jueves, 19 de septiembre de 2013

( Crítica ) R.I.P.D. Departamento de policia mortal

Antes muerta que DIVERTIDA
 
 
El mundo del cómic resiste a la crisis económica: a pesar de los malos tiempos que vivimos mes tras mes las ventas de cómics tanto en su formato de grapa como de tomos recopilatorios o tapa dura sigue con buenos números de mercado, donde se demuestra la fidelidad del público en un campo donde me atrevo a comparar a las series con los cómics: ambos son líneas narrativas donde se busca captar la atención del público, hacerlo fiel a sus personajes y tenerlo ahí mes tras mes, semana tras semana mediante el cariño a sus protagonistas, cliffhangers y demás trucos narrativos.
 
Hollywood no ha sido ciego hacia el cada vez más importante sector del noveno arte y, después de la eclosión de Marvel como estudio cinematográfico y su extenso universo que está creando, ha decidido apostar por variadas adaptaciones de obras, tanto conocidas ( ahí está DC intentando copiar la fórmula de su rival ) como semidesconocidas: así nos llega films como este R.I.D.P., un cómic de Peter M. Lenkov publicado por Dark Horse Entertainment. NO conozco la obra gráfica por lo que no puedo comparar con su adaptación cinematográfica ni saber hasta que punto ésta es fiel o infiel a su base. Pero no siempre estas adaptaciones tienen éxito ( y no hablemos de su calidad artística, la cual deja mucho que desear: Spawn, Daredevil, El Motorista Fantasma....), y este RIPD ha sido el gran fiasco del verano ( con permiso de El Llanero solitario de Disney ), con 30 millones de recaudación sobre un presupuesto de 130 millones de dólares.
 
 
 
Nick Walker y Roy Pulsipher son dos policías especiales. Nick acaba de morir, pero es llamado para trabajar con Roy, un agente que murió hace cientos de años. Ambos forman parte del “Rest In Peace Department”, que se encarga de perseguir a los demonios que habitan en el mundo de los vivos y de mandarlos al infierno. A Nick le cuesta hacerse a la idea de su condición de muerto, y no acepta estar alejado de su esposa, a la que envía reiteradas señales para que perciba su presencia. Al menos, gracias a su empleo post mortem, el joven agente intentará averiguar la identidad de su asesino.
 
 
 
La cinta está dirigida por el alemán Robert Schwentke , director que debutó con Plan de vuelo desaparecida ( 2005 ) una cinta simpática e intrascendente que sin embargo recuerdo porque gracias a ella pude ver en persona a la gran y espectacular Jodie Foster en el Festival de Sitges. Luego ha resultado ser un director todoterreno y muy eficiente con films como más allá del tiempo ( 2009 ) o Red ( 2010 ) que tomó como base un cómic de Warren Ellis para realizar una cinta de acción/parodia muy entretenida y de la cual se acaba de estrenar una secuela. Pero en RIPD se estrella, debido al escaso interés de la propuesta:  una cinta policiaca con argumento mil veces visto pasado por el filtro de Hombres de Negro pero sin el aire pulp y de serie B de la cinta de Barry Sonnenfeld, con unos actores sin química ninguna entre ellos y un acabado visual deficiente, donde te preguntas donde está el dinero invertido en esta intrascendente ( pero que muy intrascendente ) cinta. Y es una pena porque ya he dicho que Schwentke ha salido airoso de las películas a las que se había enfrentado hasta ahora así como por su estrella, Ryan Reynolds, un actor simpático pero que no acaba de conseguir su lugar; es más la misma semana que se estrenó ( y fracasó ) RIPD en los cines USA también coincidió con el estreno ( y también fracaso ) de Turbo, una propuesta animada de abultado presupuesto y donde el actor protagonista en su faceta de doblador es...Ryan Reynolds.
 
 
Y es que Reynolds demuestra sentido del riesgo a veces ( aún sigo aplaudiendo su labor en Buried de Rodrigo Cortés, donde lo dio todo, TODO ) pero se ha equivocado en sus producciones: desde la endeble Blade III hasta esa totalmente fallida adaptación de un popular personaje de DC como fue Green Lantern ( a manos de Martin Campbell, quien venia de levantar la franquicia de James Bond ). En RIPD falla todo, ni siquiera la labor de sus actores se puede citar como positivo: Reynolds falla como héroe muerto que se quiere reunir con su prometida ( en un apunte a los Ghost sencillote ), el cual oculta un oscuro secreto ( su participación en una trama de corrupción: no es un honesto policía del todo, el único apunte algo destacable de la floja trama ) y apenas tiene química con esa especie de policía que se quedó anclado en el western y donde Jeff Bridges, con el piloto automático, parece parodiar su Rooster Cogburn de Valor de ley de los hermanos Coen. NI siquiera Kevin Bacon como el villano funciona ( mejor recuperar su labor como antagonista en X-Men: First Class o Super de James Gunn ) o Marie-Louise Parker mucho más simpática en la anterior RED.
 
 
La acción avanza sin ninguna sorpresa, el acabado visual es extremadamente flojo, con unas escenas de acción nada originales y unos FX de pena: el mejor ( peor ) ejemplo es ese sicario gordo que recuerda al Gordo Cabrón de la saga Austin Powers; solo que en la comedia de Jay Roach los efectos de maquillaje tenían un mejor acabado que este FX mal echo. NI siquiera la comedia funciona, donde el único gag ( recurrente ) es el de que los dos policías muertos interactúan con el mundo de los vivos con diferentes cuerpos: Brdges como una despampanante rubia y Reynolds como un escuálido turista chino...
 
 
Una propuesta aburrida, nada original y mal acabada: una lástima pues se podía haber sacado mucho más de una trama parecida y otro ejemplo de como la meca del cine coge una obra destacable en su medio ( el cómic ) para destrozarlo y hacer otra cosa.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario