La
saga protagonizada por Jason Bourne y que adapta ( libremente ) la
serie de libros escritos por Robert Ludlum ha redefinidio, para bien
o para mal, el cine de acción contemporáneo. Sus adrenalíticas y
físicas escenas de acción, combinadas con un estilo de montaje
rápido ( que no confundir con “videoclipero” ) únicas han
intentado ser copiadas y/o imitadas en tantas cintas posteriores; uno
de los casos más llamativos, sin ir más lejos, es el de quantum of
solace de Marc Foster, cinta que enturbió el buen debut de Daniel
Craig como 007 en Casino Royale (Martin Campbell ). éste solo es uno
de los múltiples ejemplos de los que podríamos hablar, después del
estreno de la exitosa saga empezada por Doug Liman y continuada ( con
mano maestra a mi parecer ) por Paul Grengrass.
Y es
que la saga de Bourne contaba con escenas de acción llamativas,
donde tiene mucho que decir el estilo impreso por Grengrass y sus
directores de segunda unidad ( muy denostados o no tenidos en cuenta,
pero tan importantes en este tipo de cintas ) con ese montaje
llamativo en un realismo extremo donde se nota la mano documental del
director inglés, pero también con guiones adultos en una trama si
no compleja sí muy bien hilvanada y montada; Tony Gilroy, director
de esta nueva entrega de las aventuras de los agentes secretos, fue
guionista precisamente de las anteriores cintas.
Pero,
dispuestos a exprimir el éxito, Universal decidió lanzar una cuarta
entrega que sirviera además de plataforma para un nuevo
relanzamiento de la saga así como el papel protagonista para su
actor, el ascendente Jeremmy Renner . La jugada de la compañía era
poder obtener nuevas entregas de una licencia para poder paliar las
pérdidas derivadas de otros proyectos estrenados en 2012 ( los más
de 150 millones de dólares gastados en esa tontería llamada
Battleship o cowboys& aliens; ¿ y de verdad no había dinero
para que Del Toro pudiera rodar su adaptación de en las montañas de
la locura? ) pero la jugada ha salido rana, tanto económicamente
como artísticamente.
Una
primera escena con un contrapicado en el mar nos lleva al inicio de
el caso Bourne, pero no: esta vez el extraño cuerpo está vivo y se
trata de Aaron Cross ( Jeremy Renner ) quien rápidamente intuimos
que es un nuevo espécimen de los proyectos “armamentísticos”
americanos en la línea de Tredstone ( de donde surgió Jason Bourne
) está en Alaska entrenando y, para demostrarnos su fortaleza y
habilidades, vemos como nada en aguas heladas, salta por acantilados
o resiste a la lucha de los lobos ( ¿ una referencia a infierno
blanco con Liam Nesson ?como echo de menos al badass Nesson de la
cinta de Carnahan o el de taken …). Mientras en Estados Unidos
vemos como toda la trama desenmascarada en las anteriores cintas de
Grengrass salpica a los proyectos políticos/armamentísticos
americanos y como sus máximos dirigentes intentan que la mierda no
les salpique, bajo cualquier pretexto; eliminan pruebas y personas (
breves papeles de Albert Finney y Paddy Considine) dirigidos por
el misterioso Eric Byer (Edward Norton , quien es raro que se meta en una
franquicia sin meter mano en los guiones, y el de la cinta presente
lo hubiera necesitado… ). También entra en escena una doctora llamada Marta Shearing (
una desaprovechada y perdida Rachel Weisz ), quien investiga los
virus de los nuevos agentes y su vida se cruzará con la del renegado
Cross. Rápidamente se pondrá en marcha una carrera contrarreloj por
la supervivencia y sacar la verdad a la luz.
Un
film fuera de lugar ( en la saga )
La trilogía
protagonizada por Matt Damon estaba totalmente cerrada y bien
construida, por lo que la existencia de esta película ya causa
decepción, más viendo el escaso interés ed la propuesta donde nos
quieren dar a conocer un nuevo experimento pero la nueva trama está
mal contada, mal ejecutada e interpretada.
