Debut
en la dirección de Seth McFarlane, prolífico creador de series de
animación de éxito como Padre de familia, su spin off The Cleveland
Show o American dad, así como cantante y actor ( de doblaje: varios
personajes en sus series animadas o Hellboy 2 de Guillermo del Toro
así como la voz de Ted en este film).
McFarlane
( próximo prsentador de la gala de los Oscars; que ganas de verlo )
nos regala un relato donde tratamos el peterpanismo de una generación
neoyorquina de treinta y tantos (algo que ya cité en mi recienteopinión sobre amor y letras de Josh Radnor), con una historia de
amistad, amor y (in)madurez, con la sorpresa de que el eje de la
misma es un oso con vida propia, Ted.
John Bennett ( Mark Wahlberg ) es un niño sin amigos que desea una noche que su
osito Ted reciba vida propia y ser siempre amigos, lo cual,
milagrosamente , ocurre y Ted y John se convierten en uña y carne;
pero el precio de la fama hace mella en Ted, el cual se vuelve adicto
al alcohol, las fiestas y las drogas ( en un mordiente apunte sobre
la fama, uno de los varios que hay a lo largo del relato ). Pasados
unos años, Jesse tiene un trabajo insignificante en una empresa de
alquiler de coches, mientras dedica su tiempo libre a fumar hierba y
beber en compañía del oso. Pero entonces conoce a Lori( Mila Kunis,
quien dobla a personajes en padre de familia ), una chica que trabaja
en un cargo en una empresa dirigida por Rex ( Joel McHale, protagonista de esa comedia de culto que es Community ) ,el cual no para de lanzarle
los tejos y
entabla una relación con ella. Pero llegará un punto en que ella,
esperando el paso adelante en su relación, le ponga un ultimátum: o
ella o Ted; ¿ John madurará o seguirá “perdiendo” el tiempo
con Ted? Un trabajo en un supermercado, con ascenso incluido, un
secuestro, una fiesta loca en compañía de Sam J. , protagonista
de Flash Gordon son otras partes de la historia.
McFarlane,
en un debut estimable, nos trae una comedia generacional y romántica,
donde rinde homenaje a ídolos ( Steven Spielberg: los pósteres que
decoran la habitación del protagonista en varios momentos de su
vida, como en busca del arca perdida o Jurassic Park ) o a sagas como
su reconocido amor por la Guerra de las galaxias ( el politono en el
móvil con el tema de Darth Vader; la escena donde acuden disfrazados
a ver Star Wars Episodio I: La amenaza
fantasma ), llena de humor negro con constantes referencias a sexo y
drogas; mantiene un buen tiempo narrativo en la comedia con una
mezcla de humor verbal y visual, muy en la línea de padre de familia
( a la que hay una referencia/homenaje directo ) pero sin necesidad
del ritmo alocado de la ficción animada que respondió al éxito
sempiterno de los Simpson. Destaca asimismo el uso de una banda
sonora clásica ( McFarlane es también , como ya comenté, cantante
que versiona temas clásicos de jazz ), que contrarresta
con su humor moderno y no cae en el tópico de plagar el film de
temas musicales comerciales.
El
apunte más certero, además de la arrolladora personalidad de Ted (
un personaje muy adulto, dentro de una apariencia “infantil” ),
es el de la descripción de una persona que creció en los 80 bajo la
influencia de sus mitos y parece estar anclado ahí, sin madurar :
series como el coche fantástico – presente en otro politono del
móvil de John -, películas como las citadas obras de Spielberg o
Lucas así como de ese tan inesperado como sorprendente homenaje
hacia la cinta de serie B Flash Gordon, con presencia incluida de su
protagonista, Sam Jones.
“ Es
tan mala y tan buena a la vez “ ( John Bennett, sobre Flash Gordon )
La
escena de la fiesta en el nuevo apartamento de Ted es la catarsis de
esta idea: allí veremos como el oso y John conocen a su ídolo de
la infancia, su héroe como mencionan, el cual es un actor sin
trabajo mayor y adicto a las drogas y el alcohol, obsesionado y
anclado en ese personaje que le dio una fama efímera. Esa escena
servirá para poner fin a la relación de amor entre John y Kunis,
así como la amistad con Ted, romper un mito cinematográfico de la
infancia. Nunca un actor se había predispuesto a una imagen tan
rompedora para con su propia figura como lo hace Sam Jones, más allá
del relato sincero y descarnado de Jean Claude Van Damme en JCVD o la
parodia infinita de Chuck Norris en los mercenarios 2 ( Simnon West,
2012). La escena es también homenaje a ese cine y época
ochetentero, como la forma de rodar y montar el viaje en coche de
Jesse hasta el apartamento de Ted.
Destacar
la descripción del entrañable osito Ted, quien pronto descubriremos
como un personaje adulto adicto a las drogas, el alcohol y las
mujeres, un trasunto del perro de padre de familia y donde también
sirve de mucho el trabajo como actor, con su voz, del propio Seth
McFarlane ( un pequeño inciso: romper una lanza a favor de los
actores de doblaje de films animados y/o creados por CGI pues su
labor también es actuación ) quien es un maestro en su
trabajo bucal; la mejor muestra, aparte de poder ver padre de familia
en VOS, sería su labor como host del primer episodio de Saturday
Night Live de este año. Asimismo la trama de su secuestro a cargo
del personaje encarnado pro Giovanni Ribbisi sirve para un momento
mágico en la línea del cine spielberiano al cual se homenajea
durante la cinta.
Una adulta
comedia generacional con unas estupendas interpretaciones -destacar
también los cameos de Ryan Reynols- Patrick Stewart como el narrador de la historia y la cantante Norah Jones, con
un humor cargado de temas polémicos ( drogas, sexo ) pero sin llegar
a la locura y anarquía de Padre de familia y con un encomiable
mensaje generacional y un homenaje a la generación de los 80, música
y cine incluidos.
EL VÍDEO: Era inevitable que no lo pusiera:
EL VÍDEO: Era inevitable que no lo pusiera:
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