La cinta se
abre con una secuencia narrada como si de un storyboard de una
película se tratara (uniendo así los dos puntos cardinales de la
historia: la situación histórica de Estados Unidos e Irán y la
industria cinematográfica de Hollywood) donde se hace un breve y
detallado resumen sobre la historia del país asiático y la política
intervencionista norteamericana llevada en el mismo, donde llegaron a
instaurar a un dictador escogido por ellos de cara a poder tener el
control del petróleo del país. Después de que el Sha, enfermo de
cáncer, pidiera asilo político en USA, el pueblo se levantó
pidiendo la vuelta el dictador para ser juzgado y sentenciado a
muerte. Esto llevó en 1979 a una crisis donde la embajada
norteamericana en el país fue invadida, quedando 50 personas como
rehenes. Pero 6 individuos pudieron escapar, siendo escondidos en la
embajada de Canadá . El arriesgado rescate de estas seis personas es
de lo que trata el tercer largo del actor Ben Affleck como director.
Uno de los
pasos lógicos de muchos actores y actrices que han triunfado de una
manera u otra en sus respectivas carreras es el de saltar a la
dirección. Ben Affleck, que se dio a conocer tras ganar el Oscar al
mejor guión original junto a Mat Damon por El indomable Will
Hunting (1997), ha tenido una carrera como actor bastante “discreta”
debido a sus debilidades dramáticas; no hay más que recordar sus
actuaciones en Pearl Harbor (ese plano donde intenta llorar...),
Jersey Girl o Daredevil entre otras. Aunque llegó a ganar la Copa Volpi en uno de sus papeles más destacables como George Reves
en Hollywoodland (Allen Coulter, 2006), donde ha sobresalido el talento de este actor ha
sido en su salto a la dirección cinematográfica.
Ben
Affleck debutó con el largo metraje Adiós pequeña adiós basado en
la novela criminal de Dennis Lehane (el mismo autor adaptado por
Clint Eastwood en Mystic River; la carrera corta pero ascendente de
Affleck como director bebe y debe mucho a la de Eastwood ) donde se
narra la desaparición de una niña en un barrio de Boston ( ciudad
donde se situarán sus dos primeros largos ) protagonizada por su
hermano Casey Affleck y que tuvo la desgracia de coincidir su trama
con el caso real de la desaparición de la pequeña Madeleine McCann en Inglaterra . La cinta, una
mezcla de thriller policiaco que derivaba en un drama humano sobre la
White trash, fue muy bien acogida y tuvo nominaciones a varios
premios entre ellos la candidatura al Oscar a la mejor actriz de
reparto a Amy Adams ( The Wire ) como mejor actriz de reparto. Se
destacó sobretodo las buenas actuaciones y el buen ojo de Affleck en
su descripción de ese drama situado en los barrios pobres. En su
segundo largo también se basó en una novela de género, en este
caso de Chuck Lorre ( co-autor de la saga vampírica Nocturna junto a
Guillermo del Toro ), donde se retrata las actuaciones de un grupo de
ladrones de bancos ( liderados pro el propio Affleck y Jeremy Renner
) perseguidos por un implacable policía ( el excelente John Hamm ) y
la historia de amor entre Affleck y Rebeca Hall. La cinta, ambientada
de nuevo en Boston, contó con un importante éxito comercial y muy
acogida de nuevo por la crítica, con premios y/o nominaciones para
algunos de sus actores caso del ascendente Jeremy Renner ( en una
interpretación comparada a la de James Cagney en al rojo vivo ).
Después de esta conseguida Argo su ascendente director ya tiene
nuevo proyecto: adaptará de nuevo una novela de Dennis Lehale , Live By Night, que se
sitúa en el Boston de los años 20 y cuenta la historia de Joe
Coughlin, hijo de un policía local, que, a pesar de sus raíces,
acaba metido en el negocio del contrabando ilegal de alcohol durante
la ley seca. Muy en la línea de Boardwalk Empire o la
reciente Sin ley (Lawless).
El
film se sirve de una tensa situación histórica norteamericana (
provocada por ellos mismos, aunque no se llegue a criticar dicha
acción; tampoco se alaba más allá del buen hacer del agente Tony
Méndez y su descabellado plan de escape, y los miembros de la CIA
implicados ) para servirnos un film de corte clásico con una gran
ambientación, y para que nos quede claro solo hay que fijarse en los
títulos de crédito finales, donde se comparan material real junto a
su recreación cuasi exacta en la ficción,
así como un discurso del real agente del servicio secreto. Affleck
se basa, y muy bien, en el cine clásico americano de los 70 así
como en su uso de un suspense clásico.