Sorprende
ver el nulo interés y errores en la construcción del guión de
Gilroy, quien como ya he comentado era el anterior guionista de la
saga, además de una puesta en escena deficiente, sin garra dramática
ni fuerza en sus ( escasos ) momentos de acción. Sorprende ambos
aspectos, porque su guionista y director había demostrado buenas
virtudes en sus anteriores film, la estimable Michael Clayton y Duplicity (
film con Clive Owen y Julia Roberts, un Señor y señora Smith para
gente adulta, e inteligente ). Los momentos de acción son muy
escasos, al información demasiado fragmentada y/o mal explicada
directamente, no hay un villano decidido (las incursiones del
personaje de Norton o de ese nuevo agente del experimento no aportan
inquietud ), la tensión de la huida es inexistente. Sólo son
destacables algunos plano ( OJO cito plano y no secuencias o
momentos; el montaje y narración, no quiero ser pesado, es poco
interesante ), como la destrucción de la cabaña.
Además
se echa de menos a Damon: éste declaró que, si Grengrass estaba a
bordo, él seria siendo Bourne pero tras salir a otros proyectos,
este reinicio/continuación intenta poner en el estrellato a Jeremy
Renner, después de protagonizar la oscarizada en tierra hostil (
Kathelyn Bigelow; ojo con las primeras críticas hacia el nuevo film
de la ex de James Cameron, la noche más oscura, sobre la caza y
muerte de Osama Bin Laden ), y sus estupendos papeles como Ojo de
Halcón en Marvel Los Vengadores ( Joss Whedon, 2012 ) o el
misterioso de Misión Imposible: protocolo fantasma ( Brad Bird, 2011
), donde parecía ser el posible sucesor de Tom Cruise al frente de
la saga de espionaje pero que, tras el éxito de la nueva entrega,
habrá una quinta entrega protagonizada por el trabajador Cruise y,
posiblemente, dirigida por Cristopher McQuarie ( quien acaba de
dirigir a Cruise en Jack Reacher ).Pero la labor de Renner es
insatisfactoria, su personaje no llega a ser tan interesante como
Bourne, y debido a su indefinición acaba pareciendo un superhombre
drogata sin ningún desarrollo dramático. Es más, también afecta
mucho su nula química con su partenaire Rachel Weisz, quien (casi)
siempre está fantástica pero aquí anda muy perdida. Su relación
recuerda ( de nuevo) a el caso Bourne en su aproximación entre los
personajes de Damon y Franka Potente quien sí era una pareja
entrañable y con destacable giro dramático en la segunda entrega.
Los secundarios, algunos de lujo como Scott Glenn, David Strahaim o
Joan Allen pasan por allí ( porque apenas tienen escenas….) o el
propio “villano” del film, un Edward Norton que en ningún
momento parece poner en peligro la vida de los protagonistas.
Aunque se miren mal, no se llegan a estorbar.... |
En las
escenas de acción, marca de fábrica de la saga, aquí apenas hay
algún momento destacable como la pelea en el laboratorio de
Filipinas ( si bien su posterior persecución está mal montada pues
apenas hay suspense más allá de su “supuesta” espectacularidad
- y donde por enésima vez podemos citar a la película original, en
concreto el clímax en el piso franco - ) o el tiroteo en la casa
donde vive la doctora ( con un muy destacable plano secuencia en su
punto final, quizás la mejor escena de la cinta ).
En cuanto a
la parte argumental hay un interesante, aunque no explotado,
argumento relacionado con la cepa de virus que se da a esos soldados
y que los convierte en una especie de superhombres, como si de una
versión “realista” del suero que da poder al Capitán América,
estuviéramos hablando; sirve también como tibia crítica hacia el
uso de armas químicas/biológicas, aunque no creo yo que el cenit de
la peli sea hacer una lectura política. Como ya he mencionado antes
ni su protagonista ni sus desventuras logran sustituir cuanto menos a
la historia del amnésico Bourne ( donde, puede interesar más o
menos pero el hecho de su amnesia ya daba un misterio de cara a
desarrollar con el protagonista ).
Una
decepción y un paso atrás para Renner, cuando quizás el objetivo
era todo el contrario….
PD: Hay un rumor muy
fuerte de que Universal quiere unir a Matt Damon y Jeremy Renner en
una hipotética quinta entrega pero a no ser que vuelva Grengrass y
haya una buena historia, no será posible esto. Lo dejamos como un
rumor no posible, por el momento, y nada más.
Esse filme é o máximo.
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