viernes, 6 de marzo de 2015

[ Sitges 2014 ] ( Cine ) ( Críticas ) Maps to the Stars

Ese purgatorio llamado Hollywood



La meca del cine puede ser un mundo creador de sueños y bellas imágenes, pero también de ahí pueden surgir las peores pesadillas, el lado oscuro de las personas sale a la luz llegando a vivir relatos sórdidos y criminales, algo que se ha visto en muchas películas: desde la locura de en el crepúsculo de los dioses ( Billy Wilder, 1950 ) a los tejemanejes de el juego de Hollywood ( Robert Altman, 1992 ) o esa entrada ( literal ) en el infierno personal que fue Mulholland Drive, bajo la personal mirada de David Lynch. Ahora tenemos otra oscura y extraña mirada sobre lo que supone vivir en ese falso mundo de glamour y el estrellato como camino a la perdición ilustrada por otro personal director como es el canadiense David Cronenberg.



Una antigua actriz de renombre, Havana Segrand ( Julianne Moore ) venida a menos y que además va a encarnar un papel en una nueva versión de una famosa película protagonizada por su propia madre; un chófer de limusinas con ansias de ser escritor y/o actor ( Robert Pattison ); una joven Agatha ( Mia Wasikoska ) que vuelve a la ciudad y que esconde sus pecados en forma de quemaduras corporales bajo las ropas que tapan su cuerpo y que será la amante del chófer y la asistente personal / esclava de la actriz; un terapeuta de estrellas ( John Cusack ) casado con Christina ( Olivia Williams ) y que tienen como hijo a una estrella del cine con los mismo modales y costumbres que Charlie Sheen ( Evan Bird , uno de los niños de la serie The Killing, versión USA ), los cuales además son familia de la asistente y Carrie Fisher interpretándose a sí misma, esta es la peculiar fauna que protagoniza este ( tortuoso ) “ Camino a las estrellas”, en irónico uso del título.



Cronenberg continua con sus relatos “realistas” después de haber creado un universo tan personal como enfermizo y malsano en sus anteriores películas y después de las soberbias una historia de violencia, promesas del este y un método  y la correcta adaptación de Cosmópolis (de la cual hay una cita irónica directa: Robert Pattison, el protagonista de aquella, aquí es un triste conductor de limusina ) nos trae su visión de lo que supone Hollywood y su cara oculta, según el guión de , con unos argumentos que suenan más a ser el punto de vista del guionista que no del director, si bien el maestro canadiense se guarda un par de escenas marca de la casa. Un relato lleno de momentos excesivos y enfermizos, si bien el punto de vista lo veo demasiado inconexo a pesar de la dureza de ciertas escenas, no veo una unidad homogénea: a ratos es un tenebroso relato sobre un mundo lleno de fantasmas, donde los personajes ven muertos como el niño de el sexto sentido, otros un relato sobre la disfunción y rotura del núcleo familiar, la soledad en un mundo lleno de fama, incluso hay ciertos momentos que hacen que el drama extremo caiga en el humor involuntario ( el final de la familia  , por ejemplo ), aunque hay momentos de puro humor negro ( la visita al hospital del inicio ). Aún así, tratándose de la cinta más floja de Cronenberg ( quizás un peldaño por encima de Cosmópolis )  de los últimos años, hay detalles llenos de interés: la visión sobre la familia es realmente incómoda, como la relación entre el matrimonio y la de sus hijos; como la muerte de un niño pequeño da la felicidad a una desequilibrada y solitaria mujer que además sufrió abusos sexuales…¡de su propia madre! La visión sobre la industria es realmente sórdida, donde jóvenes consumen drogas y matan a su co-protagonista porque creen que les está robando escenas o una actriz que quiere emular a su propia madre en el papel más famoso de ésta ( en un elemento de doble lectura, tanto como símbolo de la política de nuevas versiones o remakes que aflora últimamente como de las relaciones familiares, tema central de la cinta en su finalidad ) si bien no llega a ser tan degradante y enfermiza como esa obra maestra de Lynch e incomprendida como fue Mulholland Drive. Cronenberg nos da un relato lleno de personajes incómodos, con una dirección de actores soberbia, si bien podría haber llegado más lejos con un guión más pulido.


Julianne Moore está fantástica como esa desequilibrada actriz ,llena de cambios de humor pasando de la tristeza a la rabiosa felicidad, incluso se atreve con escenas atrevidas como el de la escena del lavabo, que recuerda a otro momento arriesgado como fue el de su monólogo en vidas cruzadas (Robert Altman, 1994 ); Mia Wasikowska tiene un papel frío como su India de Stoker en un rol que me recordó al de Rosanna Arquette en Crash, ( donde lo que no vemos nos afecta más que lo que se muestra; Cronenberg juega ambas opciones, y triunfa en las dos ), atentos al diálogo entre Moore y Pattinson en la limusina; Evan Bird tiene un papel repudiable pero totalmente conseguido como ese asqueroso niño prodigio; en cambio me falla el dramatismo excesivo de Olivia Williams y el correcto papel de John Cusack. Pattinson está en un rol muy secundario.

Maps to the stars es una historia incómoda con una visión enfermiza del mundo hollywodiense por un lado y la estructura familiar por otro, con momentos muy destacables si bien su resultado final podría haber sido más satisfactorio; aún así, Cronenberg sigue con su punto de vista quirúrgico y sabe donde cortar, aunque esta vez algún corte sea más o menos profundo de lo que debería….

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