(Crítica) Mad Men 6x03 The collaborators

El sexo como arma (problemática)

Mad Men ya volvió, y por la puerta grande puedo decir. El show creado por Matthew Weiner tuvo un inicio de temporada con un episodio doble que respiraba aire de largometraje tanto por su duración como por la acertada e interesante temática y presentar las líneas maestra de la presente temporada, la cual se presenta turbia y realmente atractiva, pues si no cambian los planes el show toca a su fin: finalizará en sus séptima temporada.

En este tercer episodio además asistimos al debut como director de su actor protagonista, el grandioso Jon Hamm, quien se atreve a ponerse delante y detrás de las cámaras como ya hicieron alguno de sus compañeros, como John Slaterry ( quien dirigió algunos de los mejores episodios de la quinta temporada, por ejemplo ). Hamm se muestra seguro en su primera tentativa como director, incluso inspirado en ciertos momentos ( ese montaje en paralelo en el restaurante italiano y lo que sucederá a continuación ). Incluso parece que su labor se contagia a los actores, donde encontramos excelentes momentos interpretados por algunos de los miembros del excelente cast de la serie, como Peter y su mujer.

Vemos como avanza la relación adúltera entre Don y su vecina italiana, donde ambos saben que actúan mal; ella le dice “ no nos enamoremos” , más para no hacerle daño a sus respectivas parejas que no por el sentimiento y atracción que sienten entre ellos. Un ejemplo perfecto es la ya comentada escena del restaurante, donde Megan no acude y el médico debe marcharse a una urgencia y como ambos quieren estar juntos en la cama aunque no lo confiesen, montando en paralelo las escenas siguientes, en un gran momento de dirección de Hamm. A la vez esta infidelidad se hace más dolorosa al conocer un secreto de Megan, la cual se lo dice primero a la propia mujer italiana: en su escapada a Hawaii ella se quedó embarazada y ha tenido un aborto. Esa confesión a la mujer con la cual su marido le está siendo infiel provoca un malestar mayor en la situación, más aún en el final del capítulo cuando Don se entera y ese devastador plano donde él acude a casa de su vecina al ver la puerta entreabierta pero no puede entrar por estar su vecino en casa y como se derrumba antes de entrar en su propio hogar.

Pero no es el único matrimonio con problemas pues vemos como Peter anda en la cuerda floja tras tontear con la mujer de unos vecinos a la cual camela con unas entradas para Broadway y como la invita a la ciudad, donde mantiene un piso de soltero, para acto seguido ella quedar prendado de él, un joven con éxito y dinero y acabar confesando su secreto a su marido, el cual la apaliza y se la envía a su propia casa y como Trudy la cuida y escurre el bulto, si bien ella detecta inmediatamente la situación, pues permitió a Peter mantener ese piso siempre y cuando sus infidelidades no se hicieran notar. Las apariencias por encima de los sentimientos.

El segundo gran bloque temático del episodio, que también estuvo presente en la quinta temporada, es el cambio de los tiempos y la búsqueda de éxito a cualquier precio: Don y Roger son dinosaurios en un mundo donde los negocios cambian, ver como Don es mandado por Peter pero éste se niega a hacer caso de las indicaciones del arrogante compañero, cuando se niega a hacer un favor al mandamás de Jaguar ( el cual, recordamos, negoció algo horrible para poder darles la cuenta: que se lo pregunten a Kiendrick ); “ ha sido el mejor suicidio profesional que nunca he visto” le dice Roger para acto seguido recibir la bronca de Peter (el cual es dominado en casa por su esposa, recordar ). A la vez Peggy, en una de sus charlas con su antiguo compañero y amigo , conoce que Heintz quiere una campaña para su ketchup pero el jefe del departamento de las alubias ( para el cual Don y su compañía trabajan ) les pide como favor que no trabajen para él; el jefe de Peggy le pedirá toda la información sobre ese posible negocio. “ En este negocio no hay amigos; si quisiera amigos no trabajaría en publicidad”. Dura lección para Peggy.

Hendricks se “prostituyó” para conseguir un potente cliente mientras ella era echa socia; Peggy duda a la hora de usar información privilegiada, Don es mandado a hacer favores que sabe no son útiles de cara a sus clientes, Peter es un lameculos con el único propósito de mantener a sus cliente contentos..El precio del éxito tiene diferentes y malos caminos.

Recuerdos de juventud

Y atención, porque asistimos a un nuevo flashback donde conocemos más sobre la juventud de Dick-Don, concretamente en el momento que tuvo que ir a vivir a un prostíbulo con su madre. ver como mira a las chicas del hogar, con ese aspecto famélico, inocente y poco atractivo ( todo lo contrario a su futuro-presente en la serie - ) o ese perturbador momento en que mira como su madre es obligada a mantener relaciones sexuales; duros momentos que parecen formar la compleja personalidad de su protagonista: un ser que siente el sexo como una necesidad, no como una expresión de sentimientos, una manera de poder ante las mujeres. De nuevo se vuelve a un salto al pasado para desconocer el misterioso entorno a Dick.

Notable debut

Un interesante episodio donde Jon Hamm nos propone un episodio lleno de destacables momentos, tanto perturbadores ( esos flashbacks en el prostíbulo ) como duros cara a cara ( la confesión de Megan a su vecina y posteriormente a su marido; la escena del restaurante; Don versus Peter o sobretodo Peter ante su esposa. Además hay un sentimiento de pesimismo general ene l ambiente, en esas referencias a la guerra del Vietnam

Por último me gustaría comentar cuanto le debe el show a la literatura de David Yates y a su vez Revolutionary road ( la recomendable película de Sam Mendes con Leonardo DiCaprio y Kate Winslet ) se fija en la serie de AMC