jueves, 19 de septiembre de 2013

(Series - PILOTOS ) ( Crítica) Brooklyn Nine-Nine

Echando de menos los cortos musicales de SNL
 



The Office, versión USA, acabó su andadura tras nueve temporadas y sus responsables parecen buscar una serie que sustituya las vivencias de ese grupo de seres extraños pero humanos y, tras esa especie de spin off que no lo es ( Parks & Recreations, la cual supera a su versión mayor ) ahora nos traen este vehículo creado por y para el lucimiento de Andy Samberg, popular cómico salido de la cantera del fecundo Saturday Night Live.
 
 
La serie nos presenta a un cuartel de policía de Brooklyn donde conocemos a una serie de personajes muy estrafalarios desde el teniente que le tiene miedo a las operaciones en la calle ( Terry Crews, Hale Caesar en la saga The Expendables, en uno de los mejores gags del piloto ), el bicho raro torpe ( Joe Lo Truglio, en un personaje demasiado similar a Dwight Schrute de The Office ), la secretaria metomentodo ( Chelsea Peretti, el personaje más divertido del elenco ) o el nuevo capitán ( Andre Braugher, el veterano actor de Homicide ). Pero entre ellos está Jake Peralta ( Andy Samberg ) un detective muy eficiente pero que no " ha encontrado el camino para madurar" en definición de sus superiores. El joven mantiene una tensión sexual no resuelta con su compañera Amy ( Melissa Fumero ).



 
La serie quiere ser una especie de parodia de los procedimentales y la figura de las series policiacas, todo un clásico de la televisión, pasado por el filtro de The Office y el humor salido de los sketches de SNL ( con cameo incluido de algunos de sus integrantes: aquí tenemos a Fred Armisen como un griego que no se entera de nada; preveo más cameos en el futuro de actores de los últimos años del show ), donde Samberg se especializó en sus sketches musicales llenos de mala baba, un humor muy sexual y una excelente factura. Pero lo que servía para un corto de 5-6 minutos aquí no sirve para una trama de 22: el tempo narrativo, algo tan difícil de conseguir en la comedia tal como nos enseñó Billy Wilder ( y tantos otros maestros ) está mal usado y apenas hay algún gag que resulte efectivo, más allá de que esboces una sonrisa pero nunca una carcajada. The office funcionaba por el patetismo de sus personajes y como el humor acababa saliendo de ellos, aquí de momento dicho humor queda soterrado bajo una narrativa nada efectiva ( los diferentes flashbacks o escenas intercaladas, las cuales no causan el efecto deseado ) y es algo extraño pues en la dirección del episodio nos encontramos con Phil Lord y Chris Miller, directores de Lluvia de albóndigas ( 2009 ) e infiltrados en clase ( 2012 ), películas donde dicho tempo cómico sí funcionaba. Aquí en cambio los 22 minutos se hacen laaaargos.
 
 
 
Veremos como avanza la serie, comentar que tanto The Office en su versión americana como Parks & recreations en sus primeras temporadas fallaron y fue después cuando encontraron su punto, veremos si Samberg y cía lo consigue.
 
 

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