Paco León, conocido por sus papeles en sitcom
de éxito como Aida decidió dar el salto a la dirección con un proyecto muy
personal, y es que ¿ qué mejor material hay para contar una historia que lasvivencias de tu propia madre y allegados ? Y más si esa madre es una persona
tan magnética y llamativa ( en el buen sentido ) como Carmina Barrios, la cual
en su rol como protagonista llama la atención y se gana al respetable. Pero lo
que de verdad llamó la atención en su momento fue la forma de distribución delproyecto, estrenado a la vez en cines, vídeo bajo demanda ( VOD ) y DVD, en una
alternativa arriesgada pero triunfal, también debido al escaso presupuesto de
esa primera entrega. Ahora Léon ha repetido la jugada, aunque con una secuela o
extensión mejor dicho con más presupuesto y ¿ más ambiciosa?
Antonio ( Paco Casaus ) vuelve del bar, como es costumbre
regular, en no muy buen estado, con ciertas molestias y Carmina le prepara la
comida si bien el hombre se sentará y fallecerá; entonces Carmina junto a su
hija María ( su propia hija y hermana del director, María León ) decidirán dar
parte del fallecimiento más tarde, con la idea de que su padre no pierda la
paga extraordinaria que ha de recibir ese mismo lunes ( los hechos ocurren
durante el fin de semana ) a la vez que secretos saldrán a la luz y diferentes
acciones centradas en la imponente figura de su protagonista y amigos y
vecinos.
La mejor manera de definir esta secuela es
como una extensión de la anterior entrega, donde no cuenta tanto la historia
que explicar como el observar y escuchar a sus protagonistas, en una serie de
viñetas cotidianas donde la personalidad de la persona retratada tiene tanta
fuerza y Paco León lo sabe y lo aprovecha. A ratos es difícil saber donde acaba
el guión y empieza el relato verídico de la propia Carmina, no hay más que ver
las escenas donde una Carmina que fuma sin parar habla con el cadáver de su
difunto esposo ( en una escena cada vez más grotesca sin caer en lo exagerado y
parece salido de quiero la Cabeza de Alfredo García de Sam Peckinpah o los
tres entierros de Melquiades Estrada de Tommy Lee Jones ). Por eso sigue siendo igual de efectivo
escenas como el problema entre Carmina y su vecina ( de donde sale la frase que
da título a la cinta ), la ocupación del local que será la futura peluquería de
su hija ( como Carmina da órdenes a su hijo y las amistades de él mientras
estos comen pipas…) , y que da lugar a ese momento impagable del viaje en moto.
“ Como me baje te
muerdo la nuez y me hago un pito “ ( Carmina, genio y figura )
Pero luego León parece querer encumbra
definitivamente a la figura de su madre y produce un giro dramático que se
puede intuir por ciertos movimientos extraños de la protagonista y que harán
que la cinta dé un vuelco en su clímax final, donde se abandona el realismo
sucio del principio, no hay más que ver la escena del entierro, y como
definitivamente Carmina se erige como centro de su micro-universo. Es la mejor
carta de amor a su madre, si bien lo mejor sigue siendo esos momentos que
huelen a realidad. Por ello esos momentos que recuperan la picaresca española,
con aroma a Berlanga, acaban siendo lo mejor del film. Hay comentarios sobre la crisis económica y como el pueblo se busca la vida para sobrevivir, si bien hay otros comentarios de brocha gorda, como el loro Bárcenas.
Mención especial de nuevo para los actores,
Con una Carmina esplendorosa que gana a base de carisma y arrojo vuelve a ser
el centro ( esta vez, de manera literal ) de la “ficción”, pero sobretodo se
vuelve a ver el poder dramático de María León, para mí la actriz que mejor
llora del actual cine español con diferencia.
Paco León vuelve a demostrar buenas maneras
en esta secuela si bien ahora hay que ver si es capaz de buscar nuevos
proyectos y ver como se maneja en ellos, si bien viendo la fuerza que tiene él
y sus propios miembros familiares, puede ser una nueva voz para el cine
español, capaz de saber donde mirar y lo que quiere contar.
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