El
show creado por Dennis Kelly ( quien estuvo detrás de otras series británicas de éxito como Spooks: ojo a la cinta a ésta en este capítulo ) va mostrando los múltiples vericuetos de su tela de
araña, en una trama dividida pero unida en su fin; no estamos ante
otro Lost donde vamos observando extraños personajes y tramas
“raras”, sin sentido en un principio. Por eso espero que no os
asustarais por el episodio piloto y hayáis seguido con esta poderosa
serie británica, la cual sigue demostrando el buen hacer de la
ficción televisiva inglesa.
Las
tramas ya han sido unificadas en esa historia conspiratoria con armas
químicas, intereses político-económicos de por medio y con la
huida de unos personajes unidos a través de un extraño cómic y su
secuela, que resulta ser la clave del misterio.
Por el camino también vemos personajes con dos caras, una moralidad
muy gris ( aquí no hay buenos ni malos claros, como marcan las
buenas tramas ) y sorpresas por llegar en un guión electrizante,
interesante y que capta tu interés junto a los elementos visuales
que lo acompañan.
Porque
Utopía sigue siendo una victoria en su acabado técnico y artístico,
con esa paleta de colores muy contrastada, la magnífica fotografía
y su puesta en escena, donde el show
hace del primer plano o plano medio frontal o esos travellings lentos
por oscuros pasillos como marca descriptiva.
Es imposible no sucumbir ante su elegante a la par que misteriosa
puesta en escena, con esa atmósfera creada a partir de sus sonidos
de la banda sonora que acompañan perfectamente lo visual – un poco
a la manera de las obras de Jonny Greenwood para las últimas
películas de Paul Thomas Anderson: las obras maestras - pozos
de ambición y
The master -;muy lynchiano todo, como
ya dije en la opinión sobre el segundo episodio .
En el
prólogo de este episodio de nuevo la serie no se echa atrás en
comenzar de nuevo con una secuencia muy dura, violenta, totalmente
imposible de imaginar en la ficción norteamericana actual ( debido a
los problemas y disturbios que ha habido en la sociedad USA debido a
su peculiar y necesaria de revisión política sobre armas de fuego )
como es ese asesinato perpetrado por ese extraño asesino, de nombre Arby ( Neil Maskell) y su bolso
amarillo chillón en un colegio.
Y
conoceremos algo más de este extraño personaje, con sus maneras
rudas de andar y expresarse pero tan hábil en el asesinato, quien es
un huérfano venido de Bulgaria y como actúa bajo las órdenes de
ese político encarnado por Stephen Rea
y James
Fox ( encerrado en su lúgubre despacho
) mientras dirigen la trama que versa con esa extraña gripe rusa y
el contrato millonario para su vacuna ( ojo a esa escena neblinosa
salida del cine de terror, en la isla en cuarentena debido a la nueva
cepa de gripe ).
A su
vez vemos como un nuevo tema, el de la orfandad, entra en escena
uniendo a varios de sus personajes: desde Jessica Hyde, hija del
creador de Utopía y que desde los cuatro años, edad en que fue
abandonada, está huyendo y fue educada para sobrevivir; Grant, el
niño de 11 años que consigue la buscada segunda e inédita entrega
de la novela gráfica, hijo de una madre soltera alcohólica y al
cual embaucan en el asesinato múltiple del colegio y éste quiere
volver con su madre, decirle que él no ha cometido esa atrocidad;
Becky, hija que perdió a su padre por esa extraña enfermedad que se
originó en los años 80 y que tiene se encuentra en la génesis del
cómic; el asesino, un ser individual y solitario, sin unos padres
conocidos y a merced de las órdenes de corruptos políticos; o
político, cuya mujer no puede concebir pero en cambio ha dejado
embarazada a una prostituta rusa, convirtiéndose en una marioneta de
éstos….
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