saga de Warner - se puede considerar como una evolución de
unos personajes y sus mismos actores que han crecido film tras film si bien nunca se había rodado de tal manera;
se podría haber escogido diferentes actores para las variadas épocas del
personaje, pero el sentimiento de acercamiento y de autenticidad que proyecta
ver el crecimiento de Mason no se podía haber conseguido de otra forma. Él es
el centro de todas las escenas, narradas desde su punto de vista, recurso que
le da fuerza y coherencia al conjunto mientras vemos como alrededor suyo se
desarrollan personajes reales como la vida misma y sus interrelaciones, como
los problemas amorosos de su madre o la relación con su aparente enrollado
padre y el crecimiento de su hermana Samantha (Lorelei Linkater, hija del director ).
En ningún momento el salto temporal es
atropellado, todo se narra de manera muy homogénea y continuada, incluso el
director de manera inteligente usa elementos externos e históricos como las
diferentes canciones pop que suenan o que canta el personaje de la hermana, la
campaña del senador Barack Obama para las elecciones presidenciales para situar
la acción en su contexto histórico y saber más o menos en que momento nos
encontramos. Así la cinta sucede de manera fluida y sus casi tres horas de
metraje pasan volando mientras acompañamos a unos personajes con los que
podemos congeniar o no, pero que rezuman naturalidad y realismo por todos sus
poros. Incluso el guionista y director se sirve de esos pequeños momentos de
vida para describir situaciones del estilo de vida americano, como el amor por
las armas o el sentimiento religioso ( la escena con los abuelos paternos).
Tierna, naturalista, emocionante y coherente
con su punto de vista, nada maniquea ni sentimentalista ( que sí sentimental )
Boyhood es un triunfo para Linkater, capaz de darnos un trozo de vida que
parece un documental pero no lo es, una simbiosis perfecta con su actor; ahí
queda ese plano final maravilloso, ese cruce de miradas mágico, donde la
riqueza de la vida es simplemente aprovechar el momento y disfrutar de la
vista.
( 1 ) Se podría incluso considerar la
descripción de la relación de Hawke y su ex esposa, encarnada por Patricia
Arquette ( en su mejor papel en años ), como una nueva parada en la descripción
de una relación, como un apéndice y/o
secuela de sus películas anteriores.
A mi me fascinó la película. Linklater cada día mejor con el tema de los diálogos, como antes lo fueron los grandes directores de cine.
ResponderEliminarMe encantó la película... Adoré su reseña... Lo que no me agrado fue el final... En fin tal vez soy demasiado idealista pero después de todo lo vivido por Maso. No me gustó que aceptará probar la droga/sustancia/estimulante que la chica le ofrece al final... Pienso que es un chico que ha pasado por mucho y ha eido résiliente en infinidad de momentos que debía haber dicho "no gracias, yo no necesitó de nada para estar bien... La respuesta ideal que todos los padre esperaríamos dieran nuestros hijos cuando alguien les ofreciera consumir alguna sustancia estimulante.
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