lunes, 12 de marzo de 2012

(Crítica)No habrá paz para los malvados

Reivindicando el cine de género


Nuevo y excelente film del director Enrique Urbizu tras siete años sin dirigir, el cual le vuelve a unir con José Coronado, protagonista de sus tres últimas películas.


Santos Trinidad ( José Coronado ) es un policía que, tras un inicio de carrera fulgurante, tuvo con "accidente" en su traslado a la embajada española en Colombia y actualmente está ubicado en la sección de personas desaparecidas. Tras una fatídica noche donde el alcohólico e inestable policía busca tomar la última copa, acabará en un club de alterne donde se provocará un tiroteo con tres muertos y un testigo que huye. La búsqueda de dicho testigo, tanto por parte del policía como por parte de la juez Chacón ( un inmejorable debut de la cantante Helena Miquel ) desvelará una trama más profunda y peligrosa para la sociedad española.


Urbizu, perro viejo, vuelve a demostrar su sabiduría cinematográfica en un thriller puro y duro, enrevesado, tenso e inteligente. El guionista y director bilbaíno, después de un inicio de carrera interesante ( su film todo por la pasta, donde coincidió con un incipiente Álex de la Iglesia como ayudante de producción ) dirigió varios proyectos de encargo como las comedias tu novia está loca y como ser infeliz y disfrutarlo, films de los cuales no rehuye pues él era un director que rodaba lo que le encargaban, un artesano. Pero tras sus tres últimos films ha demostrado un dominio del lenguaje cinematográfico y una excelente mano en la dirección de actores. En 2002 dirigió la caja 507, un thriller duro que especulaba con la crisis inmobiliaria y donde encontrábamos a un soberbio y contenido Antonio Resines y a un duro José Coronado.En 2003 vuelve a contar con Coronado para protagonizar la vida mancha, un soberbio melodrama. Con No habrá paz para los malvados Urbizu ha recogido sus frutos, en forma de excelentes críticas y un gran alud de premios entre ellos 6 premios GOYA, como los de mejor película, director, actor protagonista y guión original.

Urbizu es un amante del cine negro,un gran conocedor de cine ( ha sido profesor en la universidad Carlos III de Madrid ) algo muy palpable en este desalentador y duro ejemplo de cine negro que es su última película. Con un guión trabajado, complicado y alambicado, como el buen cine negro vamos, el director desarolla una compleja trama donde un acto pequeño ( a pesar de la gravedad y dureza del mismo: el tiroteo inicial; desde ya una de las mejores escenas de los últimos años del cine español, parca en situaciones pero muy profunda en la descripción de su protagonista principal, y llena de tensión ) desembocará en una compleja trama terrorista con la sombra del 11-M flotando en el ambiente ( ayer, tristemente, fue el aniversario de tan cobarde y triste atentado ). Crea una gran atmósfera en toda la narración, paralela ( la busqueda del testigo por parte de Trinidad y de la juez Chacón ) con un gran trabajo en la sala de montaje: la trama nunca es complicada, se desarrolla sola y de manera clara y cuenta con momentazos de tensión y acción: la escena inicial, el tiroteo final. También destacar ese homenaje en la pose de Trinidad pistola girada en mano, que nos remite al Lee Marvin de A quemarropa  ( Point Black ) de John Boorman.

Los atentados de Madrid están presentes en el espíritu de la trama, si bien sus creadores no buscan un estudio de las causas o consecuencias de dicho atentado, son una parte de una trama dura en un film policiaco. Si bien Urbizu y su co-guionista Michel Gaztambide, se permiten un muy interesante apunte en la dificultad burocrática que se encuentra la juez Chacón para investigar el caso; la incomunicación entre departamentos de seguridad de nuestro país, la burocracia como problema ante las investigaciones.

Otro importante tema a destacar es la dirección de actores, todos ellos soberbios. Muchos de los secundarios proceden de series españolas tales como física o química o el barco ( los actores tiene que comer....) pero todos ellos tienen una presencia física y actuaciones muy correctas y/o ejemplares, como Juanjo Artero ( el mítico protagonista de Verano Azul). Aunque el ejemplo más destacable es el de la cantante Helena Miquel, la cual está soberbia como la juez Chacón, con una interpretación seria, seca. Dicho papel y su presencia física ya ha influido en films posteriores como la jueza interpretada por Leonor Watling en el trhiller erótico  lo mejor de Eva de Mariano Barroso.

Todo porte y figura

Dejamos para el final la magnética, sufrida y dolorosa interpretación de ese policía alcohólico, asocial, con problemas psicológicos y de nombre tan característico interpretado con mano maestra por José Coronado: Santos Trinidad. El actor realiza una interpretación soberbia, profunda, dura de un violento personaje el cual ha pasado por mucho ( en momentos me gustaría saber más de su pasado, sus problemas en Colombia, si bien Urbizu, inteligente, deja al espectador que piense y/o imagine). Tanto en su presencia física ( esa barriga, dejadez en su aspecto ) como en su actuación, Coronado da lo mejor de sí mismo en un personaje ya mítico dentro del cine español y al cual la película le debe mucho.

Un estupendo film, tanto en su trama profunda como en sus actuaciones y puesta en escena. Espero que haya más colaboraciones Urbizu-Coronado y sean los Scorsese-De Niro del cine patrio.


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