domingo, 6 de noviembre de 2011

Vampiros de los de antes.

Tras los últimos estrenos cinematográficos como la saga crepúsculo o series como crónicas vampíricas y demás… no puedo más que añorar las primeras novelas de vampiros que leí, véase por un lado Drácula de Bram Stoker y las primeras crónicas vampíricas (esto si eran crónicas) de Anne Rice entre las que se encuentra entrevista con el vampiro.


Lejos de los vampiros adolescentes con los que nos inundan los medios estos últimos años (excepto buenas producciones como Being Human o True Blood entre otras), los que no solo no se consumen con la luz del sol sino que además brillan con ella o bien casi ni se alimentan de sangre y demás… Tenemos los mitos que me engancharon al género de vampiros en su momento.
Drácula de Bram Stoker: Fue en el instituto cuando el cine y la literatura llegaron a mí en forma de crédito variable, tuve la suerte de compartir con un par de buenos amigos la grandeza del cine y en especial de aquellas películas que procedían del mundo de la literatura fantástica y de terror. Así entre otras películas como Excalibur  de John Boorman y Frankenstein la versión de Kenneth Branagh pudimos ver en clase y leer fragmentos de Drácula. La obra me encantó sobretodo los fragmentos del libro que teníamos en el dosier, cosa que me llevó a buscar una copia del libro que andaba por casa. Sus páginas eran de lo más interesantes, era más que una historia de vampiros, era la descripción de una sociedad y una época y tenía capítulos increíbles debido al estar escrito en forma de diario y cartas que tienen o se envían los protagonistas. Era un libro muy adaptable al cine por su estilo de serie o su estilo por llamarlo de alguna manera, cinematográfico.


Entrevista con el vampiro de Anne Rice: Fue algo más tarde de conocer a Drácula en su versión novelística cuando decidí leer el libro de entrevista con el vampiro para ver las similitudes con la película, había cosas muy bien llevadas al cine pero la historia iba mucho más allá. Necesité seguir leyendo la saga, conocer a los personajes, leer las novelas de estos otros personajes y adentrarme en el mundo que la autora había creado y que distaba ya tanto del vampiro que era Drácula, vampiros más humanos, nada de transformaciones, el poder de la sangre… Aún hoy tengo alguno de los últimos libros publicados de la saga aún por empezar en la estantería.


Extra: Vampiro la mascarada y Vampiro edad oscura: Dos libros de rol, de los de crear personajes y dialogar sobre lo que sucede y desarrollar acontecimientos con el uso de dados de 20 caras. Quiero remarcar que estos son unos buenos libros de vampiros aunque no quieras jugar ninguna partida de rol, puesto que describen situaciones, historias y personajes más acordes al prototipo de vampiro que tantas horas de diversión y fantasía me proporcionaron.

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