Secuela, inevitable, del blockbuster que supuso hace apenas dos años esta re-invención o modernización del personaje canónico inglés creado por Sir Arthur Conan Doyle. Robert Downey Jr. y Jude Law vuelven a encabezar el reparto, junto con Noomi Rapace ( que desembarca en el cine USA tras la exitosa trilogía sueca de Millenium), Stephen Fry como Mycroft Holmes (hilarante en su actuación) y Jared Harris como un pérfido e intrigante James Moriarty, archienemigo del investigador.
Como suele suceder en Hollywood en los últimos años tras un gran éxito comercial se produce rápidamente una secuela, la cual repite los (pocos) aciertos de la original y repite sus defectos varios.
En esta secuela asistimos al malévolo plan de James Moriarty quien pretende iniciar una Guerra Mundial en Europa para enriquecerse él mismo, pues ha comprado varias empresas de armas. Como no, Holmes intentará evitar esta situación, con la ayuda de Watson (Jude Law), quien está a punto de casarse y Nomi Rapace como una gitana que estará involucrada en los acontecimientos.
Esta secuela, de nuevo dirigida por Guy Ritchie, avanza rápidamente pues esta vez no hay personajes principales que presentar. Si bien la trama es irregular o muchas veces vista, además de que ciertos abusos de clichés del personaje de Holmes hacen que la acción produzca un deja vu o aburrimiento directamente; ver al respecto los constantes disfraces de los que hace gala Downey Jr. durante sus investigaciones unidos a un histrionismo a veces molesto por parte del actor.
Los autores pretendieron hacer una re-invención del personaje de Holmes respetando algunos de sus clichés, en esta secuela se explora aún más la amistad de Holmes-Watson o su sustrato homosexual que se intuía en las novelas o de una manera muy inteligente en la excelente serie de BBC Sherlock, ésta si una verdadera reinvención a la par que modernización del personaje respetando su esencia y argumentos literarios(por cierto la serie se estrena en España esta semana por el canal TNT, para aprovechar el tirón de la película). Escenas como Holmes travestido soltándole a Watson "acueste conmigo"(para evitar un tiroteo) son algo vergonzosas....También pretenden, sin conseguirlo, darle un aire de desencanto y soledad al personaje al ver como su único amigo se casa y estará solo pretenden acersarse a momentos de la obra maestra de Billy Wilder La vida privada de Sherlock Holmes, sin conseguirlo.
Ritchie continua abusando, aquí más si cabe, de su cámara lenta; el film rodado a una velocidad normal hubieran sido 20 minutos largos menos....En cada pelea asistimos a las estratagemas de Holmes averiguando los golpes. El punto álgido de las escena de acción es el bombardeo al bosque donde parecen que se usaron cámaras especiales que prácticamente congelan la imagen; Michael Bay debe estar aún babeando.....
Los mejores momentos hacen mención a Moriarty y sobretodo a la labor de Jared Harris, hijo del difunto Richard Harris. Éste presenta un Moriarty misterioso, escurridizo a la par que inteligente y omnipresente que llevará a cabo una partida de ajedrez (tanta metafóricamente como literal) con Holmes. Sus cara a cara con Holmes son muy buenos, bien rodados y con química entre los actores; ojalá el resto del film hubiera sido así....Incluso en su clímax parece acercarse y/o adaptar El problema final, en una de las escenas más "literales" del cine de Ritchie.
Una correcta secuela que apuntaba a más si no se hubieran abusado de las escenas cómicas y de acción innecesarias y se hubiera dejado o trabajado más la pareja Holmes-Moriarty.
Por el lado actoral, esta propuesta le brinda a Robert Downey la posibilidad de poder lucirse y, lejos de no hacerlo, vuelve a desarrollar una interpretación muy bien lograda de su personaje. Los movimientos corporales, las expresiones faciales, esos discursos transmitidos con rapidez y esos momentos en los que se disfraza de diferentes personas, cada una de estas características están muy bien logradas por el actor. Me encantó su participación y la película también muy recomendada para la familia.
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