Patronales y centrales obreras llegan a un acuerdo un día antes de la fecha de inicio de la protesta. Los beneficios de taquilla de 'La saga Crepúsculo. Amanecer' quedan a salvo en su primer fin de semana.
Las patronales madrileñas del cine (y los fans de Crepúsculo) pueden respirar tranquilos. La huelga de cines prevista para este viernes y sábado, que habría paralizado las salas de la capital y obstaculizado el estreno de Amanecer. Parte I ha sido desconvocada por los sindicatos Comisiones Obreras y UGT. Las centrales han tomado esta decisión tras la reunión que han mantenido a lo largo de esta mañana con las patronales FECE y FECIES, abortando así una protesta que hubiera afectado a buena parte de los 2.800 trabajadores que trabajan en este sector en Madrid. "A partir de la reunión de conciliación que se celebró el pasado lunes, ya notamos un ánimo negociador. Antes de ese momento, la Patronal se nos cerraba en banda", comenta la sindicalista.
"Una huelga es gravosa tanto para los trabajadores como para los empresarios", explica la portavoz de UGT Cristina Alonso. "Los primeros pierden dinero, y más aún con el salario congelado, mientras que los segundos hacen menos caja". Al parecer, asegurar los enormes beneficios previstos de taquilla previstos para el penúltimo filme de Crepúsculo ha pesado más en la balanza de las patronales que su resistencia ante las reivindicaciones de los sindicatos. Las cuales, recordemos, buscaban, sobre todo la equiparación salarial entre los empleados de cines de Madrid y los de Barcelona. Así, según prosigue Alonso, el nuevo Convenio Colectivo para los trabajadores del cine de Madrid estipulará una subida salarial para los dos próximos años consistente en el IPC del año anterior más un 0'2 por ciento, en lugar del incremento estipulado por las patronales, que ponía a las subidas salariales un tope del 2,5 %.
En el pack acordado por centrales y empresarios figuran también mejoras como, entre otras, la equiparación de matrimonios y parejas de hecho a efectos de bajas, mejores condiciones en casos de bajas por enfermedad y accidentes en el puesto de trabajo y la llamada acumulación de lactancia, pausa en el horario laboral de la que (a partir de ahora) podrán gozar las empleadas con bebés a su cargo. Eso sí: en lo referido a la precariedad laboral, uno de los puntos fuertes de las reivindicaciones sindicales hasta hoy "no se ha logrado nada", según Cristina Alonso. "Ahora llega el turno de presentar batalla a través de los comités de empresa y los propios sindicatos", afirma. "Si hay que llevar alguna infracción a la vía judicial, con la legislación en la mano, se llevará", remacha.
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