(Crítica) The woman in black

Reinventando? el cine de género

En la primera imagen antes de los títulos de crédito vemos en letras grandes las letras de Hammer Films, en su nueva etapa de producción de films de género tras su flojo el perfecto inquilino y el más que destacable remake USA de la sueca déjame entrar. Todo una felicidad para los cinéfilos/cinéfagos.

Tripps es un abogado de Londres que perdió a su mujer mientras ella daba a luz a su hijo. Años después, y con el recuerdo de su fallecida esposa aún presente, debe acudir a una pequeña villa situada en medio de la nada para poner en orden el papeleo y vender una mansión que perteneció a una pareja la cual perdió a su hijo pequeño en un desgraciado accidente; trabajo que deberá realizar correctamente si no quiere ser despedido. El joven abogado es recibido de manera reacia por los nerviosos habitantes del pueblo. En su desplazamiento a la mansión en ruinas, Tripps verá la presencia de una extraña mujer vestida todo de negro, la cual cada vez que aparece provoca la muerte de un infante…. Kipps deberá hacer frente a sus miedos, inseguridades con la ayuda de Daily ( Ciaran Hids ), la persona más rica del pueblo.

Segundo trabajo como realizador del más que interesante James Watkins, autor de una excelente pieza de horror realista ( por desgracia no estrenada en España ) de título Eden Lake y que aquí se sumerge en el cine de terror de época de una manera clásica, respetuosa y atmosférica.

Con el protagonismo de un Daniel Radcliffe post-Harry Potter, el cual desde ya pretende cambiar su carrera artística tras protagonizar la exitosa saga del niño mago, en un papel más adulto; el actor inglés intenta nuevos retos, como protagonizar la obra de teatro Equus, donde hizo un desnudo integral. Aquí realiza una interpretación correcta en el papel de un viudo atormentado, si bien no acaba de profundizar en sus sentimientos de pena y angustia, no llegamos a empatizar totalmente con su dolor. En un papel secundario destacable tenemos al gran Ciaran Hids, desde ya uno de esos eternos secundarios con pedigrí ( la serie Roma de HBO, el topo ).

No conozco la novela en la que se basa, si bien conozco el éxito de sus adaptaciones teatrales. Aquí Watkins cuenta con la inestimable ayuda de la guionista Jane Goldman, colaboradora habitual de Matthew Vaugham ( Kick-ass). Con una adaptación respetuosa por lo leído, parece que introduce un pequeño cambio argumental el cual provoca una segunda y muy interesante lectura sobre el film : la muerte de la esposa del protagonista durante el alumbramiento de su hijo. Esto nos lleva a ver el film con otros ojos SPOILER al plano final me remito….

El film de Watkins, una ghost history en toda regla, es una renovación o reinvención de su género, valga la paradoja: hoy día, donde cuando se descubre una idea con éxito y se repite hasta la saciedad ( la saga Paranormal Activity, por ejemplo ) y con un cine de terror que busca la comercialidad fácil con films vacios pero llenos de efectivismos ( el torture porn ), la obra clásica preñada por Watkins supone un soplo de aire fresco y renovación volviendo a los cánones clásicos en su puesta en escena clara y tranquila pero atmosférica; a destacar la fotografía de Tim Maurice Jones, con ese uso de la niebla primero para mostrar una Londres industrial decimomónica sucia ( un poco al estilo de la excelente miniserie pétalo blanco flor carmesí, con ese Londres sucio y decadente ) y luego un sentimiento de nerviosismo e inquietud en medio de la nada en ese pueblo lleno de secretos. Por eso esa paradoja que encabeza esta opinión creo que es certera.

James Watkins en su segundo largometraje después de la descorazonadora Eden Lake ( ojo a la visión de cierta parte de la sociedad, como los padres influyen en sus hijos ) demuestra buen oficio: aún es pronto para hablar de autoría. Con rasgos clásicos en su tranquila y serena puesta en escena, va creando momentos de desasosiego mediante elementos perturbadores : ese estético prólogo ( nota breve: ¿ por qué se han puesto de moda los prólogos ultra-estéticos? mirad sin ir más lejos el de este film o el de los films anticristo y melancolía, ambos de Lars Von Trier); los objetos infantiles que suenan en el peor momento, la escena de la cena con Daily y su esposa en compañía de los dos "gemelos"; las visiones de la mujer de Daily....

Cierto hay sustos que se ven venir, aunque no se abusa de la pista de sonido ( muy trabajada por otro lado: las voces en susurros, los juguetes, etc ) como ocurre con el cine de terror moderno, sustos en Dolby Sourrond. Si bien como crítica podriamos comentar que la banda sonora de Marco Beltrami, muy correcta, suena en 80 de los 90 ajustadísimos minutos de film.

Una película de terror clásica y gozosa de ver para pasar un buen rato con gran trabajo artístico en una adaptación de una popular novela  de género a la cual se le introduce un interesante giro argumental. Ojalá también el estreno de esta cinta provocara la llegada a nuestros cines del anterior trabajo de Watkins, Eden Lake.