viernes, 18 de mayo de 2012

Cannes.Día 3

Garrone vuelve con Reality, en un flojo día


Matteo Garrone ganó el premio del Gran jurado del 2008 con su descarnada, por realista, Gomorra, basada en la obra escrita sin ningún tipo de miedo por Roberto Saviano ( el cual debe vivir con guardaespaldas debido a las amenazas de muerte recibidas por la Camorrra ). Hoy volvió con un proyecto también ambicioso, el de la crítica social y sarcástica a la telebasura en general y al programa Gran Hermano ( Grande Fratello en Italia ) en partícular. El film está protagonizado por Aniello Arena quien en  su primera película como protagonista recoge el testigo de la gran tradición de tragicómicos italianos, representada por grandes nombres que van de Toto a Vittorio Gassman. Lo peor, que Aniello Arena está encarcelado en la prisión de alta seguridad de Volterra (Pisa).Aniello Arena debuta en el cine con la película de Garrone, pero lleva más de veinte años tras las rejas, y no pudo obtener el permiso de las autoridades italianas para asistir ayer a la premiere del filme en Cannes. Aniello (Nápoles, 1968) es uno de los miembros de la Compagnia della Fortezza, de la cárcel de Volterra, el mismo centro penitenciario donde los hermanos Taviani rodaron la reciente Cesare deve morire, protagonizada por los actores de la misma compañía teatral tras las rejas, a la que pertenece Aniello. El filme de los Taviani, basado en el Julio César, de Shakespeare, se alzó con el Oso de Oro en el paso festival de Berlín, el gran gremio del certamen alemán.



El film dicen que, más que una crítica, es  una mirada compasiva sobre las falsas esperanzas que crea esa misma cultura, especialmente en las clases populares.Sin embargo a medida que el film se centra en la locura del protagonista debido a su unión a dicho programa, la película pierde fuerza dramática.

El realizador austríaco Ulrich Seidl, un verdadero terrorista en el campo del documental que en su salto al mundo de la ficción de momento ha basculado entre la perfección necrótica ('Dog days (Hundstage)') y los excesos insalvables ('Import/Export (Import Export)'). Su nueva obra 'Paradies: Liebe' (cuya traducción sería "Paraíso: Amor") vuelve a retratar con saña a un corpúsculo social de su Austria natal, en este caso a las mujeres sesentonas adineradas que viajan a África encamarse con indígenas a cambio de un poco de dinero. Un hecho de por sí execrable (el "turismo sexual", que como todo el mundo sabe no es exclusivo ni de las mujeres ni del continente africano) que bajo la ácida mirada de Seidl se convierte en un viaje a los infiernos (para el espectador). De hecho, sólo por la primera secuencia de la película, donde vemos que el trabajo de la mujer protagonista consiste en entretener a niños discapacitados mentales, ya daba pie para que el respetable se saliera de la sala. Luego, por suerte, la cosa cambia y hasta cierto punto sí logra erigir un retrato acertado de la podredumbre moral de todas esas mujeres a la caza del negro keniata. Una pena que Seidl retuerza la ficción una vez a la rosca se le ha terminado en dibujo, llegando a recrear una orgía que únicamente podría entenderse como una metáfora hiperbólica de todo lo contado antes. Repetición, exceso, agotamiento del espectador. No es una buena combinación.





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