The Congress es la nueva maravilla del
director de origen israelí Ari Folman, de nuevo enmarcado en el campo de la
animación tras su curiosa documental animado Vals con
Bashir (2008 ) y que ahora nos trae una cinta de ciencia ficción mezclada con otras
múltiples lecturas basadas en un relato de Stanislav Lem, Congreso de futurología ( 1 ) el autor de
Solaris u otras obras maestras de la literatura sci-fi.
La cinta, mezcla 50% de imagen real y 50% de
animación nos cuenta la historia de la actriz Robin Wrigth ( interpretándose a
sí misma, en una sublime actuación ) la cual debido a su edad y a las malas
decisiones escogidas en sus papeles no tiene trabajo. Tiene dos hijos, la
rebelde Sarah y el tímido ( Koddi
Smit-McPhee, el protagonista de la carretera o el remake de Déjame entrar ) el
cual tiene una enfermedad que lo está dejando ciego. Robin recibirá una oferta,
con una duración de 20 años, del jefe de Miramount Studios, ( Danny Huston ) de escanear su cuerpo y
emociones para poder hacer actuaciones digitales, lo que supone su último
trabajo, pues deberá abandonar la actuación. Pero también veremos, 20 años
después, como la sociedad del futuro obtiene unas drogas que sustituyen a los
problemas de la sociedad entrando en un mundo animado donde los problemas se
olvidan a base de imaginaciones y visiones. Robin acabará atrapada en ese mundo
pero luchará por volver a ver a su hijo.
The congress resulta un film armonioso, de
ritmo algo lento ( y con una duración de dos horas, las cuales pesan algo sobre
la narración ) pero decididamente emocional, con una mezcla de cine en imagen
real y animación, que cohesionan y dan una forma atrayente al relato, el cual
además supone una sorprendente mezcla de cine de ciencia ficción con un toque
apocalíptico (hay una referencia a la crisis social y económica actual y sus
posibles consecuencias en el futuro ), metalingüística en sus referencias
cinematográficas ( el papel del actor/actriz en este mundo digital, la
importancia del cine animado como cine adulto como creador de emociones, el rol
de Robin Wright encarnándose a sí misma ) y por encima de todo un drama sobre
el amor de una madre por su hijo. Folman
consigue un relato pausado, hipnótico ( su parte animada, con referencias a
actores y pintores con cierto aire surrealista y entre multitud de detalles ) y
humano, La primera parte supone una crítica sangrante a la industria de
Hollywood actual, donde vemos como los actores pueden ser sustituidos por
animaciones digitales ( en una parte argumental similar al film Simone de
Andrew Niccol ) con ese demoniaco jefe de estudios encarnado por Danny Huston
en un rol a su medida. Pero Folman, además de demostrar su pericia en la
narración consigue unas actuaciones sobresalientes en todo su elenco : Robin
Wright está inmensa en su rol triste, solitaria,melancólica, decidida a
aguantar todo lo que le venga encima ( ojo a ese travelling inicial donde vemos
su rostro roto en primer plano ), un recuperado Harvey Keitel nos demuestra lo
buen actor que es ( el monólogo donde explica como empezó su carrera de actor,
escena humana y a la vez muy triste, pues sirve para que Robin se descomponga
en una multitud de emociones y pueda ser escaneada ) y tenemos a ese niño
llamado Kodin Smith-McPhee un prodigio y a Paul
Giamatti en el rol del médico del niño. Folman demuestra ser un gran
director de actores, sacando resultados asombrosos de su reparto.
Pero la parte animada no está a un nivel
menor, pues después de ver como la sociedad futura usa una droga para evadirse
a otro mundo ( otro comentario mordaz ), un mundo animado donde cada individuo
pone en imágenes sus sentimientos, lleno de referencias al mundo del cine y del
arte pictórico ( ese paseo por el centro de la ciudad ) y donde hay que
destacar el personaje del técnico de la versión digital de Robin ( voz de John
Hamm, Mad Men ), el cual ha sido el dueño de las emociones y los movimientos de
la actriz, acabando enamorada de ella (esa escena de amor perturbadora y bella
a la vez, con el fuego de unas explosiones de fondo ). Las dos partes
argumentales se unirán en ese clímax donde la cinta llega a un final armonioso
que cohesiona las dos partes del relato de manera magnífica y nos deja con una
emoción sostenida (cogiendo como base el mismo clímax de Monstruos S.A. de
Pete Docter, David Silverman y Lee Unkrich: ese plano final ).
Folman deviene virtuoso en su narración,
dándonos un relato de múltiples lecturas, triste y pesimista pero con un punto
emocional en la historia de esa madre y su hijo, el cual se está quedando sin
vista y no podrá ver a su madre ( la cual es, intenta, ser actriz ) todo ello
en un relato con toques agradecidos de ciencia ficción y donde la animación por
momentos surrealistas, por momentos psicodélica acompañan al relato, con notas de humor ( el cameo animado de cierto protagonista de Top Gun ) y se
fusionan con el mismo en un clímax maravilloso, todo ello acompañado por la
majestuosa banda sonora de Max Ritcher . Una
pequeña joya.
( 1 ) Publicada en 1971, CONGRESO DE FUTUROLOGÍA pertenece al ciclo de relatos protagonizados por Ijon Tichy. En ella Stanislaw Lem hace un magistral retrato de la aspiración al bienestar del hombre contemporáneo a través de la ironía y el humor. Tras un período de hibernación, Tichy es reanimado en el año 2039 y encuentra un mundo en el que impera la paz y reina un bienestar general; en esa sociedad controlada por la “psiquímica”, se aprende y se ama por medio de productos químicos, los sentimientos son manipulados y toda espontaneidad ha dejado de existir. Bajo una apariencia exterior de abundancia y de confort, Tichy descubre, sin embargo, una realidad sobrecogedora que supera a la más fantástica alucinación.
( 1 ) Publicada en 1971, CONGRESO DE FUTUROLOGÍA pertenece al ciclo de relatos protagonizados por Ijon Tichy. En ella Stanislaw Lem hace un magistral retrato de la aspiración al bienestar del hombre contemporáneo a través de la ironía y el humor. Tras un período de hibernación, Tichy es reanimado en el año 2039 y encuentra un mundo en el que impera la paz y reina un bienestar general; en esa sociedad controlada por la “psiquímica”, se aprende y se ama por medio de productos químicos, los sentimientos son manipulados y toda espontaneidad ha dejado de existir. Bajo una apariencia exterior de abundancia y de confort, Tichy descubre, sin embargo, una realidad sobrecogedora que supera a la más fantástica alucinación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario