[ Sitges 2014 ] ( Cine ) ( Crítica ) Relatos salvajes

El día a día, el peor infierno

 

 

Madrugas después de apenas haber descansado, te pasas horas atrapado en un atasco en la carretera camino del curro, donde pasas más horas con compañeros en tu trabajo que con tu propia familia y amigos, y tienes que aguantar a presuntos amigos los cuales solo saben hacer la pelota a tu superior para pasar por delante de ti, aunque ellos critiquen a la empresa en vuestras conversaciones privadas, gente con dobles caras, pero tienes que trabajar para pagar las facturas, la hipoteca y demás gastos que no hacen más que subir y subir, así es la burocracia: alguien tiene que pagar los sueldos de esos corruptos que ves en las noticias como roban y salen indemnes de la ley, aunque luego ves tú y comete cualquier pequeña infracción y el brazo ejecutor legal caerá sobre ti con todo su poder, con todas las de perder si quieres recurrir ante tanta injusticia… Y luego llegas de nuevo el anochecer y cierras los ojos intentando descansar tras un duro día pero el siguiente ya está a la vuelta de la esquina; así es la vida y un fiel reflejo de la impotencia, lo injusta y cansada que puede llegar a ser a veces es lo que retrata estos relatos salvajes de Damián Szifrón

 

Producida por Pedro y Agustín Almodóvar y presentada en Cannes, donde no fue muy bien recibida “ porque era una comedia y la gente se rió con ella “ ( sic ) Relatos salvajes es un conjunto de cinco historias donde se habla de venganzas pasadas, injusticias burocráticas, la ironía de la vida o el estrés producido por la misma y que se ve reflejado de manera física en un malhablado y terco conductor, como la ley no es igual para todos y hay diferentes castas sociales aunque no lo parezca o como el día más feliz de tu día, a priori, como es el de tu boda puede ser en verdad un acto sarcástico lleno de mentiras, dobles caras e infelicidad escondida bajo las burbujas del cava y las sonrisas impostadas de los invitados; todo ello protagonizado por los mejores actores del cine argentino actual, con especial mención para Leonardo Sbaraglia o Ricardo Darín y con el acompañamiento sonoro preciso y bello – a pesar de lo contado – del oscarizado Gustavo Santaolalla.

 

Como todo film de segmentos hay unos mejores que otros: por ejemplo la primera historia es más floja que las demás en comparación posterior pero es una buena carta de presentación de lo que vamos a ver, pasando a los que quizás sean los dos mejores segmentos del conjunto como la “pelea” en la carretera entre el personaje de Leonardo Sbaraglia y , versión negra, amoral y escatológica por momentos de el diablo sobre ruedas ( 1974 ) de Steven Spielberg y que es el micro-film mejor rodado de los cinco, con momentos destacables como la tortura que recibe el protagonista dentro de su coche mientras su perseguidor mea y defeca encima de su luna delantera ( ¡! ) o ese plano final, que es muestra del negro humor del film. ¿ Y qué decir del “Bombitas”? Protagonista de un relato con el cual seguro todos nos identificaremos y que se beneficia del enorme talento de Ricardo Darín, en una historia explosiva. Por último seremos partícipes de esa historia mucho más truculenta de lo que parece ( ojo a su abrupto final ) donde la clase burguesa cree poder salir de cualquier situación por su estatus económico, en la historia más dolorosa por sus lecturas múltiples y por último se cierra el conjunto con una boda donde los secretos saldrán a la luz partiendo esa presunta felicidad que no es sino un espejismo ante la turbia niebla de nuestras vidas.

 

El director consigue un conjunto de historias que nos llegan, repletas de humor negro y sátira, si bien se ha criticado que en verdad estamos ante unos “ relatos domésticados”, aunque creo que a veces no hay que llegar a los excesos para conseguir tu objetivo; bien podría haberse construido los mismos relatos con más violencia y más explícitos, recordad el film coreano Dream Home de  donde una chica se dedicaba a matar a los vecinos de las maneras más gore y explícitas posibles de cara a abaratar la compra de un inmueble, pero  la mala leche y verdades que suelta el film de bien son ciertas y aceptadas por todos; a veces los excesos funcionan en la oposición de lo previsto y también a veces deberíamos mirar la vida con una sonrisa…aunque sea una sonrisa congelada por el terror “ realista” de lo visto en estos relatos salvajes.