jueves, 21 de febrero de 2013

(Crítica) Black mirror 2x02 The white bear

Violencia y justicia en nuestros días ( la violencia vende )





ATENCIÓN: El siguiente artículo contiene SPOILERS, avisados estáis

Una joven drogada, desorientada, herida y amnésica se despierta desconcertada en un apartamento; tiene heridas en sus muñecas y hay pastillas por toda la moqueta ¿ ha intentado suicidarse? Además de un dolor fuerte de cabeza, que se alterna con extrañas visiones o recuerdos breves, ve en diferentes monitores y pantallas un símbolo. Sale a la calle y ve como la gente la mira impasible mientras es grabada con smartphones. De repente surge un encapuchado ( con el mismo símbolo de las pantallas en el gorro que tapa su cara ) y la persigue con una escopeta mientras la gente sigue grabando….



Éste es el punto de partida del segundo episodio de esta nueva tanda de reflexiones sobre el influjo (negativo) de la tecnología en la actualidad, donde Charlie Brooker, guionista y alma pensante del show, vuelve a ser incisivo e ir a por todas, con un episodio polémico que está unido en espíritu con el episodio “the national Anthem  “ sobre el secuestro de la hija de la reina y el requisito que piden por su libertad al primer ministro inglés.


Con una narración muy tensa, en un cuidado control del tempo de la propia historia ( comienza con una situación misteriosa, hay una persecución/huida y tras un breve momento de calma la protagonista vuelve a huir ), donde ayuda mucho el uso de la cámara en mano para transmitir nerviosismo y la desorientación que sufre , la protagonista, de la cual no sabemos nada excepto breves flash-backs que le vuelven a ella donde parece ver a su prometido a una hija suya.

Así se verá huyendo de “los cazadores”, humanos que parecen salidos de Hostel o cualquier Torture Porn, mientras las calles están llenas de “los espectadores”, gente que graba toda la acción constantemente y parece disfrutar con ello; citar ese espectador que mientras graba le suelta una sonrisa malévola a la protagonista, como si disfrutara con su sufrimiento… Y es que las calles desiertas parecen un gran plató donde la gente ejerce como voyeurs del siglo XXI, usando sus teléfonos inteligentes como una extensión de su mirada; a Hitchcock esto le hubiera encantado. Así la trama sirve como crítica hacia las nuevas tecnologías que pervierten nuestra mirada, citar la frase que se escucha en un momento del capítulo: “ los teléfonos son peligrosos”.



Pero, como en el anterior y soberbio episodio ( poner link ) Brooker y compañía no se paran en esta ya de por sí interesante trama, con cierto aire a ciencia ficción en la extrañeza del comportamiento humano o ese símbolo omnipresente en todas las pantallas, sino que dan un paso más allá y ponen en marcha un discurso sobre el uso de la violencia para captar audiencia así como un posicionamiento (a)moral sobre la justicia en estos días tan grises que vivimos, como el individuo opta por coger la justicia por su mano a la vez que la violencia vende en la televisión, internet y otros medios ( esas referencias al slasher o torture porn que tanto han contaminado el cine de género de los últimos años ). Como siempre, y más en esta serie, es mejor ver la trama sin conocer apenas nada de ella y dejarnos sorprender por las ideas revolucionarias y agudas de Charlie Brooker; si no habéis visto el capítulo, no leáis el siguiente párrafo.

Nos presentan SPOILER una trama criminal donde la verdadera identidad de la protagonistas así como sus hechos pasados salen a la luz y vemos como todo es un gran programa ( rodado dentro de un parque, el White Bear Justice Park, como si de un circo o zoo se tratara ) retransmitido a la vez que grabado por la propia audiencia con sus teléfonos, y donde se castiga a la protagonista por sus terribles hechos criminales pasados. Así veremos como todo es un montaje donde la ajusticiada es obligada a sufrir una y otra vez, día tras día, la misma persecución, como un castigo eterno, igual que Prometeo fue obligado a que le comieran las entrañas una y otra vez. Citar la similitud entre las calles violentas y el bosque, donde hay aún más violencia, o ese momento en que protagonista es transportada en un vehículo con cristales (como si fuera un papamóvil ) hacia su ejecución, como si fuera a la hoguera ( los acompañantes del coche llevan antorchas en sus manos ) como si del Medievo estuviéramos, incluso una mujer del público le grita “bruja asesina “ FIN SPOILER

Así la serie nos trae un episodio cargado de debate, en el uso de la violencia hoy en día como captación de audiencia ( actos repudiables que, sin embargo, no podemos dejar de mirar; recordar las excelentes escenas del episodio ) y por otro lado la fina línea que describe la justicia en estos días tan violentos, con un caso que puede traernos a la memoria el de la real

Destacar la actuación de Michael Smiley, actor secundario que pudimos ver en la segunda temporada de Luther, o en films como Kill List; asimismo, y para unir dos shows imprescindibles de este 2013, Smiley también actúa en Utopía. Así como de su protagonista, Lenora Crichlow, la fantasma de la original Being Human ( 2009- 2013 )

Un episodio que está un paso por detrás del excelente pero que aún así sigue dejándonos en una posición incómoda a la vez que surge el debate en cuanto a los diferentes temas propuestos, en una serie única, reflexiva y contundente.

ACTUALIZACIÓN: Añado esta pequeña reflexión después de ver el debate surgido en redes sociales (¡que mejor medio para comentar la crítica, para con ellas, Black Mirror! ) y blogs sobre la búsqueda gratuita de polémica con este episodio así como de su para muchos muy tramposo twist dramático en el giro que hay en la segunda parte del episodio.


Si bien choca ese giro dramático a mi no me resulta tan gratuito ni tramposo, aún a pesar del debate que surge del mismo ( donde tiene mucho que decir el posicionamiento político de Charlie Brooker ): en el inicio del episodio esos breves conatos de flash-backs junto a la atmósfera enfermiza que se va construyendo ya nos hace pensar en lo peor. Así el uso de ese “gran espectáculo” como motor de justicia ciudadana sirve tanto para reflexionar sobre el ojo por ojo o la petición de condenas más duras ( o la falta de ellas, más bien dicho; el irregular sistema judicial de nuestros días ) así como la cultura de consumo audiovisual, donde la violencia vende sin a veces pensar en sus consecuencias morales; en este aspecto el episodio se une tanto a capítulo cerdo como a la miniserie del propio Brooker Dead Set.






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