viernes, 11 de octubre de 2013

(Sitges 2013 ) Byzantium

Amor y muerte a través de la sangre y del tiempo



Byzantium supone el retorno del irlandés Neil Jordan al cine fantástico y más concretamente al cine de vampiros, donde Jordan nos dio la excelente y no tan bien considerada adaptación de un best seller que convirtió en un relato personal como fue entrevista con el vampiro ( 1994 ), cinta que no ha envejecido nada mal. Ahora vuelve con un pequeño relato de vampiros ( aunque mirado con ciertos toques modernos a la vez que "polémicos" ) protagonizado por dos mujeres, Clara y Eleonor, se mudan a un hotel cerca del mar con la intención de guardar el secreto de su longeva vida. Este film estaba previsto verse en Sitges 2012, donde su director estuvo presente para recoger un premio honorífico, pero no llegó a tiempo y es en esta nueva edición de Sitges donde podemos saborearlo.


Jordan presenta un relato atmosférico y romántico donde veremos el desarrollo de una historia de amor entre jóvenes, en el lado contrario de la saga Crepúsculo, pues el director quiere alejarse todo lo imaginablemente posible de ese amor de best seller juvenil y él demuestra como se rueda y presenta una tierna historia de amor entre jóvenes de una manera inteligente, adulta y atractiva, donde vemos el dolor provocado por ese amor en conjunción con esa especie de maldición que persigue al personaje de Eleanor ( una adecuada Saoirse Ronan, quien con su mirada es capaz de proyectar sus sentimientos  ) y que Frank ( Caleb Landry Jones, el protagonista de la demasiado Cronenbergniana Antiviral ). Ambos actores, tanto por su físico y la potenciación e sus miradas como en sus actuaciones nos dan la descripción de una relación amorosa que escapa de esos tics juveniles y es capaz de atraer la atención de cualquier tipo de público. Además dicha relación está bañada por la sangre ( con la enfermedad que sufre él ) lo que introduce la relación en esa vertiente vampírica que asola a la historia.



Porque Byzantium tiene el protagonismo e la voluptuosa y sensual Clara ( Gemma Artenton ) una joven que entra dentro de una pequeña logia formada por unos pocos hombres los cuales, en un extraño ritual en una isla, en una comunión con el agua y la sangre, consiguen vida eterna. Así Clara conseguirá ser la primera mujer que entra en ese grupo y será perseguida a través  de los tiempos por los miembros fundadores. En su periplo entablará relación con dos hombres diferentes mientras acoge a Eleanor en una suerte de relación materno-filial. Clara usará su cuerpo ( el sexo unido al vampirismo ) como motor económico y en un tiempo presente fundará una casa de prostitutas  mientras intenta huir de nuevo de sus perseguidores a los cuales deberá hacer cara finalmente.

 
Jordan consigue un pequeño relato que bascula entre lo gótico y lo romántico tocado por ciertos toques modernos, aquí tenemos unos personajes que sufren un ritual mediante el cual se deben alimentar de la sangre pero pueden caminar a la luz del sol, en el apunte más moderno y que puede herir a los clásicos de este tipo de historias. Por otro lado su nueva incursión en el fantástico, al cual ha dado joyas como en compañía de lobos (1984 ) si bien su mirada en esta Byzantium está cerca de su inédita Ondine ( 2009 ): un relato romántico y pequeño tocado por el género fantástico pero donde ambas vertientes se fusionan y funcionan. Jordan consigue un goticismo en las escenas situadas en u pasado y una versión moderna de esa relación amorosa juvenil, si bien el mejor elmento fantástico de la cinta es esa imagen que se repite del ritual en la isla: el agua en conjunción con la sangre, como la cascada se convierte en un mar rojo es la imagen más atrayente de la cinta. Por lo demás es un pequeño relato donde se demuestra el tacto del director irlandés, si bien no llegará a ser tan recordada como sus trabajos anteriores en el cine de género, aunque su cinta sin llegar a ser redonda es mucho mejor que ciertas películas modernas que quieren unir fantasía y/o ciencia ficción con amor ( juvenil ) de manera horripilante e infructuosa.
 
 

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