EVA se estrenará con 15 minutos añadidos a su metraje en USA, mientras que en España esas escenas fueron cortadas, ¿por qué?
Este otoño, llegó a las pantallas españolas una nueva historia basada en esa idea. Hablamos de Eva, el filme protagonizado por Marta Etura, Daniel Brühl, Alberto Amman (Lope) y la pequeña Claudia Vega que nos mostró un futuro próximo lleno de androides en crisis existencial.
Pero los datos cantan: estrenada 28 de octubre, al comienzo del puente de Todos los Santos y el mismo día que Las aventuras de Tintín, Eva amasó en su recorrido inicial 480.000 euros pese a proyectarse en 214 pantallas (datos de Boxoffice.es). Para contrastar, digamos que Criadas y señoras alcanzó los 810.000 euros ese puente, habiéndose estrenado en 'sólo' 189 salas. ¿Demasiado rara para mover multitudes? ¿Demasiado melancólica? No lo sabemos. Pero sí tenemos claro que Eva ha vivido muchas vicisitudes, y no sólo las de la taquilla. Anunciada como "la primera película en catalán que abre el Festival de Sitges", Eva (rodada en catalán y castellano) llegó finalmente al certamen en una copia bilingüe, lo cual suscitó algunos ataques. Por otra parte, la aparición de escenas inéditas del filme en la web de la revista Fotogramas aclaró ni el montaje de Eva que se estrenó en salas comerciales fue el primero, ni será el último
"Al principio circuló una primera versión de la película", reconoce el director Kike Maíllo, responsable de estupendos videoclips. Dicho montaje, según nuestras fuentes, incluía al menos 15 minutos más de metraje, en su mayoría flashbacks sobre el pasado de los personajes adultos, que no han llegado a verse en pantalla grande. "No queríamos que la trama que se desarrolla en el pasado se enredara con la historia principal", aduce Maíllo para explicar los cambios en la versión definitiva. "Lo importante", remacha "era evitar una sobreexposición", añadiendo que el total descartado de la película suma 45 minutos. Cabe añadir que ese primer montaje de Eva, con su cuarto de hora extra, habría tenido una duración de 110 minutos. La versión estrenada sobrepasa por poco la hora y media.
Sabemos que montar una película, al igual que esculpir una estatua, consiste muchas veces en quitar lo que sobra. Aún así, recordamos esas historias de Hollywood en las cuales un director despotrica contra sus productores por haberle negado el montaje final. No es este el caso de Maíllo: cuando se le pregunta por la posible intervención de la productora Escándalo Films (vinculada a la escuela de cine ESCAC, en la cual él mismo estudió) o la distribuidora Paramount en su filme, el director responde: "Eso es algo muy habitual: el cine es un deporte de equipo, y tu productor es compañero de viaje". "Además", prosigue Maíllo, "yo no soy Dios, y lo que digo no tiene por qué ir a misa".
Aún así, Eva tiene aún por delante una temporada en el taller. Porque en mayo de este año, la agencia Wild Bunch (una de las empresas líderes en el mercadeo internacional de películas) vendió los derechos del filme para el mercado anglosajón a The Weinstein Co. El destino de esta historia al otro lado del Atlántico queda en manos de Bob y Harvey Weinstein, los productores de Pulp Fiction, Shakespeare in Love y El discurso del rey, cuya empresa pidió un nuevo montaje, en el cual se trabaja actualmente. No es algo excepcional: filmes como Ágora tuvieron montajes alterados para su distribución estadounidense, e incluso escenas nuevas rodadas para la ocasión.
"La nueva versión de Eva será más explicativa", nos aclara Kike Maíllo. "Incluirá los flashbacks y todo quedará más 'masticadito', para que el espectador no tenga que estar tan atento a la trama". ¿Está contento el cineasta con este requisito? "Cuando firmas la venta [de la película], es lo que tiene", responde. Y prosigue: "Nos hace gracia: es la misma peli, todo es cuestión de puntos de vista". Aun así, Maíllo reconoce que "la versión estrenada en España es mejor". Y, concluye, la película que se verá en EE UU será una versión nueva, que no seguirá las pautas de ese primer montaje visto por tan pocos.
Así pues, el misterio de los tres montajes de Eva queda, en lo posible, aclarado: parece que nos hemos ganado nuestras placas de blade runners. Sólo queda una pregunta: ¿por qué un filme español con posibilidades de éxito comercial se estrenó en el mismo fin de semana que Las aventuras de Tintín? ¿No supone una imprudencia lanzarlo el mismo día que una película capaz de arrasar con cualquier rival en taquilla? "Nosotros reservamos el espacio en salas en febrero, mientras que la fecha de estreno de Tintín se anunció en mayo", comenta Kike Maíllo. Y tiene razón, pero también esta claro que las fechas de estreno de los títulos españoles suelen enfrentarse a cambios de última hora. ¿Por qué Eva no hizo lo propio, rectificando su salida?. La respuesta del director: "Paramount decidió que, tratándose de un fin de semana largo, era cuando más dinero se podía hacer. Además, no coincidia con otras películas españolas, que para las distribuidoras son casi como un género aparte. Y allí nos quedamos, a recoger lo que se le cayera a Tintín".
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