miércoles, 14 de diciembre de 2011

La piel que habito


¿Cambio de pieles en la obra de Almodóvar?



La piel que habito es un proyecto tras el cual el director Pedro Almodóvar ha trabajado muchos años. Adaptación de la novela negra  ‘Tarántula’ (‘Mygale’) de Thierry Jonquet , en un principio el film debía estar protagonizado por Antonio Banderas y Penélope Cruz, la cual tuvo que abandonar el proyecto debido a su carrera hollywoodiense, siendo sustituida por una más que correcta Elena Anaya.

Banderas interpreta a un brillante cirujano el cual pierde a su mujer en un accidente de tráfico. Años más tarde su hija será violada y morirá debido a los problemas psicológicos derivados del ataque. El personaje dará con el causante de tal violación, Vicente ( el tarrasense Joan Cornet ) al cual secuestrará e infringirá una terrible venganza. A su vez Banderas continua con sus experimentos de transgénesis, para dar con un nuevo tipo de piel, en contra de la opinión de la comunidad científica.

Voy a decirlo ya: el film del manchego muy esperado por varios motivos (volver a trabajar con Banderas tras veinte años; un film de género puro, en teoría; los años tras este proyecto) es totalmente decepcionante.

Con Le Yeux Sans Visage de Georges Franju como principal referente, Almodóvar realiza un film de género entre ciencia ficción ( con crítica a los experimentos y sus consecuencias incluida llevados a cabo el Mad Doctor encarnado por Banderas) y el thriller de terror/horror puro con esa venganza perpetrada. Pero no nos engañemos, Almodóvar lleva el terreno a su campo, realizando un drama extremo con notas de humor igualmente exageradas (el momento “Tigretón”, como lo definió un amigo mío, te saca del film a los 15-20 minutos y cuesta volver a él;la escena protagonizada por Agustín, hermano del director).

En la rueda de prensa tras el pase de la película en el pasado Festival de Cannes, Almodóvar contó que no quiso caer en escenas gore/violentas gratuitas, sino optar por una narración clásica; esta declaración choca con los momentos exagerados y totalmente equivocados  narrados anteriormente. Todo tiene que ser extremo, llegar hasta el límite: la historia entre Banderas y Anaya, Marisa Paredes y su hijo,etc

Otro aspecto negativo es el personaje de Banderas, el cual realiza una interpretación muy controlada y fría (parece que el actor quería optar por una interpretación exagerada al estilo americano pero Almodóvar, tras dos semanas de ensayos, lo controló) pero su personaje no acabo de creérmelo: pasa de ser un mad doctor que amenaza a Dios con sus experimentos cual Ícaro  y que atenta de una manera enfermiza y cruel contra el atacante que ha acabado con la vida de su hija a una historia de amor necrofílico muy salida de las casillas.

Almodóvar parece más preocupado en la escenografía del escenario (los cuadros, que aluden al cuerpo humano y más concretamente al femenino; los libros que leen los personajes, las figuras) que a la narración en sí. Además creo que se equivoca narrativamente en la introducción de los dos flashbacks que alumbran la intriga (y su posterior rótulo de “vuelta al presente” parece un atentado contra la inteligencia del espectador….).

Destacar la banda sonora de Alberto Iglesias, muy hermaniana por momentos, con amplio uso de instrumentos de cuerda, si bien en otros momentos errónea (como la torpe escena de persecución de Vicente, con una música cuasi dance).

En definitiva un paso atrás en la carrera del laureado director español, el cual esperaba mucho más en su primer film de género puro.

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