Cuestión de
lealtad
Segundo
largometraje del sueco Thomas Alfredson, quién debutó con esa
pequeña maravilla llamada Déjame entrar y que aquí acoge un riesgo
elevado, al adaptar una de las más reputadas novelas de John Le
Carré, adaptada anteriormente por la BBC en una excelente miniserie
protagonizada por Sir Alec Guiness.
Cuenta
un plantel de excelentes actores, la mayoría británicos: John Hurt,
Mark Strong,Bennedith Cumberbatch(el excelente Sherlock Holmes de la
serie homónima inglesa),Cirian Hids, Toby Jones, Colin Firth, Tom Hardy y un inmenso Gary Oldman.
Control(
John Hurt) es el encargado de la inteligencia inglesa que se reúnen
en Pettit comité bajo el nombre en clave de The circus ( la
Cúpula);pone en marcha una misión secreta para Mark Strong pues le
han llegado información de que puede haber un topo entre sus
empleados. Dicha misión saldrá mal y tanto él como George Smiley
(Gary Oldman) serán obligados a despedirse del servicio.Smiley
investigará las sospechas de Control con la ayuda de Peter Guillam (
Bennedith Cummenbatch). A su vez conocemos la historia de Ricky Tarr
( Tom Hardy(sustituyendo al previsto Michael Fassbender), empleado de
Guillam y su relación con una espía rusa, quien confiesa tener la
identidad de un topo entre la inteligencia británica.
Alfredson,
después de una serie de largometrajes cómicos suecos ( los cuales
desconozco) adaptó la novela sobre vampirismo Déjame entrar;
después de un primer visionado salí defraudado pues el director
prescindió de momentos truculentos y algunas ideas importantes de
la novela original pero tras revisarla descubrí una bellísima
historia de amistad infantil y madurez, enmarcada en un ámbito
fantástico.
En
este segundo largo su labor crece tanto temática como
cinematográficamente en un relato lleno de una sabiduría narrativa
sorprendente, complejo y sencillo a la vez, cada plano o momento está
lleno de varias ideas, donde cuneta más el como que el qué se
narra; la identidad del topo puede resultar obvia pero llega a ese
momento después de una historia contada de manera superflua y dentro
de la cual encontramos varias micro-historias ( la amistad o
mecenazgo de Control respecto a Smiley, la amistad de los personajes
de Mark Strong y Colin Firth, la historia de amor entre Tarr y la
espía rusa, ese retrato de Smiley y la soledad del espía,…),
hilvanadas de manera perfecta con la historia principal.
Se nos
narra la historia con secuencias que incluyen la narración verbal
mientras las vemos visualmente, u otras que parecen flashbacks aunque
en verdad están situadas en el mismo tiempo narrativo.El director
demuestra un dominio impresionante del lenguaje cinematográfico y
una multitud de recursos en una puesta en escena clásica y que
parece sencilla, aunque de una complejidad digna de mención.
Alfredson
se ayuda de un guión inteligente, complejo donde podemos intuir un
poso de desencanto hacia la vida, puede que ocasionado,
involuntariamente por el fallecimiento de la guionista Bridget
O’Connor (esposa del otro guionista del film). Ese aliento se
puede ver expresado en secuencias como la reunión de Smiley y otra
miembro de inteligencia viendo fotos antiguas.
Además de
una triste y bellísima música del español Alberto Iglesias y una
fotografía y montajes de primera ( nominaciones al Oscar para estos
apartados, por favor) destaca el trabajo de sus intérpretes, todos
ellos excelentes, destacando a Joh Hurt, Mark Strong,un muy presente
Bennedith Cummenbath pero por encima de todos ellos, Gary Oldman.
Oldman es un
actor dado a la sobreactuación pero que en este film realiza una
actuación impresionante. Cogiendo el aspecto físico heredado del
papel de Alec Guiness en la miniserie ( esas gafas) expresa una
multitud de sentimientos y sensaciones con leves movimientos;
señalar, por ejemplo, ese movimiento de nuca al conocer su salida de
la Cúpula o una pequeña subida de cejas ante la narración de unos
hechos. Nadie ha expresado tanto con tan poco. Si hay justicia,
Oldman estará nominado a los Oscars ( de hecho ha sido ignorado e
manera general en la temporada de premios, al igual que el film; una
equivocación bárbara).
Momentos
excelentes dentro de una obra maestra ( no me gusta usar el término,
pues se usa de manera poco arbitraria y con suma facilidad en la
actualidad, pero este caso SÍ lo merece): el prólogo con la misión
en Budapest, la entrada de Guillam para
sustraer unos documentos de la Cúpula; la narración de la historia
de amor de Tarr o ese plano de Firth y esa lágrima,¡¡¡Dios, que
momento!!!!
Uno de los
mejores films del 2011, junto con un método peligroso y Drive, no lo
dudéis.
La película me ha parecido impresionante y el final sin palabras con esa música de fondo mientras mezcla flashback con presente absolutamente magistral pero,
ResponderEliminarAtención spoiler :
no acabo de entender en qué consiste la trampa que le ponen Tarr y Smiley al topo para que se tengan que reunir necesariamente Kolyakov y este en la casa franca. ¿alguien me lo podría explicar?
Muchas gracias
Smiley envía a Tarr a París donde, entrando a la fuerza en la oficina de inteligencia británica, fuerza pistola en mano a enviar un mensaje al Circus, con el mismo contenido que el que envió anteriormente desde Bulgaria (la existencia de un topo en el Circus). Los cuatro principales agentes del Circus son llamados a una reunión pero el topo se presenta directamente el el piso franco (cuya ubicación Smiley supo gracias a Esterhase, otro de los miembros del Circus) para pedir a Polyakov que transmita a Karla la necesidad de matar a Tarr, siendo capturado por Smiley y Sherlock.
ResponderEliminarMás o menos creo recordar que era esto; desde el estreno en España que no la veo, esperando ansiosamente que la editan para disfrutarla de nuevo.
Saludos.