Gracias
a un notable guión de Chris Terrio y a una planificación y montaje
ejemplares su director nos trae una cinta donde, tras exponer la base
histórica y el accidente que provocó esta crisis, la situación
tensa provocada por la búsqueda de una solución para sacar del país
a 6 norteamericanos . Esto provoca que el relato se bifurque, muy
brevemente y a la vez de manera muy acertada , en una línea donde se
habla de manera sarcástica del Hollywood de finales de los 70 pues
el plan de escape fue el de recrear un ficticio rodaje de una cinta
de ciencia ficción de serie B, llamada Argo, en el país de Irán, y
camuflar a los diplomáticos como miembros artísticos y técnicos
del rodaje. Así podemos ver como se usa una mentira, una farsa ( un
rodaje) para conseguir su propósito; “ si sabes mentir, triunfarás
en Hollywood “, le espeta el productor de la cinta falsa, un
fantástico Alan Arkin quien junto al maquillador John Chambers
(enorme John Goodman; por cierto, el ganador del Oscar por el
maquillaje de el planeta de los simios participó en la acción real
) forman una pareja que piden un relato propio para ellos, y a través
de ellos encontramos esa visión entre cariñosa e irónica sobre la
meca del cine. La secuencia cumbre de todo ello es esa lectura de
guión como arma publicitaria y donde se puede oler la falsedad de
Hollywood y sus miembros.
Todo
ello narrado en manera paralela a las acciones de los rebeldes
iraníes que, tras la invasión de la embajada norteamericana,
investigan la documentación y sabemos que acabarán descubriendo que
faltan seis miembros escapados. Como una mecha a punto de explotar,
el director sabe mantener la tensión con ese montaje paralelo hasta
llegar a su gran escena final donde se detalla la definitiva huida
del país. Es verdad que se usan trucos o argucias dramáticas para
conseguir esa sensación ( ese embrague que no entra; los niños
montando cual imposible puzle los documentos destruidos y
reconstruyendo las caras de los diplomáticos ; ese teléfono que no
se responde a tiempo; que un miembro de Hollywood – en teoría –
sepa hablar iraní “porque queríamos rodar una cinta en este país
“, etc ) pero la sensación, a pesar de ser un hecho histórico
aislado y que no nos atañe, acaba por emocionarnos y mantenernos en
vilo en su parte final. Pues como demostró Hitchock hay que usar
trucos para poder mantener la tensión ( solo hay que mirar cualquier
de sus excelentes films de suspense ) o el mismo Billy Wilder, como
hizo en Perdición cuando cambió la dirección de apertura de una
puerta para poder crear una escena de suspense.
Asimismo la lectura política del film no es pro-USA de una manera muy específica, si bien se alaba la labor de Tony Méndez y de los servicios secretos norteamericanos en una situación, vuelvo a repetir, provocada por ellos y su política internacional; un plano con mala baba podría ser ese de unas mujeres iranies comiendo en un Kentucky Fried Chicken; metáfora sencilla y perfecta de la invasión USA en los países árabes.
Asimismo la lectura política del film no es pro-USA de una manera muy específica, si bien se alaba la labor de Tony Méndez y de los servicios secretos norteamericanos en una situación, vuelvo a repetir, provocada por ellos y su política internacional; un plano con mala baba podría ser ese de unas mujeres iranies comiendo en un Kentucky Fried Chicken; metáfora sencilla y perfecta de la invasión USA en los países árabes.
Con un gran trabajo de los actores, donde Ben Affleck vuelve a caer en el error de ser él protagonista de la ficción, aunque aquí muy sereno en su actuación ( otros actores-directores, como George Clooney -productor de la cinta – han descubierto que sus películas deben estar protagonizadas por otros actores, a la manera de Clint Eastwood ) cuenta con un cast muy notable formado por Bryan Cranston ( say mi name : Walter White en la inmortal Breaking Bad; su carrera cinematográfica, aunque con papeles secundarios, está siendo notable a diferencia de otros actores televisivos de éxito; aun así comete errores como ese desafío total 2012 de Len Wiseman … ), Victor Garber ( Alias ), Clea Duvall ( Carnivale ), Philip Baker Hall, y Kyle Chandler,Zeljko Ivanek ( Damages ), Titus Welliver ( Deadwood, Adiós pequeña adiós ) quien también está en el elenco de la noche más oscura ( otro relato histórico norteamericano en tierras árabes; no es la única coincidencia con la ficción de Kathryn Bigelow, pues comparten montador con ese fantástico trabajo de William Goldenberg – nominado al Oscar por ambas cintas- y la música del francés Alexandre Desplat –mucho mejor en la cinta de Affleck ).
Ben
Affleck continúa asombrando y sorprendiendo en su tarea como
director, basándose en el cine del pasado y demostrando ser un gran
narrador con las ideas claras . Espero con ansia su siguiente
trabajo, pues el actor ahora mismo es uno de los directores
norteamericanos con más potencia en su crecimiento artístico.
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