miércoles, 8 de octubre de 2014

[ Sitges 2014 ] ( Cine ) ( Crítica ) A Girl walks Home alone at night

Renovaciones vampíricas




El año pasado pudimos disfrutar en el Festival de Sitges de Only Lovers left Alive, introducción del cineasta Jim Jamursh en el cine de género con un relato sobre vampiros pero que suponía una lectura sobre el paso del tiempo y la permanencia de las artes a lo largo de los años; una cinta original a su manera y 100% Jamursh que devino en una obra maestra, estrenada de manera tardía y mal en nuestro país. Este año también hay vampiros en la programación de Sitges, de manera variada aunque no tan “revolucionaria” como la cinta protagonizada por Tilda Swinton y Tom Hiddleston : la (ridícula ) griega Norway y la americana  A Girl walks Home alone at night  .


Nos encontramos en Bad City, una ciudad ficticia situada en Irán donde conocemos a Arash, hijo del drogadicto Hossein  y que trabaja como jardinero para la familia de Shaydah (Rome Shadanloo ). Por culpa de las adicciones de su padre y demás problemas el protagonista perderá su coche a manos del camello Saed (Dominic Rains ). Pero entre ellos surgirá una misteriosa figura femenina ( Sheila Vand, lo mejor del film), quien resulta ser una vampira . Entre los jóvenes surgirá el amor.

La cinta, con producción norteamericana ( el actor Elijah Wood, cada vez más introducido en el cine de género, es el productor ejecutivo ) pero rodada en persa, está dirigida por la debutante Ana Lily Amirpour  . Ganas y referentes no le faltan a la guionista y directora, quien presenta una especie de western en blanco y negro con la sombra de Lynch sobrevolando el conjunto; la propia directora describe el film como una “ mezcla de hasta que llegó su hora y corazón salvaje“ ( 1 ). El tono de la fotografía y el uso de la música – la cual se usa como motor descriptivo de los personajes: el camello escucha tecno, la prostituta música étnica, etc - remite directamente al cine indie de los años 90, incluso la forma de vestir del protagonista es muy similar a la del personaje de Mat Dillon en Rebeldes ( Francis Ford Coppola, 1983 ).




Pero detrás de la simpatía que transmite estos homenajes y esta extraña mezcla, no podemos dejar de citar varias deficiencias que hacen que la cinta sea interesante pero fallida en líneas generales: no tiene una finalidad propia, también consecuencia de lo poco descritos que están los personajes principales, como el de la vampiro  , quien transmite más con su mirada que no con lo que sabemos de su personaje, el cual además es incongruente consigo mismo pues parece que se mueve atacando a aquellos que atacan a la mujer ( y que construyen la lectura soterrada del film: la libertad de la mujer en al sociedad árabe ) pero finalmente acaba huyendo con el joven a su orden…. La cinta tiene un ritmo irregular y no aporta nada al cine de vampiros.

A pesar de ello destacar elementos originales como el uso del velo que lleva la protagonista y que simula ser una capa o el uso de la música, que sirve para ese mágico final, que tiene más fuerza y empaque que la historia de amor entre los jóvenes en sí. Y como ya apuntaba ahí queda esa lectura, aunque la creadora diga no querer haber hecho una cinta política, de su comentario sobre la situación de la mujer en Irán.


( 1 ) Hay varios homenajes visuales y argumentales a la polémica cinta de David Lynch que le valió la Palma de oro en Cannes, así como un pretendido tono de cuento de hadas, a su manera.

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