martes, 23 de septiembre de 2014

( Cine ) ( Críticas ) Carmina y amén

La grandeza de lo cotidiano




Paco León, conocido por sus papeles en sitcom de éxito como Aida decidió dar el salto a la dirección con un proyecto muy personal, y es que ¿ qué mejor material hay para contar una historia que lasvivencias de tu propia madre y allegados ? Y más si esa madre es una persona tan magnética y llamativa ( en el buen sentido ) como Carmina Barrios, la cual en su rol como protagonista llama la atención y se gana al respetable. Pero lo que de verdad llamó la atención en su momento fue la forma de distribución delproyecto, estrenado a la vez en cines, vídeo bajo demanda ( VOD ) y DVD, en una alternativa arriesgada pero triunfal, también debido al escaso presupuesto de esa primera entrega. Ahora Léon ha repetido la jugada, aunque con una secuela o extensión mejor dicho con más presupuesto y ¿ más ambiciosa?



Antonio ( Paco Casaus ) vuelve del bar, como es costumbre regular, en no muy buen estado, con ciertas molestias y Carmina le prepara la comida si bien el hombre se sentará y fallecerá; entonces Carmina junto a su hija María ( su propia hija y hermana del director, María León ) decidirán dar parte del fallecimiento más tarde, con la idea de que su padre no pierda la paga extraordinaria que ha de recibir ese mismo lunes ( los hechos ocurren durante el fin de semana ) a la vez que secretos saldrán a la luz y diferentes acciones centradas en la imponente figura de su protagonista y amigos y vecinos.



La mejor manera de definir esta secuela es como una extensión de la anterior entrega, donde no cuenta tanto la historia que explicar como el observar y escuchar a sus protagonistas, en una serie de viñetas cotidianas donde la personalidad de la persona retratada tiene tanta fuerza y Paco León lo sabe y lo aprovecha. A ratos es difícil saber donde acaba el guión y empieza el relato verídico de la propia Carmina, no hay más que ver las escenas donde una Carmina que fuma sin parar habla con el cadáver de su difunto esposo ( en una escena cada vez más grotesca sin caer en lo exagerado y parece salido de quiero la Cabeza de Alfredo García de Sam Peckinpah o los tres entierros de Melquiades Estrada de Tommy Lee Jones ).  Por eso sigue siendo igual de efectivo escenas como el problema entre Carmina y su vecina ( de donde sale la frase que da título a la cinta ), la ocupación del local que será la futura peluquería de su hija ( como Carmina da órdenes a su hijo y las amistades de él mientras estos comen pipas…) , y que da lugar a ese momento impagable del viaje en moto.



“ Como me baje te muerdo la nuez y me hago un pito “ ( Carmina, genio y figura )

Pero luego León parece querer encumbra definitivamente a la figura de su madre y produce un giro dramático que se puede intuir por ciertos movimientos extraños de la protagonista y que harán que la cinta dé un vuelco en su clímax final, donde se abandona el realismo sucio del principio, no hay más que ver la escena del entierro, y como definitivamente Carmina se erige como centro de su micro-universo. Es la mejor carta de amor a su madre, si bien lo mejor sigue siendo esos momentos que huelen a realidad. Por ello esos momentos que recuperan la picaresca española, con aroma a Berlanga, acaban siendo lo mejor del film. Hay comentarios sobre la crisis económica y como el pueblo se busca la vida para sobrevivir, si bien hay otros comentarios de brocha gorda, como el loro Bárcenas.



Mención especial de nuevo para los actores, Con una Carmina esplendorosa que gana a base de carisma y arrojo vuelve a ser el centro ( esta vez, de manera literal ) de la “ficción”, pero sobretodo se vuelve a ver el poder dramático de María León, para mí la actriz que mejor llora del actual cine español con diferencia.


Paco León vuelve a demostrar buenas maneras en esta secuela si bien ahora hay que ver si es capaz de buscar nuevos proyectos y ver como se maneja en ellos, si bien viendo la fuerza que tiene él y sus propios miembros familiares, puede ser una nueva voz para el cine español, capaz de saber donde mirar y lo que quiere contar.

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