jueves, 13 de marzo de 2014

(Cine) ( Críticas) Dallas Buyers Club

El solitario cowboy y su lucha


 

El cuarto film como director del canadiense Jean-Marc Vallée  tras C.R.A.Z.Y. ( 2005 ) y la Reina Victoria ( 2009 )  puede ser catalogado de telefilm debido a su punto de partida pero el guionista y director, aprovechando la historia real de Ron Woodroof , sabe ir más allá de los convencionalismos y nos entrega una película con múltiples capas, que sabe hablar de muchos temas ( la aparición de esa enfermedad extraña pero imparable en los ochenta de nombre VIH; el retrato de un ser solitario debido a su personalidad y su lucha cual Quijote contra las grandes corporaciones farmacéuticas, una historia de amistad bella y sensible ) sin cargar al espectador gracias a su punto de vista y a su excelente dirección de actores, con una pareja protagonista maravillosa.



 

Porque Dallas Buyers Club será recordada por ser la cinta que consagró a Matthew McConaughey como un actor de inmenso talento, algo palpable en su entregado trabajo y en su omnipresente presencia en (casi) todos los premios y a su acompañante Jared Leto ( quien estaba retirado desde hace años de la interpretación y dedicado a su carrera musical ) como la perfecta pareja en este drama vital y profundo.  Pero no os dejéis engañar, esta película solo es la última parada de un actor que ha crecido de una manera inmensa e imparable, abocado a comedias románticas vacías y que desde los últimos años ha cambiado su forma de trabajar y sus elecciones, brindándonos una interpretación mejor que la anterior sucesivamente: desde Killer Joe ( la cual ha sido inédita en nuestros cines, como no… ),  pasando por Mud ( Jeff Nichols, 2012 ) , su breve ( pero memorable ) interpretación en el Lobo de Wall Street ( Martin Scorsese, 2013 ) hasta su Martin Cole de la recién terminada primera temporada de True Detective de HBO ( serie que le valdrá todos los premios de la televisión del próximo año ). Dallas Buyers Club es la última parada de una etapa que espero prosiga en años venideros.

 


La cinta narra la vida de  Ron Woodroof, un texano alcohólico, mujeriego, homófobo y drogadicto ( dicen que para ganar premios hay que interpretar a tullidos y/o enfermos y este rol está lleno de ello ) que contrae el SIDA en su primera etapa debido a su estilo de vida. Será rechazado tanto por sus antiguos amigos y compañeros de fiestas ( en unos primeros años de desconocimiento y dentro de una sociedad homófoba ) como por las compañías farmacéuticas, las cuales prefieren usar sus medicamentos en fase de estudio antes que otras medicinas que sí parecen comenzar a funcionar pero son ilegales en Estados Unidos. Con el único apoyo de la doctora ( Jennifer Garner ) y la amistad forzada al inicio necesaria después con el transexual  Rayon ( Jared Leto, en una interpretación vitalista y emocionante ) el texano decidirá ir en contra de todos y fundar un club de intercambio de medicinas ( al que alude el título ) donde usando la ley en sus lugares oscuros e inexactos intentará luchar contra las grandes corporaciones y la propia enfermedad, pero ¿ será capaz de salir triunfante ?

 


Tal como podéis leer en la sinopsis esta historia estaba abocada a caer en todos los clichés habidos y por haber pero gracias al inteligente y astuto guión de  y a la labor de los actores la cinta puede tratar muchos y variados temas sin tener una narración atropellada ( más al contrario, a pesar de su larga duración, se pasa muy rápido ) y con un ritmo adecuado e incluso ágil ( ver el montaje de los sucesivos viajes a Japón buscando medicinas ilegales, por ejemplo ) a labor de tras las cámaras es muy adecuada, con cierto punto en el cine indie con momentos duros ( la escena donde se recrea las aventuras sexuales del protagonista con mujeres drogadictas sin protección, narrada sin sonido ) pero con las ideas muy claras, donde asistimos tanto a la descripción del impacto de esa enfermedad desconocida pero mortal, la presión del dinero antes que la salud ( las tretas de las farmacéuticas por sacar beneficio ante todo ) si bien la descripción de los dos polos opuestos de esa visión ( la doctora encarnada por Jennifer Garner a favor de los enfermos, Dennis O'Hare a favor empresas médicas ) no está del todo bien insertada en la historia, puede llegar a parecer maniquea. Pero la descripción del protagonista y su transformación no es nada gratuito sino que está perfectamente narrado, tanto en el plano físico ( la pérdida de peso de McConaughey es digna de mención, lo que le sirve para mostrar tanto los síntomas de la enfermedad como su cansancio, metáfora de su pérdida de fe en su lucha imposible ) como narrativamente y al cual el actor texano lo da todo en una interpretación entregada y apasionante. El uso de los rodeos y como está insertado en la vida de  ( un mundo masculino y lleno de defectos que sin embargo en su escena final será presagio de la lucha quijotesca a la cual se ha visto abocado el protagonista, un canto a la vida a pesar de su enfermedad ).

 


Esa misma vitalidad a pesar del drama está perfectamente tratada en la amistad creciente entre y el travestido  el cual primero sirve para sacar todos los defectos del protagonista ( la partida de cartas en el hospital ) pero luego poco a poco verá como la enfermedad no hace distinciones y como el desconocimiento hacia la misma y los pensamientos impuestos ( como solo afectará  a los homosexuales ) es un punto en contra de la misma sociedad. Leto le da una profunda humanidad y en ningún momento vemos a un hombre travestido sino a una persona llena de sentimientos y luchadora ante lo que le viene encima, y que será la llave que abra al protagonista a cambiar su personalidad y luchar tanto por una cura para sí mismo como para honrar al que ha sido verdaderamente su amigo. Nota original, la cinta nos describe una persona enferma de sida pero que es en ciertos aspectos antagonista, muy cabrona ( tanto para lo bueno como para lo malo ) y donde por momentos no acabamos de congeniar con ella en un principio, otro apunte que engrandece al guión y al propio personaje, con una curva de formación muy bien trabajada tanto por el propio guión como sobre todo por la labor de su protagonista.

 

 
Dallas Buyers Club NO es un telefilm, ni es un drama blando y barato, aunque podría haberlo sido, en cambio tenemos una cinta redonda que toca varios temas sin miedo a entrar en ninguno de ellos, no se acobarda y es mucho más profunda de lo que parece, además de contener dos de las interpretaciones del año, en un trabajo actoral encomiable y apasionante, una cinta a ver y reivindicar.

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