Con la tontería Sylvester Stallone parece
haber creado una nueva franquicia en su afán de presentar una cinta de acción y
colegas que se base en sus éxitos pasados y en la forma de hacer cine de los
años 80, para muchos la mejor y/o peor década del cine ( esta cuestión la dejo
abierta para debate ) y que con la tontería llega ahora a su tercera entrega,
con final abierto para nueva saga de películas si bien el fracaso de la
propuesta ( 1 ) no parece que vaya a propiciarlo.
La primera entrega parecía un ensayo de las verdaderas intenciones de Stallone, allí guionista y director, el cual nos presentaba un film de acción físico y lleno de caras características de los 80 pero con un argumento y villano nulos, mostrando lo peor del Stallone en esas facetas. La segunda parte ya contó con un director algo más experimentado como fue Stephen West ( director de Con air y, sobretodo, la hija del coronel ) la cual fue mucho más entretenida pero (auto)paródica por momentos: Jean Claude Van Damme como villano era más pose que antagonista y cameos como el de Chuck Norris ( en una escena que parecía una extensión de los chistes entorno al protagonista de Walker ) era realmente exagerada, aunque a mí me resultó muy simpática. Además contábamos con las escenas cómicas entre Schwarzenegger y Bruce Willis ( 2 ) Ahora para la tercera entrega han decidido “arriesgar” y darle la dirección al joven director australiano Patrick Hughes , quien firmó su debut con el interesante western Red Hill ( visto en España en el festival de Sitges, si no me equivoco ) protagonizado por Ryan Kwanten ( True Blood ).
Esta tercera entrega es un relato tópico de
la caída en desgracia y de la formación de nuevo del grupo, visto en mil
sitios, siguiendo con los errores y aciertos de las dos entregas anteriores. Si
bien está mejor narrado y en ciertos momentos la dirección del casi debutante
director nos capta nuestro interés ( la larga pelea final, como la pelea entre
la miembro femenina del grupo, por ejemplo, aunque en la misma escena también
hay cabida para algún momento circense como el de la moto… ) si bien ese
entusiasmo también hace peligrar el interés de una cinta totalmente alargada (
130 minutos, de los cuales le sobran bien bien más de 20, tirando por lo corto
) y donde la introducción de ese nuevo elenco de actores jóvenes ( buscando
nuevos mercados entre la audiencia ) falla estrepitosamente además de la
pérdida del elemento violento en la historia: ninguno de esos jóvenes actores
tiene una pizca de carisma; no es que ahora Stallone, Dolph Lungren o Jason
Staham sean grandes actores pero desde luego carisma tienen un rato. La
introducción de Liam Hermsworth en los mercenarios 2 tenia un efecto
dramático que SÍ funcionaba, por ejemplo.
Así lo mejor de la película acaban siendo dos
actores nuevos, algo inesperado, y sus nombres son Antonio Banderas y Mel
Gibson; Gibson crea un buen villano ( su historia pasada, aunque no se
profundice en ella, funciona, más por la cara de cansancio del propio actor que
por los detalles de guión: ver como se cita su pasado de mercenario en ese
plano tan sencillo como efectivo del tatuaje… ) en las antípodas de su labor
como villano de serie Z de Machete Kills y la sorpresa la da Banderas,
con un personaje totalmente pasado de vueltas pero que acaba siendo lo mejor y
más divertido de la cinta ( hay que ver la cinta en versión original sí o sí:
además de que el actor malagueño tiene mejor dicción en inglés que otros
actores de la cinta, el momento en que se pone a cantar, en castellano, “ soy
el hijo de la muerte” es impagable, te deja con la mandíbula desencajada ).
Así los mercenarios 3 sigue siendo una
película simpática y entretenida, con varios defectos y también leves aciertos
si bien mejora a sus dos entregas anteriores pero su opción por ser una puerta
para un futuro cercano en forma de nuevo equipo y nueva saga no creo que se
materialice; además, el objetivo de reivindicar a estos actores y esa década
que alumbraron tampoco se cumple, si queréis recordar los felices 80, ved los guardianes de la galaxia, por favor.
( 1 ) Por varios motivos: bien es verdad que
la cinta fue pirateada un mes antes de su estreno incluso en los Estados Unidos
pero también influye su larga duración, la eliminación de la violencia para
entregar una cinta PG-13 así como su elenco desigual.
( 2 )
Al cual echamos de menos en esta tercera entrega, debido a una discusión por
los sueldos; en su relevo tenemos a Kelsey Grammer. Por otro lado la poca
participación de Schwarzenegger y su extraña descripción de su “relación” con Jet Li
tampoco sé a que viene…..
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