(Crítica) Utopía 1x04

Esto va a acabar mal

Unos personajes insignificantes, solitarios, huérfanos (ver opinión del episodio 1x03 – link ) metidos en una trama conspiratoria más grande que la vida propia, donde se miente y se mata por un bien mayor para el beneficio de unos pocos, unos pocos que parecen manejar esas tramas desde sus oscuros y sobrecargados despachos mientras otros, sin un lugar en la vida, son la mano de obra de esas amorales y letales acciones. Personajes con secretos unos, en busca de respuesta otros, a favor de una justicia los demás, perdedores que creen poder sacar provecho de sus descubrimientos, pero todos ellos enredados en esta tela de araña sugerente y enrevesada pero espléndida que es Utopía.

Este cuarto episodio baja un poco su nivel narrativo, en cuanto a que hasta ahora era la huida de unos cuantos perseguidos por ese extraño ( y muy llamativo: ojo a su evolución y a su explosión en este episodio ) asesino o sicario de nombre Arby. El grupo, al cual ahora se ha unido la pequeña Alice, en estado de shock tras presenciar la muerte de su madre, se esconderá en una mansión abandonada a la espera de contactar con su apoyo del MI5, el cual parece no responder. Además Jessica Hyde ha huido y el miembro del servicio de salud ha pasado un trozo de dedo al médico de esa extraña gripe rusa, obteniendo una verdad del complot montado entorno a esa enfermedad. Todos en busca de la verdad para su propia libertad, justicia o beneficio económico; mirad el doctor, que quiere chantajear a sus antiguos jefes los cuales le hundieron en la profesión – ojo al relato de la falsedad entorno a la gripe aviar -; es el caso de Wilson, que descubre el asesinato de su padre o de la pequeña Alice ( en la escena AMORAL del capítulo; todo un clásico de esta serie el ver escenas muy violentas en su contenido o en su fondo ) la cual ha perdido a su madre. El secreto de Becky o ese extraño triángulo amoroso que se ha montado alrededor de ella, Ian y Jessica. O la evolución de Arby, el cual parece descubrir su origen en las páginas del cómic y se subleva contra sus amos.

Además la trama conspiratoria alcanza niveles globales y nerviosos, como el relato de cómo se falseó la gripe aviar o como se ha integrado esta nueva cepa a través de una compañía multinacional con varios productos de alimentación. Trama que escapa de las manos de los implicados, los cuales pueden poseer la clave para resolver el misterio ( ese cómic, o los dibujos de la misteriosa segunda entrega hechos por Grant ) o la verdad misma de la enfermedad aunque sin poder darla a conocer ( como lo intenta el miembro de la salud pública y como es chantajeado dando a conocer la otra verdad a su mujer ).

Un episodio donde predomina los negros, colores muy apagados como los de esa abandonada y tétrica mansión donde se esconden Ian y compañía o el más oscuro aún despacho de Corvalt. El buen hacer de su pista sonora y su puesta en escena, de una calma mayor que en los episodios anteriores aunque eso no priva de encontrar momentos de choque dramático de una excelente ejecución: destacar la escena final en el piso de uno de los miembros de la compañía de comida, de una tensión creciente muy destacable y ese golpe de efecto final con Alice de por medio.

La referencia a Crimen y castigo de Dostoevsky no es nada casual ni gratuita en esta trama llena de mentiras, asesinatos, personajes culpables de acciones amorales.